Ataque yihadista
La respuesta a los atentados de París refuerza a Rajoy y arrincona a Podemos en la izquierda
A poco más de un mes para las generales del 20-D, el terrorismo yihadista golpeó París este viernes, asesinó a 129 personas y sacudió la precampaña electoral en España. Tras los ataques, Rajoy convocó de urgencia el pacto antiyihadista que suscribieron PP y PSOE el pasado febrero, un texto al que Ciudadanos pidió sumarse –aunque cuando se formalizó a principios de 2015 lo tildó de "propagandístico"– mientras Podemos, por contra, rechazó ese acuerdo y señaló que no comparte sus valores.
En las primeras horas tras la masacre el presidente Rajoy lideró la respuesta política en España, apeló a la unidad de los demócratas para hacer frente a los terroristas –"ese es el único camino", enfatizó en una declaración en la Moncloa– y subrayó la vigencia del pacto. En ese mensaje coincidió el PSOE, que este fin de semana se vio obligado a cancelar su Conferencia Política. Este lunes, en cambio, Pedro Sánchez se desmarcó del Ejecutivo y exigió derogar de la reforma del PP en materia de justicia universal para que "jueces y Policía puedan actuar eficazmente contra el terrorismo internacional".
La formación que hasta ahora más claramente se ha apartado del consenso en materia antiterrorista es Podemos. Pablo Iglesias argumenta que el combate contra el yihadismo pasa defender "la paz, la democracia y los derechos humanos" y no por la "venganza", y critica que algunas intervenciones militares "patrocinadas" por gobiernos españoles hayan debilitado "nuestra seguridad". Este domingo Podemos difundió un documento bajo el título "siete medidas para la paz y por la derrota del terrorismo del ISIS", donde propone –entre otras cuestiones– apoyar a las fuerzas democráticas en el mundo árabe y descarta acciones militares.
¿Cómo pueden influir los atentados en la campaña electoral? ¿Beneficia al PSOE el mensaje de unidad con el PP? ¿Puede pasar factura a Podemos su posición en materia antiyihadista? Estas son las claves de la situación política en España tras los actos terroristas:
Apoyo al Gobierno
Los analistas consultados por infoLibre analizan, en primer lugar, el posible impacto electoral en España de los atentados de París. Pablo Simón, doctor en Ciencia Política por la Universidad Pompeu Fabra, comenta que "este tema perderá importancia de aquí a una semana como máximo". "El impacto directo en el voto –añade– será muy limitado". La doctora en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid Gema Sánchez Medero, en cambio, opina que sí puede tener cierto efecto. Y Máriam Martínez-Bascuñán, doctora en Ciencia Política y profesora en la Universidad Autónoma de Madrid, apunta que "por supuesto, el Gobierno está saliendo reforzado" en España y que, "si se sabe aprovechar una situación de emergencia nacional, quien más partido puede sacar es quien ocupa la posición de gobierno".
Todos ellos coinciden en la idea de que los acontecimientos traumáticos tienden a reforzar al partido que ejercer el poder. "Está bastante estudiado que existe un efecto de reagruparse tras la bandera ante un atentado o ante una amenaza externa –dice Simón–. Lo raro fue lo que ocurrió en España en 2004, tras el 11-M. Si el Ejecutivo lo hace mínimamente bien, Hollande puede salir beneficiado en Francia". Sánchez Medero coincide y agrega que ese efecto puede darse igualmente en España: "La imagen de cooperación internacional y de unidad de los partidos en España puede beneficiar también a Rajoy". Martínez-Bascuñán pone ejemplos de las acciones que el Gobierno está desarrollando para sacar partido de la situación: "Rajoy está dando ruedas de prensa continuadas, también sus ministros", apunta.
