Ucrania
Referéndum en Crimea: la Unión Europea prepara su respuesta
Los 28 países de la UE, que consideran ilegal el referéndum en Crimea, deberían decidir este lunes las sanciones contra los responsables rusos. Además, deberían firmar, este fin de semana, un documento que atestigüe el acuerdo de cooperación entre la Unión Europea y Kiev.
Los europeos perfilan su respuesta. Las reuniones de ministros, jefes de Estado y de Gobierno previstas en Bruselas durante la próxima semana deberían confirmar las estrategia de los 28 de cara a la anexión de Crimea a Rusia: endurecer las sanciones contra Moscú, apoyar el Gobierno de Kiev hasta las elecciones previstas el 25 de mayo en Ucrania y, en definitiva, continuar llamando al diálogo entre Moscú y Kiev, para comenzar la “desescalada”.
Este lunes, los ministros de Asuntos Exteriores de los 28 deberían decidir las sanciones en contra de los ucranianos pro-rusos, pero también en contra de los responsables políticos y militares rusos, que tendrían “una responsabilidad directa en las amenazas sobre la integridad territorial de Ucrania”, explica un diplomático europeo. Los activos bancarios de estos individuos en Europa pasarían a congelarse y sus peticiones de visado para viajar en el seno de la UE serían bloqueados. En Bruselas, los debates sobre la lista de los responsables van por buen camino; sobre todo desde que el diario alemán Bild diera a entender, en su edición del pasado viernes, que el dueño del gigante energético Gazprom figuraba entre los nombres del listado.
En estas condiciones, los Estados miembros crearon una lista de más de cien nombres, que deberían ser cercenados en las próximas horas. Una reunión clave entre diplomáticos debería haber tenido lugar durante la noche del pasado domingo, de donde debería haber salido una versión provisional que podría ser propuesta la mañana de este lunes a los ministros de Asuntos Exteriores de los Estados miembros. Una de las dificultades será llegar a un acuerdo entre las capitales más activas en el conflicto, como París y Berlín, y otras más prudentes, que defienden una lista de responsables más precisa y escueta. La reacción de Moscú ante los resultados del referéndum, debería también ser tenida en cuenta a la hora de elaborar dicha lista.
“La cuestión del número de nombres en la lista no es esencial”, estima un diplomático de la UE. “Podemos investigar decenas y decenas de pequeños funcionarios de Crimea, pero esto no estaría a la altura del mensaje político que queremos enviar; consideramos que los rusos tienen una gran responsabilidad en esta crisis, y hace falta poner sus nombres en la lista de responsables”. Sobre las sanciones, Washington parece estar en el mismo espectro que Bruselas: “si el referéndum tiene lugar, habrá unas sanciones, habrá una respuesta”, apuntó John Kerry, secretario de Estado norteamericano, al finalizar el infructuoso encuentro con su homólogo ruso, el pasado viernes en Londres.
Durante los últimos días, son sobre todo las grandes capitales, comenzando por Washington y Berlín, las que han intentado hacer reaccionar a Vladimir Putin. La Unión Europea ha sido desplazada a un segundo plano en la batalla diplomática. La Comisión Europea continúa trabajando en el paquete de ayuda financiera desbloqueada de urgencia para Kiev en vistas a evitar la bancarrota de Ucrania.
Los jefes de Estado y de gobierno de los 28 ya habían calificado como “ilegal” el proyecto de referéndum de Crimea durante una reunión el pasado 6 de marzo. Decidieron entonces las primeras sanciones, más bien simbólicas, como la suspensión de las tramitaciones de los visados rusos. Ante su ineficacia para apaciguar la situación, la Unión Europea está a punto de abordar la segunda fase de sanciones. “No estamos en una tendencia de disminución de la tensión”, explica un diplomático con cierto aire de eufemismo, tras los incidentes entre partidarios de Moscú y los nacionalistas ucranianos que dejaron tres muertos en el este de Ucrania.
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La reunión de los dirigentes de los 28 el próximo fin de semana en Bruselas, debería también desembocar en la firma del anteproyecto político de asociación entre la UE y Kiev, el mismo que desató la crisis en noviembre de 2013: el antiguo presidente ucraniano, Viktor Ianoukovitch, se negó a firmar este acuerdo, in extremis, y apostó por un contrato con Moscú. Aun así, los europeos intentarán establecer un compromiso, ya que prevén no solo ratificar este anteproyecto sino ampliarlo hasta el tratado de librecambio después de las próximas elecciones en Ucrania. “Firmamos algo, pero al mismo tiempo, no firmamos nada. Es la señal de una buena dosificación. Por un lado, le decimos al gobierno ucraniano que es legítimo. Por el otro, le explicamos que no podrá firmar ningún acuerdo hasta después de las elecciones, así es el acuerdo en su conjunto”, explica una fuente de la Unión Europea.
¿Debería la Unión Europea continuar apostando por liderar durante toda la semana la ola de acontecimientos, en busca de un equilibrio imposible? La UE se encuentras en la encrucijada entre sanciones y diálogo, entre apoyo económico y político a Kiev, y la llamada de atención a Moscú para emprender nuevas discusiones. Hasta ahora, esta estrategia no ha dado ningún resultado. Pero en Bruselas, los diplomáticos siguen muy de cerca las tendencias de la Bolsa de Moscú, que no deja de caer en picado, debido, en particular, a las sanciones europeas. El pasado viernes, los niveles de la Bolsa alcanzaron sus datos más bajos desde 2009. ¿Cuánto tiempo podrá Putin mantener esta situación?, se interrogan en los pasillos de las instituciones europeas.
La semana que viene será decisiva. A los resultados del referéndum del pasado domingo, que avala que el más del 95% de los ciudadanos respalda la adhesión de Crimea a Rusia, le seguirá el próximo viernes, 21 de marzo, la firma del acuerdo de asociación entre Ucrania y la UE. Una rúbrica que puede desagradar en sumo grado a Moscú. Donde la Duma rusa, la cámara baja del Parlamento, examinará el mismo viernes el proyecto de ley sobre la adhesión de Crimea.