La XII Legislatura
Sánchez afronta su reunión con Rajoy decidido a votar contra su reelección y a no negociar con el PP
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se reunirá este martes con Mariano Rajoy por segunda vez desde el 26J. En el equipo del presidente del Gobierno en funciones aseguran que Rajoy asiste a esa cita "sin líneas rojas, dispuesto a escuchar todas las peticiones y a ceder en lo que sea necesario", pero lo cierto es que el dirigente conservador se encontrará enfrente con un Sánchez que ya tiene dos decisiones tomadas: votar en contra de su investidura y no entablar una negociación con el PP.
La primera cita entre Sánchez y Rajoy después de las generales se celebró el pasado 13 de julio. El encuentro duró hora y cuarto, y se saldó con la confirmación del "no" del secretario general del PSOE al líder del PP. El socialista subrayó que los conservadores no pueden contar con sus 85 escaños "ni para un Gobierno de gran coalición", ni para pactar "un programa de legislatura", ni para ayudarles en la investidura a recorrer el tramo que va de los 137 escaños del PP a los 176 que marcan el listón de la mayoría absoluta. Ninguna colaboración.
Desde entonces han pasado casi tres semanas, pero la dirección socialista se mantiene firme: las fuentes consultadas garantizan que no habrá, por ejemplo, una comisión negociadora que se siente a la mesa con los conservadores, y subrayan que la decisión de rechazar la reelección de Rajoy está tomada desde el Comité Federal del 9 de julio. En las próximas semanas tampoco está prevista ninguna nueva reunión del máximo órgano entre congresos del PSOE en la que pudiera revisarse esa posición, según afirman en Ferraz y en federaciones socialistas.
Presión para que Rajoy se presente
Así pues, fuentes socialistas destacan que Sánchez acude a la reunión de este martes para obtener "respuestas" a los "principales interrogantes" que deja la posición del líder del PP de cara a la confirmación de un nuevo Gobierno. En el PSOE critican la actitud de "ambigüedad" de Rajoy y las "contradicciones" en las que han incurrido dirigentes conservadores en torno a si el presidente en funciones, tras aceptar ser designado por el rey candidato, irá a la investidura o si tratará de escapar al debate en el Congreso. Los socialistas quieren que garantice que será así.
Para ello, en Ferraz añaden que Sánchez le planteará "directamente" hasta ocho preguntas. De ellas la mitad buscan precisamente conocer si el candidato conservador asumirá o eludirá los efectos de su designación –el líder del PSOE, por ejemplo, quiere saber si Rajoy si "asumirá en todo caso" ir a la investidura o si "rechazará la encomienda del rey" en caso de carecer de apoyos– y aclarar los plazos de la investidura –"¿Ha fijado ya la fecha junto a la presidenta del Congreso? ¿Qué plazos contempla para someterse a la investidura?", la preguntará el socialista–.
Por último Sánchez preguntará a Rajoy si "está abierto" a pactar con los "nacionalistas conservadores" para la investidura y sobre cuestiones de la vida parlamentaria mientras el Gobierno esté en funciones. En concreto, si el Congreso podrá "controlar la gestión del Gobierno", si el líder del PP "comparecerá" cuando sea firme el auto de procesamiento a su partido por el borrado de los discos duros de Bárcenar y si sus 137 diputados permitirán una comisión de investigación sobre el caso Fernández Díaz y las maniobras del ministro del Interior para, presuntamente, perjudicar a los independentistas catalanes.
PSOE y C's se pasan la pelota
Mientras tanto, los socialistas y Ciudadanos se acusan mutuamente de bloquear la situación. Este mismo lunes Albert Rivera, presidente del partido naranja, sostuvo que si el PSOE rechaza la investidura de Rajoy habrá un "bloqueo" que "llevará a unas terceras elecciones". Rivera agregó que "los dos partidos que pueden desatascar la situación" son PP y PSOE, y que deben dejar de "darse la espalda", y en especial reclamó a los socialistas que modifiquen su posición. "Esos partidos que dicen que no quieren terceras elecciones se tendrán que abstener", advirtió el dirigente.
