Elecciones 20-D
La fuerte bajada de Ciudadanos en campaña alarma al PP
Las alarmas se han encendido en la sede nacional del Partido Popular a tres días de las elecciones generales del próximo domingo. Los análisis de los estrategas electorales de Mariano Rajoy a partir de las encuestas publicadas en las últimas semanas y de los trackingstrackings(sondeos diarios)encargados por la formación –que no se pueden difundir por ley desde el pasado lunes–dibujan un escenario complicado para su reelección como presidente del Gobierno. El principal obstáculo detectado está en el "importante bajón" que está experimentando Ciudadanos, según coinciden las fuentes consultadas en el PP por infoLibre.
Y la mayor parte de los votos que está perdiendo el partido de Albert Rivera "no regresan al PP, sino que se quedan en la abstención", admiten en la formación de Rajoy. Lo que a la hora de repartir escaños tiene un efecto beneficioso esencialmente para Podemos.
Todas las encuestas conocidas otorgan al PP el papel de fuerza más votada. Y lo mismo está ocurriendo en los datos diarios que manejan en el equipo de campaña de Génova los últimos días. "De hecho, incluso estamos subiendo esta semana", señala un dirigente conservador, que explica que el problema sigue estando en que están "muy lejos" de la mayoría absoluta (175 de 350 escaños). En este contexto, todas las miradas se dirigen a la formación liderada por Albert Rivera.
Los conservadores temen que el desplome de C´s se traduzca en que la suma de PSOE y Podemos supere en escaños al PP y deje a Rajoy sin posibilidad de ser investido presidente.
En el PP subrayan que "en política todo es posible" y que a partir del 21 de diciembre se podrán a trabajar con los resultados electorales pensando en pactos de investidura. Pero que si se fían de lo que hasta hoy ha asegurado Rivera no van a poder contar con sus votos. El líder de C's ha insistido una y otra vez en que no apoyará ni al PP ni al PSOE. Si cumple su palabra, Rajoy sólo podría ser investido presidente si su resultado es un escaño superior a la suma de Podemos y los socialistas.
"Si PSOE y Podemos suman más escaños que nosotros, Sánchez o Iglesias podrían ser el presidente gracias a la abstención de Ciudadanos", explican en el partido conservador.
La abstención de C´s en segunda ronda, en la que ya no hace falta mayoría absoluta, bastaría para que el candidato acordado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias fuese el más votado en el Congreso. Para los conservadores, todo lo que suponga que C´s baje de 55 escaños ya le complica las cosas.
Riesgos de la operación
Las mismas fuentes sostienen que la opción de que PP y Ciudadanos sumen sus escaños es "más remota" dada la resistencia que Rivera ha exhibido cada vez que se le ha preguntado al respecto.
No obstante, los conservadores admiten que la abstención de Ciudadanos en un contexto en el que no se respetase a la lista más votada tiene sus riesgos. "Tendrán que explicar por qué han dejado gobernar a partidos que no se corresponden con la voluntad de los electores, sobre todo si la diferencia entre la primera fuerza y la segunda es importante".
En el PSOE están convencidos de que Rivera no cumplirá su palabra y apoyará a Rajoy para que sea presidente, si el PP es la lista más votada. "Ciudadanos no puede facilitar un gobierno apoyado por Podemos porque se le caería su discurso en temas como Cataluña", indican.
¿Qué pretendía Rajoy?
Los conservadores se preparan para que los 185 escaños que han ocupado sus diputados en el Congreso durante esta legislatura se vean considerablemente reducidos. Los cálculos más optimistas de Génova, cuartel general del PP, ubican ahora la cifra en unos 130. La campaña del PP ha estado destinada a movilizar a los abstencionistas, a ubicar a su partido como el único con experiencia y capaz de que la recuperación económica sea completa. Y a recordar que sólo gobernarán si son la lista más votada en un intento de que sus rivales políticos se pronunciasen, algo en lo que ha tenido muy poco éxito.
En lo que tiene que ver con los pactos postelectorales, los conservadores han pasado por tres fases en esta campaña. La primera fase de la estrategia estuvo encaminada a agitar la posibilidad de que "un tripartito" integrado por PSOE, Ciudadanos y Podemos acabara gobernando España. La segunda, la de poner sobre la mesa la necesidad, a partir del 20-D, de un pacto que vaya más allá de la investidura, un pacto "estable". Rajoy no dijo con quién pero nadie dudó de que se estaba refiriendo a C´s. Y la tercera, lanzada este mismo jueves, la de una gran coalición PP-PSOE. Menos pactar con Podemos, el jefe del Ejecutivo parece dejar abiertas, sobre el papel, todas las opciones aunque no pasa inadvertido que sus puentes con Sánchez, sobre todo después del duro debate del lunes, parecen rotos.
Los emergentes juegan sus cartas
Los dirigentes del PP consultados por este diario mantienen que cuando Rajoy abogó por un "pacto estable" para toda la legislatura estaba intentando "echar una mano" a Ciudadanos, ubicando a los de Rivera como una formación capaz de pactar con ellos, de formar parte de su proyecto. ¿No es contradictorio? "Hemos detectado en las encuestas que los electores que retiran su apoyo a C´s no lo hacen para dar el voto al PP. Estamos en ganar. Pero también en que PSOE y Podemos no sumen", explica un cargo del partido bregado en campañas electorales.
Más crípticos que el PP en lo relativo a la política de pactos postelectorales han sido las otras tres formaciones mejor ubicadas en las encuestas. El socialista Pedro Sánchez está dispuesto a ofrecer a Podemos y Ciudadanos un pacto con el objetivo de que Rajoy no vuelva a La MoncloaLa Moncloa. Dejando claro, eso sí, que sólo el PSOE garantiza el cambio. Paralelamente, ha avisado de que si la lista de Rajoy es la más votada, Ciudadanos le cederá sus votos para la investidura.
La oferta de pacto de Sánchez a Podemos y a C´s sólo se entendería si es la primera (difícil) o la segunda fuerza más votada.
La exministra socialista Garmendia participa en un acto de campaña de Ciudadanos junto a Rivera
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Rivera siempre se ha mostrado esquivo cuando se le ha cuestionado por el día posterior al 20-D. Pero ha dejado claro que sus votos no servirán para investir ni a Rajoy ni a Sánchez. "Respaldar el modelo PP-PSOE sería defraudar a mucha gente", ha llegado a decir metiendo al bipartidismo en el mismo saco.
Pablo Iglesias, por su parte, esquiva de la misma forma que Rivera estas cuestiones. No obstante, ha avisado de que será difícil un pacto con el PSOE, aunque no lo ha descartado, si Podemos no está por encima de los socialistas. "Y si estamos más fuertes que el PSOE quizá podamos hacer que rectifiquen y que apuesten por políticas sociales", ha asegurado en una reciente entrevista.
Este jueves, la dirección nacional del PP trasladaba su preocupación por el hecho de que Podemos supere al PSOE y se haga con el Gobierno gracias a la abstención de Ciudadanos.