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Libertad de expresión: ni una palabra de más, ni una palabra de menos
Casi medio millar de personas se reunieron este sábado a las puertas del Teatro Maravillas, en Madrid, para asistir al acto organizado por infoLibre bajo el lema “Libertad de expresión. Ni una palabra de más, ni una palabra de menos”, un evento que reunió durante más de dos horas a periodistas –Edwy Plenel, Jesús Maraña, Soledad Gallego-Díaz, Rebeca Romero, Manuel Aguilar y Juan Luis Cano–, intelectuales –Emilio Lledó–, escritores –Almudena Grandes o Luis García Montero–, artistas –Miguel Ríos, Antonio Fraguas 'Forges', Carmen Linares– y activistas de distintos movimientos cívicos con un objetivo claro: defender la libertad de expresión y la libertad de prensa en sus momentos más bajos.
El acto arrancó pasado el mediodía con la intervención del director editorial de este diario, Jesús Maraña, que comenzó pidiendo disculpas a las más de cien personas que se quedaron sin poder entrar al teatro por el límite de aforo: "Hay fiscales pendientes de que metamos la pata", dijo entre los aplausos y risas del público. El periodista, antes de presentar al filósofo Emilio Lledó, señaló que normativas que se han aprobado recientemente, como la Ley de Seguridad Ciudadana, no hacen más que poner de manifiesto los "intentos constantes de limitar el ejercicio de un derecho fundamental": "Sin libertad de expresión y de prensa, no se garantiza tampoco el derecho a la información", afirmó.
Tras hacer referencia al caso de los titiriteros Alfonso Lázaro y Raúl García, encarcelados durante cinco días y acusados de un delito de enaltecimiento del terrorismo por su obra La Bruja y Don Cristóbal, señalando que es "disparatado penalizar una ficción", el director editorial de este diario dio paso a Emilio Lledó. El filósofo hizo una reflexión sobre la libertad, algo "fundamental, imprescindible y esencial" en la vida humana, pero puso el foco en la libertad de pensamiento, "esencialmente más importante" y que se consigue a través de una "educación" que sea "libre". El intelectual finalizó su intervención con una metáfora: "El agua estancada casi siempre se pudre".
"Nos estamos fusilando nosotros mismos"
Tras esto, y con un estruendoso aplauso del público, Maraña dio paso al bloque de periodistas recordando que esta semana se ha celebrado el día de la libertad de prensa, que calificó como "una rama del árbol de la democracia": "Como lo es también la libertad de expresión y el derecho a la información. Sin ese conjunto de derechos fundamentales la democracia sería mucho más débil y, posiblemente, no existiría". El primero en hablar fue Edwy Plenel, exdirector de Le Monde y fundador de Mediapart (periódico digital francés que es socio editorial y accionista de infoLibre). El periodista comenzó recordando que no hay "democracia viva" sin el "pluralismo de las opiniones y de la información" y puso el foco en los dos principales enemigos de estos derechos: "La política del miedo y la mafia de las finanzas".
Tras Plenel, se acercó al atril Rebeca Romero, del Colegio Profesional de Xornalistas de Galicia, que recordó que el periodismo "nada tiene que ver con una nómina a fin de mes" e hizo alusión tanto a la precariedad en el oficio, que "nos hace más frágiles", como a la coacción de jefes "que han sacrificado la información en aras del negocio": "Sentimos la necesidad de reivindicar el valor de la palabra". A continuación dejó el protagonismo a Manuel Aguilar, secretario del Consejo de Informativos de TVE, que denunció la "evidente falta de imparcialidad" en la cadena pública y pidió una televisión que "ayude a crear ese espíritu crítico de los ciudadanos y que fomente una buena formación de la opinión pública".
El bloque de periodistas fue clausurado por dos compañeros vinculados durante años a El País. Así, Soledad Gallego-Díaz denunció que la libertad de expresión, "que funciona cuando es posible cuestionar temas que mucha gente prefiere que se dejen en paz", es uno de los derechos que "se ejercen con más cortapisas". Sobre la libertad de prensa, criticó que hoy en día "está sufriendo uno de los ataques más insidiosos y preocupantes" y lamentó que los periodistas "no estamos cumpliendo con nuestra obligación": "Tenemos tanto miedo de que nos maten, que nos estamos fusilando nosotros mismos", resumió. Tras ella, y con toda la sala a oscuras, un proyector empezó a dibujar la imagen de Iñaki Gabilondo: "Deberíamos reconocer la libertad de expresión como un derecho de los demás", reivindicó en una intervención grabada ya que no podía asistir al acto.
