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El futuro del PSOE

El PSOE autoriza a Sánchez a buscar pactos para gobernar siempre que no incluyan el referéndum

Los barones imponen a Sánchez límites para negociar con Podemos y le afean su preocupación con el congreso del partido

Ibon Uría

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reunió este domingo por la tarde a sus barones territoriales en un encuentro informal. En la cita, que tuvo carácter previo al Comité Federal de este lunes, los dirigentes socialistas avalaron su intención de explorar las posibilidades de reunir una mayoría alternativa si el PP fracasa en sus intentos de formar Gobierno. Lo hicieron, eso sí, con una clara línea roja: los socialistas no deben pactar ni negociar con fuerzas que defienden un referéndum en Cataluña ni con partidarios de la autodeterminación, una alusión a la intención de Podemos de celebrar una consulta sobre la autodeterminación.

Durante la reunión preparatoria del cónclave de este lunes, que se alargó hasta bien entrada la noche, los barones se pusieron de acuerdo en torno a varias ideas. La primera, que no se apoyará la investidura de Mariano Rajoy ni de cualquier otro candidato conservador. La segunda, que el PSOE dejará al PP intentar formar Gobierno. Y la tercera es que, si los conservadores fracasan, será el turno para que lo intente el PSOE. La condición es que Podemos abandone la exigente de una consulta, un gesto con el que fuentes conocedoras de la reunión sostienen que los socialistas devuelven la pelota del posible pacto al tejado de los de Iglesias.

Sentadas las bases de ese acuerdo, la dirección federal será la encargada de redactar una resolución política que se aprobará en el Comité Federal de este lunes y que ahondará en esa línea, según señalaron a infoLibre varias fuentes. El Comité Federal, por su parte, es el órgano que ostenta la máxima autoridad entre congresos, y a él le compete decidir la política de alianzas del PSOE, tal como recogen los estatutos y según se encargó de recordar hace algunos días la presidenta de la Junta de Andalucía y líder de los socialistas en esa comunidad, Susana Díaz.

El escollo del referéndum

Desde que se conocieran los resultados electorales del 20-D, la posibilidad de desalojar a los conservadores con alianzas poselectorales ha provocado debate interno en el PSOE. Durante el escrutinio, el secretario de Organización, César Luena, dijo que veía a Sánchez como el futuro presidente. Menos de 24 horas después, rectificó: el lunes dijo que veía a Sánchez como líder de la oposición. Y apenas dos días más tarde, el propio Sánchez compareció ante los medios y prometió que intentará formar Gobierno si Rajoy no lo consigue, y reiteró que los socialistas votarán no a cualquier candidato conservador.

Lo evidente es que cualquier mayoría alternativa al PP pasa por una alianza que, como mínimo, sume a PSOE y Podemos, y no todos los barones ven con buenos ojos esa opción. Especialmente porque Podemos, ya el lunes, calificó de "irrenunciable" la celebración de un referéndum en Cataluña, si bien el jueves –horas antes de que Sánchez e Iglesias mantuvieran un primer contacto telefónico– el partido morado moduló su discurso y aseguró que la "prioridad" es asegurar la protección de los derechos sociales y medioambientales, la independencia judicial, la reforma electoral y la prohibición de las puertas giratorias.

En su única comparecencia tras el 20-D y tras reunirse con Rajoy, el secretario general Pedro Sánchez afirmó que la "cultura de partido" establece que es la dirección federal la que marca las "líneas políticas" en cuestiones como los pactos postelectorales, pero ni siquiera esa llamada de atención consiguió acallar las voces disonantes. Especialmente la de la presidenta andaluza Susana Díaz, quien se encargó de recordarle que, en realidad, es el Comité Federal quien tiene autoridad para decidir en esta materia y que las decisiones se deberán tomar "entre todos".

Precisamente Díaz sostuvo en una entrevista en la Cadena SER que el PSOE no puede apoyar "ni a Rajoy ni al PP" porque han hecho "muchísimo daño", pero replicó a Sánchez que tampoco se puede "negociar con fuerzas políticas que están planteando la ruptura de España y el soberanismo", en alusión a los de Iglesias. No fue la única: el extremeño Guillermo Fernández Vara advirtió a su secretario general de que no se puede gobernar con el partido morado mientras este no "renuncie" a la "autodeterminación", y el castellanomanchego García-Page criticó los "pactos complejos" y los "pastiches".

Al margen de tensiones internas, Sánchez mantuvo contactos el pasado jueves con Pablo Iglesias y Albert Rivera. El líder del PSOE se adelantó así a Mariano Rajoy, que recibirá este lunes a los máximos responsables de Podemos y Ciudadanos. Según informaron fuentes de ambos partidos, el socialista y el líder de la formación morada constataron sus diferencias en torno a la cuestión catalana, pero se emplazaron a futuras conversaciones. A seguir hablando. Al dirigente de Ciudadanos, por su parte, le informó de la negativa a Rajoy y de que agotará "todas las posibilidades" antes de nuevas elecciones.

Ahora, tras el encuentro de este domingo, la posición del partido se resumirá en el texto que aprobará el Comité Federal de este lunes y que la dirección federal considera el aval de los barones territoriales a las posibilidades de Sánchez para formar Gobierno. Ya a su llegada este domingo a la sede socialista de Ferraz, el secretario de Acción Política, el exlehendakari Patxi López, había llamado a la unidad de las filas del partido. Hay que conformar un frente "pro PSOE", dijo López, para defender "el proyecto" socialista. El presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, también defendió que todos los dirigentes deben "ir a una".

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Aplazado el debate sobre el Congreso

Otro de los elementos que provocó tensión en el seno del partido en los últimos días es la celebración del próximo Congreso Federal, un órgano que se reúne cada cuatro años. El último de ellos se celebró entre el 3 y el 5 de febrero de 2012, por lo que, de acuerdo con los estatutos del partido, debería celebrarse en próximas fechas. Sin embargo la dirección de Sánchez ya avanzó el pasado lunes su intención de posponerlo hasta que se forme Gobierno o se convoquen nuevas elecciones. El anuncio se produjo el mismo día en el que el propio secretario general indicó que se presentará a la reelección, un gesto que ciertos sectores consideraron extemporáneo toda vez que ahora las conversaciones se centran en la cuestión de la gobernabilidad.

Varias federaciones plantearon durante la reunión de este domingo que fue "un error" abrir la controversia sobre la fecha, porque puede trasladar a la sociedad la idea de división interna. En cualquier caso, se decidió aplazar este debate. A su salida, tanto la presidenta andaluza como el asturiano Javier Fernández confirmaron que no se abordó la cuestión concreta de la fecha del próximo congreso del partido. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, agregó: "Salimos reforzados todos, que es de lo que se trata".

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