El histórico mal perder de la derecha patria
Lo de Brasil, el asalto al Congreso, era casi hasta de prever, viendo el precedente de la ocupación del Capitolio en Estados Unidos hace exactamente dos años por una turba de partidarios de Trump, que como su colega y camarada Bolsonaro puso en cuestión la victoria de su adversarios políticos en unas elecciones democráticas.
Echando mano de la perspectiva histórica, ese es el comportamiento de la derecha extrema en nuestro país desde que los historiadores de su cuerda dieron por amañados los resultados de las elecciones de febrero de 1936 que trajeron como consecuencia el triunfo del Frente Popular. Por si eso ocurría, como ocurrió, ya se estaba preparando el golpe militar que cinco meses más tarde, en connivencia con la Italia fascista, desencadenó una crudelísima guerra, resuelta por los vencedores con una dictadura al estilo de las que fueron motivo de la Segunda Guerra Mundial.
Ya en el periodo democrático vigente, bastó la posibilidad más que previsible de una victoria del Partido Socialista en los comicios de 1982 para que se intentara un golpe de Estado en febrero de 1981, sobre cuyas interioridades aún no tenemos toda la información, pero que achantó al partido de Pablo Iglesias Posse, dejando un tanto reducidas las promesas del Cambio.
Aún tenemos a una izquierda a la izquierda del PSOE que se permite la frivolidad de mantener las dudas sobre si concurrir a la triple convocatoria electoral del año en curso haciendo frente común contra ese historial y ese presente de la derecha patria
Ya en el siglo actual, pretendió la derecha ganar unas elecciones mintiendo a la ciudadanía sobre los atroces atentados del 11 de marzo de 2004 y, como su nauseabunda falacia comportó su derrota, mantuvo una oposición propia de un partido de bronca y algarada permanente, que nunca llegó a disculparse por haber mentido sobre una tragedia que costó casi 200 muertes y centenares de heridos.
Llegamos así hasta la legislatura en curso, durante la cual se reprodujo esa actitud con el refuerzo del partido de extrema derecha que ha venido a radicalizar la estrategia del Partido Popular, llegando a desligitimar al actual gobierno de coalición y descalificando a su Presidente.
Y con ese currículum, tan poco ejemplar democráticamente, aún tenemos a una izquierda a la izquierda del PSOE que se permite la frivolidad de mantener las dudas sobre si concurrir a la triple convocatoria electoral del año en curso haciendo frente común contra ese historial y ese presente de la derecha patria.
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Félix Población es periodista y escritor. Su último libro es 'La memoria nombrada' (Ed. El viejo topo, 2018).
