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Los papeles de Panamá

El Registro de Costa Rica desvela incógnitas sobre el ovillo societario de Cañete y su familia

El cabeza de lista del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, durante un acto con cargos públicos de su partido celebrado el lunes en Las Palmas.

El Registro Mercantil de Costa Rica ha desvelado una de las incógnitas que pesaban sobre el ovillo societario al que pertenecía la panameña Angelmo International Inc., empresa a la que el hoy eurocomisario Miguel Arias Cañete representó en España hasta su definitivo traslado societario a Madrid y que aquí quedó convertida en protagonista de un larguísimo pleito por el que Hacienda  le ha reclamado en la última década casi un millón por impuestos impagados.

La incógnita de Costa Rica se cifraba en la siguiente pregunta: la de quiénes estaban tras Corporación Bilares SA. O, al menos, en sus cargos directivos. Y la respuesta podría resumirse así: dos personas muy cercanas a los Domecq. El apellido jerezano resuena de principio a fin en un complejo entramado de sociedades con intereses en algunos de los sectores que mejor conoce Miguel Arias Cañete: el agrícola y el energético, además del inmobiliario.

Como desveló infoLibre en mayo de 2014, Bilares figuró como dueña última de la panameña Angelmo a través de una mercantil localizada en el paraíso fiscal de las Antillas Holandesas, Gold Lion Corporation NV, y de otra ubicada en Amsterdam, Havorad BV.

¿Y qué papel jugaba Arias Cañete? Uno de peso, porque entre julio de 1997 y febrero de 2000, Angelmo International Inc. mantuvo una sucursal en España para la que nombró "representante" a la compañía Arias y Domecq SL. Y, entonces, eran Arias Cañete y su cuñado Miguel Domecq quienes compartían la administración de Arias y Domecq SL, ahora rebautizada como Sidonia Inversiones SL.

La situación administrativa de la antigua Arias y Domecq ha cambiado. La posición de la holandesa Havorad persiste en cambio inalterable: continúa siendo la accionista mayoritaria de, entre otras, Petrologis Canarias SL y Petrolífera Dúcar SL, las dos compañías de crudo en las que Arias Cañete participó hasta poco antes de su nombramiento como eurocomisario de Energía y Medio Ambiente.

De México a Costa Rica

Pues bien, a falta de que Cañete acceda a revelar a quién vendió en 2014 los títulos que poseía en sendas empresas, el Registro de Costa Rica ha confirmado un dato relevante sobre Corporación Bilares SA, sociedad que se sitúa en el origen de la batalla entre Angelmo y la Agencia Tributaria. Y ese dato consiste en que la opaca firma centroamericana aparece vinculada a dos empresarios radicados en México y que han estado muy próximos a los Domecq y sus negocios.

El Registro costarricense atestigua que como tesorero de Corporación Bilares SA consta inscrito desde 1987 Antonio Ariza Alduncin, hijo de una de las dos figuras clave que en los años cincuenta catapultaron la marca Domecq en México, Antonio Ariza Cabanillas, y él mismo presidente del grupo vitivinícola Pedro Domecq para Latinoamérica durante los años noventa y los primeros del nuevo siglo.

En México, la marca Domecq permanece desde hace décadas asociada a la producción y comercialización no solo de vinos sino de brandies y tequila. En apoyo de esa última bebida y como ministro de Agricultura en el Gobierno de José María Aznar, Arias Cañete firmó en 2002 un acuerdo con su homólogo mexicano.

El nombramiento de Ariza Alduncin como tesorero de Corporación Bilares SA tuvo "vigencia" desde el 7 de septiembre de 1987, aunque no fue inscrito hasta el 11 de diciembre de 2003, según los documentos registrales de Costa Rica obtenidos por este diario. Es decir, se mantuvo a resguardo de miradas durante más de tres lustros, si bien distintas sentencias relacionadas con el pleito tributario de Angelmo ya habían certificado que su relación con Bilares se remontaba a, como mínimo, 1997.

En la misma fecha, el 7 de septiembre de 1987, la compañía había nombrado presidente a Juan Diego Gutiérrez Cortina, cuyo cargo quedó reflejado en el Registro también en diciembre de 2003. Justo ese mes, Corporación Bilares pasó a ostentar oficialmente la condición de “socio único” de la holandesa Havorad BV, aunque solo por un día según el registro de los Países Bajos: exactamente, el 23 de diciembre, víspera de Nochebuena. El porqué de esa efímera designación constituye otra incógnita, esta todavía por resolver.