Las presiones al PSOE también llegaron desde las filas del PNV. El lehendakari Iñigo Urkullu manifestó este lunes que Pedro Sánchez sólo tiene "dos opciones" para evitar una nueva repetición de los comicios: facilitar un Gobierno del PP o presentar su propia candidatura.
En la ejecutiva del PSOE hacen caso omiso de estas voces. Un miembro de la dirección asegura que el partido no va a modificar su posición de rechazo total al PP y que todos los esfuerzos pasan ahora por "presionar a Rajoy para que vaya a la investidura". Estas fuentes acusan a los conservadores de "chantajear" a los grupos de la oposición con el riesgo de una "parálisis total" en ausencia de Gobierno y de "utilizar las instituciones con fines partidistas", e instan al candidato del PP a que ponga fecha "cuando antes" a su debate de investidura, aunque sin muchas esperanzas: "No parece que el PP vaya a hacer nada hasta septiembre", comentan.
Además, en el círculo más próximo a Pedro Sánchez creen que la presión debería estar sobre Ciudadanos, no sobre el PSOE, porque el viraje del partido de Rivera al "sí" a Rajoy sería la clave que acercaría a los conservadores a la investidura. Juntos, PP y Ciudadanos sumarían 169 escaños. Eso sí, los dirigentes cercanos a Sánchez aseguran que ni en esa hipótesis pasarían los socialistas a la abstención, de modo que se opondrían a la investidura sus 85 diputados y los 71 de Unidos Podemos y el resultado final dependería de los grupos nacionalistas e independentistas.
En las federaciones habitualmente alejadas de Sánchez, el análisis no es muy distinto. Un dirigente del PSOE andaluz comenta que el voto en "primera y en segunda ronda" a Rajoy está "decidido, y es un no". En el territorio de Susana Díaz prevén "un agosto tranquilo" donde los "acontecimientos evolucionen" lejos de "los focos de los medios", y centran la atención sobre el PP –"Rajoy tiene que presentarse, y no pasa nada si no sale elegido a la primera", dice un cargo cercano a la presidenta andaluza– y Ciudadanos, porque hasta que Rivera no esté dispuesto a votar a favor de Rajoy ven muy complicada su reelección.
De la dirección federal socialista no esperan movimientos por ahora. La consigna de los críticos con Ferraz es "dejar hacer al secretario general". Y sólo si Rajoy fuera a una tercera votación de investidura, añaden, se plantearían si es necesario un nuevo Comité Federal que evalúe nuevamente la hoja de ruta del PSOE.
Felipe González no altera el "no" a Rajoy
En el PSOE, de todos modos, no han cesado por completo las voces en distintas direcciones. Se sigue escuchando tanto a quienes piden a Sánchez un paso al frente para intentar formar Gobierno –la última en insistir, este mismo lunes, fue la presidenta balear Francina Armengol– como a quienes abogan por una abstención ante Rajoy. En ese último grupo está el expresidente Felipe González, para quien "se debe dejar formar Gobierno" a Rajoy "incluso si no se lo merece", según afirmó en una entrevista con el diario argentino Clarín.
Sin embargo, en la dirección del PSOE aseguran no atender ni a uno ni otros. "Más les valdria guardar silencio", comenta un cargo de la ejecutiva, que añade: "La de Felipe es una opinión personal. Claro que es una persona importante en el partido por quién ha sido, pero es una opinión que es suya. El Comité Federal ya decidió". En el PSOE andaluz también dan "por descontado" que "no será la última vez" que el expresidente pedirá la abstención. "Ni es la primera ni será la última, pero no va a cambiar la posición del partido, no cambia nada", comenta un cargo próximo a Susana Díaz.
En público, el portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, afirmó este lunes en la SER que respeta "muchísimo" las palabras de González, pero remarcó que todos los dirigentes socialistas acordaron votar contra Rajoy en el Comité Federal y que esa posición está "ratificada". Votar "no", agregó López, es "lo más normal", mientras que una abstención de los 85 parlamentarios del PSOE para permitir la reelección de líder conservador sería "sencillamente contra natura".