También Marta Romero, politóloga y ex analista de la Presidencia del Gobierno, recuerda que "hay evidencia empírica" que refrenda esta hipótesis: ante catástrofes o actos que provocan una conmoción general, "la población tiende a ponerse del lado del Gobierno". "Los electores suelen dar un voto de confianza en momentos de crisis a sus gobiernos, y además los temas de seguridad suelen beneficiar a la derecha, que tiene más credibilidad en ese terreno", agrega. "Esta lógica es vieja –agrega Martínez-Bascuñán: en un estado de miedo se reclama la presencia de elementos que nos protejan, aunque ello implique ceder libertad, y la gente favorece aptitudes políticas conservadoras. Rajoy lleva días construyendo una imagen de unión, seguridad, control y tranquilidad, y eso le beneficiará".
Error de Podemos
Este lunes, el secretario de Podemos Pablo Iglesias insistió: el pacto antiyihadista firmado por PP y PSOE en febrero "pone demasiado el acento en el ámbito penal" e implica una renuncia "a libertades", como si eso "fuera a servir para que un desalmado no se ponga un cinturón de explosivos". "Podemos ha adoptado la posición del 'no a la guerra', una posición propia del electorado tradicional de Izquierda Unida", diagnostica Simón. Martínez Bascuñán cree que "Podemos tiene un perfil de votantes que está de acuerdo con esa decisión", igual que Sánchez Medero, que opina que "eso no va a costarle votos entre los votantes que están más a la izquierda", porque esos electores no con tan sensibles a temas relacionados con la seguridad.
Pero todos los expertos consideran que, fuera de ese nicho, Podemos perderá votantes con esta decisión, especialmente en el centro político. Sánchez Medero dice que la decisión de posicionarse contra el pacto le perjudicará, "porque el terrorismo es un tema muy delicado" en el que enfrentarse a la corriente mayoritaria "pasa factura". La politóloga subraya que este movimiento va contra la "estrategia de moderación" emprendida por el partido morado en los últimos meses: "Esto lo aleja de la socialdemocracia y lo lleva de vuelta a las posiciones más a la izquierda".
En esa misma línea, Martínez-Bascuñán apunta que "la negativa de Podemos puede dañarle" porque "en situaciones como esta la gente pide unidad" y, aunque la decisión de la formación sea "legítima y comprensible", al final "la gente se queda con la idea de que quedas fuera del pacto". La analista agrega que "en un escenario marcado por el miedo, la gente se vuelve menos tolerante con la disidencia" por lo que "se reafirman los valores tradicionales" y se fortalece el apoyo hacia "las decisiones políticas de orden público". "Por mucho que la expliquen, va a ser muy complicado que los electores entiendan el no de Podemos a entrar en el pacto", concluye.
Simón está de acuerdo con esa afirmación: "Probablemente en enero, cuando su electorado era más transversal, Podemos no habría adoptado esta actitud. Ahora se percibe en el partido más interés por cuidar el nicho de la izquierda y la extrema izquierda". "Es claramente un guiño a la izquierda radical", concuerda Romero, que destaca que el partido de Iglesias incurre en constantes "contradicciones": "El fichaje de Julio Rodríguez era un gesto al centro y ahora esta posición en torno al pacto antiyihadista le va a penalizar", ejemplifica.
El PSOE, en la encrucijada
El PSOE, por su parte, se vio obligado este fin de semana a cancelar la Conferencia Política en la que tenía previsto presentar su programa electoral y se unió al Gobierno: acudió a la reunión del pacto antiyihadista y reivindicó la validez de ese acuerdo. También subrayó la necesidad de la unidad de los demócratas frente al terrorismo, una actitud que, en opinión de los analistas consultados por este diario, refuerza su perfil de partido con vocación de gobierno aunque pueda costarle algunos votos entre sus electores situados más a la izquierda.