Mascarón de proa de la constructora mexicana Gutsa, Gutiérrez Cortina fue consejero de Domecq Importers en los años noventa, según el rotativo mexicano El Universal.  

InfoLibre no ha podido localizar ni a Ariza ni a Gutiérrez Cortina, cuyos nombres y apellidos figuran junto a sus respectivos pasaportes en el registro costarricense. Tampoco ha respondido las llamadas de este diario la portavoz de Arias Cañete en la comisaría europea de Energía y Medio Ambiente. Y los intentos de contactar con representantes de los Domecq en su cuartel general empresarial de Madrid han resultado igualmente infructuosos, como cuando este diario desveló hace dos años las conexiones de los Arias-Domecq con los paraísos fiscales de Panamá y las Antillas Holandesas así como con Costa Rica.

Oficialmente, Corporación Bilares se disolvió a finales de 2013, según el boletín mercantil de Costa Rica. No obstante, infoLibre no ha localizado en el Registro del país centroamericano ningún rastro de que la disolución se haya hecho efectiva.

En jaque

Bilares constituye el escalón último en el entramado societario internacional que durante una década ha puesto en jaque a los Arias-Domecq ante la Hacienda española por las maniobras de Angelmo para deducirse los intereses de un supuesto macropréstamo (hoy serían unos 730.000 euros) concedido por la compañía costarricense en 1997 para reformar una nave de Fuenlabrada y que, según la Agencia Tributaria, solo existió sobre el papel. 

Es el Registro Mercantil de Holanda el que acredita que Corporación Bilares fue propietaria última de Angelmo International y de buena parte del entramado societario que a través de la neerlandesa Havorad BV capitanea Miguel Domecq Solís, hermano de la esposa de Arias Cañete, Micaela Domecq Solís. El hilo societario era como sigue: Corporación Bilares poseía al 100% la antillana Gold Lion, que a su vez era dueña al completo de Havorad BV. Havorad dominaba al completo la panameña Angelmo y mantuvo su dominio cuando esta última sociedad se transformó en española.

La cara visible de Havorad es la de Miguel Domecq Solís, cuñado y amigo de Miguel Arias y su antiguo socio de cabecera. Tanto él como su hermana Micaela, esposa del eurocomisario, tenían poderes en otra sociedad panameña, Rinconada Investments Group, creada en 2005 y que abrió cuenta en Suiza, como han desvelado los medios asociados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (icij, por sus siglas inglesas) en lo que ya se conoce como Los papeles de Panamá.

Según El Confidencial, Micaela Solís se acogió además a la amnistía fiscal aprobada en un Consejo de Ministros en el que participó su marido, entonces ministro de Agricultura.

La esposa, los hijos, los nietos, “un individuo español”

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Cañete se ha negado hasta la fecha a dar explicaciones sobre la posición de su esposa, y lo ha hecho alegando que ambos poseen separación de bienes. El eurocomisario y exministro tampoco ha accedido nunca a confirmar o desmentir si alguna vez ha participado en el capital de Havorad BV, localizada en un país oficialmente ajeno a los paraísos fiscales -Holanda- pero que en la práctica constituye una de las grandes puertas de entrada a territorios de evasión fiscal.

Las cuentas de Havorad BV correspondientes a 2007 introducen el siguiente texto: “Por escritura notarial fechada el 20 de agosto de 2007, las acciones de la compañía han sido transferidas”, sin que el texto haga referencia a los términos exactos de ese traspaso de títulos. A renglón seguido, añade esto: “La compañía considera que el señor Domecq Solís [en referencia a Miguel Domecq], su esposa y sus hijos son los accionistas”.

Las cuentas de 2011 y las de 2012 sitúan a Miguel Domecq “y sus nietos” como accionistas. Y las de 2013, registradas en julio de este año, dicen en cambio lo siguiente: “Las acciones de la compañía son propiedad principalmente de un individuo español”. Los papeles obtenidos esta semana por infoLibre en el registro holandés indican que la memoria anual de Havorad BV sobre 2014 aún no está disponible.

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