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El futuro del PSOE

La gestora del PSOE no descarta excluir a las bases del PSC de la elección del secretario general

Los miembros de la comisión PSOE-PSC, este viernes en Ferraz.

Ibon Uría

El secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, aseguró este viernes que, en su "opinión", queda "aparcada" la "amenaza" de que las bases del partido catalán no puedan votar al próximo secretario general del PSOE. El responsable de Organización de la gestora del PSOE, Mario Jiménez, subrayó en cambio que no puede "anticipar ninguna posición" sobre el debate orgánico. Ambos comparecieron en la sede socialista de Ferraz tras la primera reunión de la comisión bilateral PSOE-PSC para revisar la relación entre las dos formaciones.

El pasado 14 de noviembre, el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, acordaron la creación de esta comisión para aplazar la posible ruptura entre sus partidos y rediseñar la relación que los une. Iceta calculó que deberían conocerse los resultados de este órgano en "unos dos meses", mientras que Fernández comentó que deseaba que todo se desarrollara "lo más rápido posible".

Tres días después, la gestora informó de la composición de la comisión. Por parte del PSC está integrada por Salvador Illa –secretario de Organización del PSC–, Antonio Balmón –veterano dirigente y alcalde de Cornellá– y Meritxell Batet –número uno por Barcelona el 26J y coordinadora de los diputados del PSC en el Congreso–. Por parte del PSOE están la eurodiputada Elena Valenciano, el exsenador extremeño Francisco Fuente y Mario Jiménez, responsable de Organización en la gestora.

Primera reunión

En su comparecencia ante los medios, Illa subrayó que la reunión de este viernes fue "muy franca" y "muy positiva", y que ambos partidos constataron su "voluntad de seguir caminando juntos", acordaron un "proceso de evaluación y actualización" en los "orgánico" y lo "político", y que constataron la "vigencia" de la Declaración de Granada pactada en julio de 2013. El dirigente catalán precisó que "primero" se hará la reflexión de carácter político y que "luego" habrá una "reflexión orgánica" con el "objetivo" de "consolidar" la relación entre el PSC y el PSOE.

Aunque recalcó que no puede "predeterminar" cuáles serán los cambios que se acuerden, sí dijo que los socialistas catalanes van a "defender" su participación en el próximo Congreso del PSOE, y que cualquier cambio que se acuerde en la comisión bilateral PSC-PSOE se deberá aprobar "en el Congreso del PSC", al menos en lo que a la formación catalana respeta. 

El portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez, en cambio, dejó más puertas abiertas. Preguntado por si cabe la posibilidad de que las bases del PSC no puedan votar al secretario general del PSOE, respondió: "Se ha constatado que efectivamente la relación [entre PSOE y PSC] es asimétrica y que evidentemente lo razonable era la simetría. Tendremos que buscar mecanismos para caminar juntos y ver cuál es la mejor manera de hacerlo. No quiero anticipar ninguna posición, hay que ser muy respetuosos con el proceso de diálogo que abrimos".

Cuestionado sobre en qué órgano se aprobarán los cambios resultantes del trabajo de la comisión, sostuvo que esa decisión también tiene que ver "con un proceso de diálogo" y que, en función de los cambios que se acuerden, se decidirá igualmente cómo "se articulan" y ratifican. "La materialización de ese tipo de cuestiones tiene una importancia relativa", sostuvo el dirigente de la gestora, quien dijo que lo "indispensable" entre PSOE y PSC compartan "lo político" y que se "clarifiquen" las posiciones en torno a la Declaración de Granada, toda ve que a juicio del PSOE ha habido "interpretaciones de la realidad" de los socialistas catalanes que "no han conciliado bien" con el contenido de ese documento.