"La información abunda pero la verdad escasea"
Después de que Edu Galán y Darío Adanti, de la revista Mongolia, sacasen una sonrisa a los espectadores con la representación de un fragmento de Mongolia, el musical, llegó uno de los momento más emotivos del acto. A continuación de que Jesús Maraña explicase el caso de los titiriteros encarcelados, que todavía están en libertad con medidas preventivas, el director editorial de infoLibre dio paso a Mari Luz, madre de Raúl García, que leyó un mensaje de los dos artistas.
"Como compañía de títeres venimos practicando desde hace tiempo la solidaridad y el apoyo mutuo con personas y colectivos que han sufrido de cerca la represión", comenzó a leer. En la misiva, García y Lázaro denuncian que "la información abunda pero la verdad escasea", y añaden que ellos en su obra defendían la verdad, "una verdad de esas que no interesa que se sepa".
Así, tras un caluroso aplauso, el maestro de títeres británicos Rod Burnett representó Punch y Judy, un clásico de los títeres de cachiporra. Un bebé hecho salchichas en una picadora, un policía matado a palos, un verdugo ahorcado o el demonio asesinado no alarmaron a las más de cuatrocientas personas que reían los gags del británico. "Nos consta que el juez Ismael Moreno –que encarceló a los dos titiriteros– no está de guardia", apuntó Maraña una vez finalizada la representación de Burnett.
Lecturas poéticas sobre la libertad
Vídeo: el acto organizado por infoLibre en defensa de la libertad de expresión
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El acto continuó con la lectura de cuatro poemas sobre la libertad. José Alcázar, uno de los ocho sindicalistas de Airbus, comenzó leyendo La llibertat, de Joan Margarit. No estaba previsto, pero el propio poeta catalán, presente en el acto, subió al escenario para leer en la lengua catalana ese poema. Un interpretación que emocionó y arrancó una ovación del auditorio. Tú me quieres blanca, de Alfonsina Storni; En el principio, de Blas de Otero; 1936, de Luis Cernuda; y Hermano, tuya es mi Hacienda, de León Felipe; y se escucharon de la boca de Laura Nuño, directora del Observatorio de Igualdad de Género, el párroco Javier Baeza, la escritora Almudena Grandes y Alhagie Yerro Gai, un joven de Gambia que huyó de la miseria hacia España hace unos años. El ilustrador Antonio Fraguas 'Forges' completó el bloque con el dibujo de una viñeta en directo, inspirada en otra suya que fue entregada a todos los asistentes como recuerdo del encuentro. Juan Luis Cano arrancó el aplauso y la emoción del público tras una intervención en la que combinó el humor con la poesía de Mario Benedetti.
Tras esto, Maraña y el poeta Luis García Montero, presidente de la sociedad de amigos de infoLibre, leyeron un texto, un pacto entre periodistas y lectores [consulte el texto íntegro aquí en PDF], que sirvió de cierre al acto. El director editorial de este diario hizo hicapié en la responsabilidad de los profesionales de la información, en el deterioro que sufre la libertad de prensa en España, en el descrédito de los medios y en la necesidad de decir "basta" a las empresas que dejaron de considerar la información como un derecho de los ciudadanos "para tratarla como una simple mercancía".
Por su parte, García Montero recordó la labor fundamental de los ciudadanos a la hora de exigir transparencia, no sólo a las instituciones sino también a los medios. "Somos ciudadanos, y no podemos permitir más limitaciones a la libertad de expresión que el respecto al otro", sostuvo el poeta. El broche al evento lo pusieron la cantaora Carmen Linares, que entonó a capella Silbo del dale, de Miguel Hernández; y Miguel Ríos, que apostó por Oración, de García Montero. Tras más de dos horas, las luces se encendieron y los asistentes empezaron a abandonar la sala del Teatro Maravillas. Mientras tanto, un proyector dejaba sobre el escenario citas que recordaban la principal reivindicación del evento: "Donde es libre la prensa, y donde saben leer todos los hombres, todo está a salvo".