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La XII Legislatura

Rajoy acepta el encargo de formar Gobierno pero no se compromete a ir a la investidura

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El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha dicho sí al rey en esta ocasión... pero con condiciones. Huyendo del sí rotundo y evitando anticipar cuál va a ser el desenlace. "Me ha encargado que intente la investidura. Le he explicado que hasta el momento no cuento con los apoyos para ello, pero que acepto el encargo", avanzó. 

Así lo puso de manifiesto Rajoy este jueves en rueda de prensa en el palacio de La Moncloa tras reunirse durante una hora con el rey Felipe VI en Zarzuela. En primera fila de la sala de prensa, escoltaban al jefe de los conservadores la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamnaría, y la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal.

En la anterior ocasión, tras el 20D, Mariano Rajoy admitió haber declinado el ofrecimiento de Felipe VI puesto que no tenía apoyos para lograr ser investido.

Sin embargo, Rajoy no garantizó que vaya a presentarse a un pleno de investidura si no tiene los acuerdos necesarios para salir investido. "Eso sería anticipar el futuro", respondió a los periodistas en más de tres ocasiones. La celebración del pleno de investidura es lo que pondría en marcha el calendario hacia unas terceras elecciones, que se tendrían que celebrar dos meses después de dicho pleno, en caso de que no hubiese Gobierno

Tampoco la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, supo precisar si Rajoy va a cumplir el encargo del rey, tal y como establece la Constitución. Concretamente, el artículo 99.2 sostiene que "el candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara".

No obstante, Pastor fue bastante más clara que su jefe de filas admitiendo sin rodeos que Felipe VI había propuesto a Rajoy y que este había aceptado el encargo. Pese a la inisistencia de los periodistas, Pastor no se atrevió a proponer una fecha aproximada para una eventual investidura. Dijo que iba a hablar con el candidato para ver qué plazo necesita para llegar a un acuerdo a fin de lograr un Gobierno estable.

En la pasada legislatura, cuando Sánchez fue propuesto por el rey, desde el PP se presionó para que se fijara una fecha. El 12 de febrero, diez días después de la decisión del monarca, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, reprochó al por entonces presidente del Congreso, Patxi López, no haber convocado aún el debate de investidura, y registró un escrito que le remitió en el que le pedía de nuevo que convocase dicho debate para el 22 de febrero.

"Ha llegado la hora de que se retrate y diga cuándo va a ser el pleno, que fije la fecha y que la fije de forma inmediata y cuanto antes. El resto es incumplir la Constitución y el Reglamento del Congreso. No valen excusas", añadió el portavoz de los conservadores en el Congreso.

Dos opciones

Fuentes de la Presidencia del Gobierno sólo se atrevieron a garantizar que Rajoy se someterá al voto de los diputados si sabe que va a salir victorioso. De lo contrario, subrayaron, pueden ocurrir dos cosas: que se presente o que dé plantón a la Cámara.

Antes de anunciar que seguirá intentando buscar apoyos, Rajoy sostuvo que había transmitido al rey de que "tras siete meses de interinidad todos los partidos políticos tenemos una responsabilidad. Yo el que más, pero todos también tienen que colaborar para evitar que se repitan las elecciones". "No nos podemos permitir una nueva legislatura fracasada ni una nueva frustración", destacó el jefe de los conservadores.

Posturas muy alejadas

Horas antes, el rey había recibido en el Palacio de la Zarzuela, por separado, a los otros líderes de los partidos más votados. Y pudo comprobar que nada se ha movido desde el 26J. Ni Albert Rivera (Ciudadanos), ni Pablo Iglesias (Unidos Podemos), ni Pedro Sánchez (PSOE) dieron alguna pista de que el panorama estaba despejado. A Felipe VI le había quedado claro que Rajoy sólo puede contar con los 137 diputados de su grupo parlamentario y con la abstención de Ciudadanos en la segunda de las votaciones de la investidura, donde ya basta con mayoría simple.

Por parte de Ciudadanos, Rivera mantuvo tras ver al rey que su escenario ideal es un Gobierno de gran coalición integrado por PP, PSOE y por su partido, pero sin Mariano Rajoy al frente. C´s, pues, volvió a poner el foco en que el jefe de los conservadores entregue su cabeza.

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Pero Rivera, dijo, tiene un 'plan B'. Un plan que pasa por que Ciudadanos se abstenga y Rajoy gobierne en minoría. Pero un plan que pasa también por que el PSOE también se abstenga.

Pedro Sánchez, por su parte, insistió hasta la saciedad en que debe ser Rajoy quien gobierne y quien dé los pasos para desbloquear la situación. Y no fue nada claro sobre si pretende intentar articular y liderar una alternativa de izquierdas si Rajoy fracasa. 

La idea que quedó tras escuchar a Sánchez en rueda de prensa es que primero Rajoy tiene que someterse al escrutinio del Parlamento y después ya se verá. En el PP están convencidos de que el PSOE quiere que el presidente del Gobierno en funciones pase por el trance de fracasar en el pleno de investidura, el mismo que pasó Sánchez.

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