Discrepancias políticas

Precisamente en torno a las posiciones políticas de ambas formaciones y a su encaje con la Declaración de Granada también se constataron este viernes algunas diferencias en las palabras de los representantes de PSC y PSOE. Salvador Illa puso en valor el texto porque ofrece un marco "muy vigente" para "la configuración territorial y el encaje de Cataluña en España", pero agregó que el documento es válido "sin menoscabo" de que en el proceso de "debate" de la comisión bilateral pueda llegarse a un acuerdo para "actualizar" la citada declaración.

Mario Jiménez, en cambio, defendió Granada como "el punto de llegada" del PSOE en el debate sobre la cuestión territorial y agregó que el documento "también fue para el PSC" un punto de llegada, al menos en el pasado: "El PSC participó en ese proceso de discusión interna" y "se comprometió a que Granada era ese espacio que compartíamos de cara a la reforma constitucional", dijo Jiménez, quien aseguró que aunque en la "agenda social, laboral y económica" la coincidencia entre Ferraz y la calle Nicaragua de Barcelona es "del 99,9%", ha habido "algunas posiciones" del PSC que implican un "falló de interpretación" de la declaración.

El PSC y el PSOE coinciden en que el proceso de revisión de sus relaciones no puede prolongarse en exceso. Para Illa, sigue vigente el horizonte temporal de dos meses que marcó su primer secretario, Miquel Iceta, cuando se acordó la constitución de la comisión bilateral. Para Jiménez, el proceso se tiene que hacer "bien" pero "rápido". El órgano de discusión no tiene por ahora marcadas en la agenda sus próximas reuniones.

Crisis por el 'no'

El detonante de la actual crisis entre PSOE y PSC –formaciones independientes unidas por un protocolo de colaboración que data de 1978– fue la decisión del Consell Nacional del partido catalán de ordenar a sus siete diputados votar contra la investidura de Rajoy, desoyendo la resolución del Comité Federal del PSOE que estableció el no en primera ronda y la abstención en segunda. Sectores del PSOE subrayaron que el PSC no podía participar en la toma de decisiones y después incumplir lo acordado por la mayoría.

Por eso la mayoría de los miembros de la gestora del PSOE quieren que los socialistas catalanes pierdan el derecho a voto en el Congreso Federal del PSOE y en el Comité Federal, aunque lo mantendrían en las primarias para elegir candidato a la Moncloa. Según fuentes consultadas por infoLibre, las federaciones que lideraron la revuelta contra Sánchez –salvo la Comunitat Valenciana–, son las mismas que quieren modificar el protocolo PSOE-PSC, un cambio que beneficiaría previsiblemente a Susana Díaz.

La presidenta de la Junta de Andalucía es, de hecho, la más "empeñada" en dejar fuera de la futura batalla orgánica al PSC, aunque por ahora el conflicto se ha calmado. Díaz se reunió con Iceta la semana pasada, y éste le prometió la "neutralidad" de su partido en las primarias y remarcó su perfil más conciliador. Fuentes de los socialistas catalanes insisten en que el actual protocolo [ver en PDF] ha funcionado "razonablemente bien" y que sacar al PSC de los órganos federales sería tanto como "cargarse" su discurso.

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Iceta pide mantener el vínculo 

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, hizo por su parte declaraciones en Barcelona durante el transcurso de la reunión: "Vamos a mejorar la relación, no a hacerla más lejana. Nuestra determinación es mantener, mejorar y profundizar la relación", dijo. Iceta agregó que su voluntad es que "muy rápidamente" se pueda "dar por solucionado este problema". Además, aseguró que nadie le ha planteado que se vaya a impedir a los militantes del PSC votar al próximo secretario general del PSOE.

Horas antes de la reunión de este viernes, la eurodiputada Valenciano afirmó por su parte en TVE que el PSOE quiere "ajustar" la relación con el PSC y evitar que se rompa. Agregó que la intención es "tratar de seguir juntos", pero también insistió en que "ha habido un conflicto de legitimidad entre PSOE y PSC que no puede volver a suceder". Además, negó que el objetivo de reevaluar las relaciones entre ambos partidos sea quitar a los militantes del PSC la posibilidad de votar en las primarias del PSOE.

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