La nueva legislatura
Podemos y C's se alejan horas antes de la negociación
Las comisiones negociadoras de PSOE, Ciudadanos y Podemos –esta última encabezada por el secretario general del partido, Pablo Iglesias– se reúnen este jueves por primera vez desde las elecciones del 20 de diciembre. El encuentro, que comenzará a las 16:30 en el Congreso de los Diputados, debería servir –sobre el papel– para acercar posiciones de cara a la investidura del candidato socialista Pedro Sánchez, pero lo cierto es que los partidos de Iglesias y Rivera llegan a la cita más distanciados que nunca.
Este miércoles, apenas 24 horas antes del encuentro, los líderes de los dos partidos emergentes aprovecharon el Pleno en el Congreso de los Diputados para atacarse mutuamente y dejar patente su falta de sintonía. El debate giraba en torno al pacto de la Unión Europea con Turquía en materia de refugiados, pero eso no fue impedimento para que en la Cámara se acabara hablando de Venezuela, de supuestos casos de nepotismo y para que los reproches pasaran de lo partidista a lo personal.
Rivera acusó a Podemos de recibir financiación de Venezuela e Irán. "A ver si es verdad que usted esa defensa de los derechos humanos la hace en todo el mundo, también donde tiene gente que le financia", espetó el presiente del partido naranja a Iglesias. El asunto llevó al portavoz morado en el hemiciclo, Íñigo Errejón, a pedir un turno de respuesta por alusiones: Errejón recordó que el Supremo archivó hasta en tres ocasiones este asunto y retó a quien necesite "una cuarta o quinta" aclaración a "acudir a los tribunales".
No fue el único momento de tensión. Cuando el debate estaba a punto de concluir, Iglesias afirmó que el jefe de Ciudadanos practica el "cuñadismo ideológico" y después se refirió a él como "cuñado Rivera". Sus "muletillas, lugares comunes y tópicos rancios", le dijo, lo mismo valen para "vender preferentes" que para "intervenir en un tribuna". Inmediatamente después Rivera le respondió que "cuñadismo es colocar a las novias y a los amigos". "Lecciones de derechos humanos, amiguismos o cuñadismos, ninguna", recalcó el número uno del partido naranja.
Una semana de tensión
El enfrentamiento que se visibilizó en la Cámara baja este jueves no es nuevo: comenzó justo después de anunciarse el miércoles pasado la celebración del encuentro a tres bandas. Pedro Sánchez dijo ese diálogo a tres implicaba que España estaba "más cerca" del Gobierno del cambio. El líder de Podemos, que se reuniría con Ciudadanos para pedirle su apoyo "activo o pasivo" a una coalición de izquierdas. Y Albert Rivera, que "nada" había cambiado tras el cara a cara entre Sánchez e Iglesias y que "sólo hay una cosa peor" que repetir elecciones: un "mal Gobierno" en el que estuviera Podemos.
"Llevamos cien días para que el PSOE no se eche en brazos de la izquierda populista y de los independentistas", insistió el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, quien dejó claro que su partido "ni por activa ni por pasiva" permitirá un Ejecutivo con presencia del partido morado. "Mensaje recibido y respuesta dada", zanjó. A las advertencias se sumaron un día después el portavoz de Economía del partido en el Congreso, Toni Roldán, quien dijo que un Ejecutivo con Iglesias y los suyos sería "desastroso" y que "entre susto y muerte" prefería unas nuevas elecciones, y también Luis Garicano, uno de los economistas de cabecera del partido: "Sólo le puedo decir que no va a haber un Gobierno con Podemos. No va a suceder, no es posible", sostuvo.
Rivera, también el pasado jueves, insistió en la propuesta de su partido: apostó por sumar al PP a las negociaciones para conformar un Gobierno estable. El partido de Rajoy, apuntó, es "más fundamental" que Podemos. Y frente a la intención de Sánchez de unir a PSOE, Podemos y Ciudadanos, el presidente de este último partido le señaló que los programas de morados y naranjas son "incompatibles" y que "no habrá legislatura si el PP dice no a todo". Begoña Vilacís, portavoz naranja en el Ayuntameinto de Madrid e integrante de la ejecutiva de la formación, también advirtió de que Ciudadanos y Podemos no compartirán Gobierno porque sus propuestas son "antagónicas".
Un día después, el viernes, respondió Podemos. Su líder, Pablo Iglesias, dijo que si los socialistas mantienen su pacto con Rivera "no quedará más remedio que ir a elecciones". La portavoz adjunta del partido en el Congreso, Irene Montero, reclamó a Ciudadanos que permitira un Gobierno a la valenciana "por responsabilidad de Estado" y que no convirtiera en "una cárcel para el PSOE" el pacto con los socialistas. "Deberían bajar un poco el tono", insistió Montero en referencia a los diputados naranjas, a quienes acusó de mantener una actitud "agresiva" y "brusca".
El PSOE ve el pacto "posible"
Los socialistas, sin embargo, prefirieron no prestar atención a las advertencias sobre la incompatibilidad mutua que manifestaron Podemos y Ciudadanos. El jueves, la secretaria de Estudios y Programas e integrante del equipo negociador socialista, Meritxell Batet, dijo que las "diferencias" entre esos dos partidos son "salvables" y "se pueden aparcar". Batet admitió que las "posiciones ideológicas" son "muy diferentes", pero opinó que la "transversalidad" es posible porque hay "muchos" contenidos que "unen" a lo que el PSOE ha bautizado como "fuerzas del cambio".