"Los socialistas están en una posición complicada –dice Sánchez Medero–, porque hay un sector del partido reticente a ir de la mano del Gobierno en todos sus pasos y, sin embargo, descolgarse de esa estrategia podría tener un coste electoral aún mayor". La experta considera que la base "más de izquierdas" del PSOE no es partidaria de un apoyo "total" al PP, pero recuerda que las elecciones "se ganan en el centro, porque es ahí donde más oscila el voto". Por eso opina que la estrategia de Pedro Sánchez es la acertada para contar con el favor de ese sector de votantes moderados.
Romero también apunta que la situación de los socialistas en este asunto "no es fácil" pero cree que, al menos en una primera etapa, apoyar al Gobierno "era su única opción": "Desde el punto de vista estratégico es lo mejor que ha podido hacer", señala, si bien predice que "en las próximas semanas es probable que introduzca algún matiz propio" para marcar un discurso diferente al del Ejecutivo. Este lunes, por ejemplo, el secretario general Pedro Sánchez pidió derogar la reforma de la justicia universal aprobada por el PP para que "jueces y policía puedan actuar eficazmente contra el terrorismo internacional".
La perspectiva de Martínez-Bascuñán difiere algo de los anteriores análisis en este punto. La experta asegura que el PSOE también está ante una oportunidad para salir reforzado. ¿Por qué? "Porque Sánchez ha conseguido presentar como un acierto algo que en su día se le criticó". "Tras la firma del acuerdo –rememora– apareció el fantasma de la gran coalición, cuando lo que pretendía Sánchez era presentarse como un hombre de Estado. Ahora ha tenido la oportunidad para confirmar que lo es. Quizás sirva para reforzar su figura, porque él se unió al pacto desde un principio, cuando era impopular, y ahora puede decir que el tiempo le ha dado la razón".
La táctica de Ciudadanos
Sobre el partido de Albert Rivera, Romero destaca que ha jugado un papel importante a la hora de "arrinconar" a Podemos a la izquierda: "Si Ciudadanos también hubiera criticado el pacto antiyihadista, el acuerdo hubiera parecido un pacto de los viejos partidos. Pero como se ha unido a PP y PSOE, ha logrado que Podemos aparezca como radical", analiza. Además, comenta que los de Rivera han sido hábiles al solicitar unirse al texto porque eso refuerza "su perfil institucional" como fuerza apta para gobernar tras el 20-D.
"Exacto –añade Simón–, Ciudadanos se presenta como el partido responsable y, además, su electorado es sensible a estas cuestiones que tienen que ver con la seguridad". "Rivera ha sido hábil a la hora de transmitir una imagen de unión", opina finalmente Sánchez Medero. La politóloga cree que unirse al pacto contra el terrorismo yihadista refuerza la impresión de que Ciudadanos tiene "visión de Estado", mientras que rechazar el texto habría implicado el peligro de ser acusado de "electoralismo", de emplear el terrorismo como arma para la contienda electoral.
“Cuando identificamos el yihadismo como un enemigo exterior, estamos desinformando”
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Pacto antiyihadista
El pacto antiyihadista fue firmado a principios de febrero por PP y PSOE. Entre otras cuestiones, el texto remite a la prisión permanente revisable que contempla el Código Penal tras su última reforma. Así, el acuerdo señala que los delitos de terrorismo serán castigados con pena de prisión y "por el tiempo máximo previsto". Esa referencia indirecta a la cadena perpetua fue el punto más polémico, y los socialistas presionaron hasta el último minuto para incluir otra frase en el acuerdo en la que se señala que el pacto se mantendrá incluso si en un futuro hay "cambios en el sistema de penas".
El presidente Rajoy hizo referencia en el momento de la firma al "sentido de política de Estado" del pacto: "Consensos como el que ahora forjamos contribuyen a hacer de España un país más seguro. Hoy es un día de especial trascendencia", solemnizó. El líder del PSOE, por su parte, aseguró que su partido se unió al texto porque esta formación "siempre ha antepuesto la necesaria unidad ante el terrorismo a cualquier interés partidista", si bien se comprometió a eliminar la prisión permanente revisable al alcanzar la Moncloa.