Rajoy, sobre el batacazo del 24-M: “Tenemos cosas que cambiar y lo haremos”

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ratificó este sábado que será el candidato a encabezar las listas del Partido Popular en las próximas elecciones generales. Seis días después del 24-M, Rajoy clausuró las 31 Jornadas del Círculo de Economía de Sitges y, al inicio de su intervención: "El año que viene mi intención es volver si me invitan y espero que en la misma condición [como jefe del Gobierno] que hoy". En esa misma línea, insistió luego: "Les aseguro a ustedes que trabajaré para ello".

Mariano Rajoy admitió que los resultados del PP en las elecciones municipales y autonómicas del domingo no fueron buenos, y aseguró que analizarán el mensaje que les han dado los españoles: "Tenemos cosas que cambiar y lo haremos".

Precisó que estos cambios no se producirán en la política económica porque, esgrimió, ha permitido revertir la situación respecto a 2012 cuando el rescate planeaba sobre la economía española.

Admitió que como presidente del PP no puede estar satisfecho por los resultados porque, aunque se mantiene como el partido mas votado, el retroceso ha sido significativo: "Es evidente que hay cosas que no hemos hecho bien".

El presidente del Gobierno auguró una "gran alegría" con los datos de desempleo y afiliación a la Seguridad Social que se conocerán el próximo martes, tras la mejora experimentada en abril. Recordó que el año pasado se sumaron al mercado de trabajo 433.000 personas, y las previsiones para este 2015 son incorporar a 600.000 personas más. Además, prevé que España genere un millón de empleos entre 2015 y 2016, y en la próxima legislatura el reto es alcanzar los dos millones de nuevos ocupados.

El presidente advirtió a Artur Mas de que adelantar elecciones en Cataluña y celebrarlas el 27 de septiembre es un "error" que perjudica a la recuperación económica.

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"Estas elecciones no ayudan para nada a la recuperación, generan inestabilidad", dijo. Rajoy subrayó que no es bueno "burlar la legalidad" porque es lo que distingue a España como un país civilizado y democrático, por lo que rechazó que se quieran tomar decisiones unilaterales, algo que consideró disparatado.

El presidente del Gobierno se mostró dispuesto a hablar con Mas, pero apuntó que la convocatoria de elecciones en septiembre "dificulta mucho las cosas" y auguró que si existe ese diálogo será ya en la próxima legislatura.

Sobre la posibilidad de una reforma de la Constitución, defendió que plantearla en esta legislatura no era una prioridad porque el Ejecutivo estaba centrado en la recuperación económica, pero también se mostró dispuesto a hablar en la próxima legislatura y recordó que existen informes del Consejo de Estado sobre esa posibilidad.