"Es difícil pero posible", coincidió el secretario de Organización del PSOE, César Luena, que subrayó que Iglesias había "recapacitado" y había accedido a "hablar con Ciudadanos". Y, en esa misma línea, el líder socialista, Pedro Sánchez, hizo un llamamiento el sábado ante el Comité Federal de su partido a la "unidad de las fuerzas del cambio". "En esa negociación a tres el PSOE va sin líneas rojas pero con firmes convicciones: una de ellas es que tenemos que poner fin al Gobierno de Mariano Rajoy. Estamos dispuestos a ceder y pediremos a las fuerzas del cambio que cedamos para que gane el cambio y gane España", proclamó.
Ciudadanos sube el listón
El lunes, sin embargo, volvió a constatarse la distancia entre Podemos y Ciudadanos. Albert Rivera dejó claro una vez más que la negociación de este jueves girará en torno al documento que cerró con el PSOE semanas atrás y que los socialistas también insisten en establecer como punto de partida para el diálogo –"todo acuerdo tiene que contar con el sí de Ciudadanos", llegó a decir Sánchez hace ahora una semana–. El presidente de Ciudadanos reiteró que no hará concesiones y que, si el PSOE quiere pactar con Podemos, sus 40 diputados pasarán a la oposición.
Es "imposible" un pacto "a tres", incidió el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, que expresó con contundencia que del pacto PSOE-Ciudadanos no se moverá "ni una coma" en materias "irrenunciables" como la política fiscal y económica. Villegas agregó que el escenario "ideal" es que el PP participe de ese acuerdo porque los conservadores están llamados a tener, según entienden Rivera y los suyos, "un papel fundamental" en la legislatura. "Si tiene que haber elecciones hay que desdramatizar", comentó Pablo Iglesias ese mismo día preguntado por la dificultades para formar un Gobierno.
Y apenas unas horas después, el martes, el partido de Albert Rivera subió la apuesta: "En este momento la idea es que ese Gobierno para el que pedimos apoyo tiene que estar constituido por miembros de PSOE y Ciudadanos", dijo el portavoz naranja en el Congreso, Juan Carlos Girauta, quien opinó que "un Gobierno monocolor del PSOE sería demasiado débil" y que añadió que el papel de Podemos en esa ecuación sería el de apoyar con un "sí" el pacto firmado por la formación naranja y los socialistas. A Ciudadanos ya no le vale una abstención de los diputados morados. Así que, según Girauta, este jueves le pedirán a Podemos que "preste sus escaños" para aplicar el pacto con el PSOE.
¿Dónde queda entonces la idea de un acuerdo a tres? En opinión de Girauta lo único que tiene "sentido" es llevar a la práctica el texto cerrado por PSOE y Ciudadanos por lo que, según expresó este lunes, los negociadores de Rivera no acudirán a la reunión a tres bandas para discutir cuestiones como "en cuánto se aumenta el gasto público o cuándo se hace el referéndum en Cataluña". "¿Es que no nos conocen?", se preguntó el diputado en una rueda de prensa en la que dejó claro que no habrá más "cesiones".
En esa línea, el secretario de Comunicación del partido, Fernándo de Páramo, advirtió de que Ciudadanos "se levantará de la mesa" si Podemos no acepta la "totalidad" del acuerdo con el PSOE. Sin cambiar "una coma". O todo o nada: "Si Podemos no está de acuerdo con el conjunto de reformas, será muy difícil que se llegue a un acuerdo", zanjó.
Pablo Iglesias, por su parte, pidió este martes a Ciudadanos que abandone "las amenazas, el tono maximalista y el radicalismo verbal", que no son "lo mejor" para sentarse en una mesa de negociación. "Les pediré que se relajen un poquito y entiendan que lo mejor para España es que se abstengan y faciliten un Gobierno de coalición progresista", apuntó. También Íñigo Errejón pidió a los diputados naranjas que no ponga "zancadillas", porque esa es la actitud propia de "alguien que no quiere que avance" la posibilidad de un acuerdo.
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Sánchez mantiene el optimismo
La escalada de tensión de estos últimos días desembocó en los ataques cruzados entre Podemos y Ciudadanos en la sesión de este miércoles en el Congreso. Los socialistas, pese a todo, mantienen su discurso oficial: que "las fuerzas del cambio" se sienten en una misma mesa negociadora es un primer paso que facilitará lo que Sánchez ha denominado vía 199 –el pacto a tres–. "Vamos a convertir las incompatibilidades en afinidades", porque "los tres" partidos comparten "una parte importante del proyecto", dijo este martes el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, quien añadió que "este país no se puede permitir el lujo de tener políticos pesimistas" y que el PSOE acude a la cita sin ánimo alguno "de levantarse" de la mesa ni de "frustrar el encuentro". Los tres partidos pretenden "hacer camino al andar" e "incluso terminar haciendo historia", zanjó Hernando.
Este miércoles, pocas horas antes del rifirrafe en el Congreso, Girauta (Ciudadanos) advirtió en una entrevista en la Cadena SER: "Ciudadanos y Podemos no estamos de acuerdo en lo esencial". El recién nombrado secretario de Organiación de Podemos, Pablo Echenique, negó en otra entrevista en Cope la posibilidad de un Ejecutivo apoyado por PSOE, naranjas y morados –"o imagino un consejo de ministros en el que haya fuerzas antagónicas en la política económica", comentó– e insistió en que Ciudadanos debe abstenerse. Pedro Sánchez, mientras tanto, prefirió mantener el optimismo, al menos de cara a la galería: "Lo importante es que vamos a empezar a negociar", se limitó a decir preguntado en los pasillos del Congreso por las dificultades para cerrar un acuerdo a tres bandas.