MERCADO DE TRABAJO
Báñez presume del éxito de una reforma laboral que la oposición ve “campeona de la precariedad”
Nunca una realidad tan apabullante como los seis millones de parados españoles tuvo dos relatos tan contrapuestos. “España es ahora más competitiva y más fiable en los mercados internacionales, el viento ha cambiado gracias a la reforma laboral”, resumió ayer la titular de Empleo, Fátima Báñez, en el Congreso, adonde acudió para explicar los resultados de la Ley 3/2012. La oposición, por el contrario, fue unánime a la hora de reprochar a la ministra su “autocomplacencia”, su “alejamiento de la realidad” y el uso de datos “empíricamente incomprobables” cuando no directamente “manipulados”.
Báñez explicó ante la Comisión de Empleo el informe de 160 páginas que sus técnicos y los del Ministerio de Economía han elaborado para evaluar el primer año de aplicación de la reforma laboral. Y que la OCDE examinará antes de acabar el año. En ese documento no hay ni un solo dato negativo. “El mercado de trabajo funciona ahora mejor que hace un año”, presumió la ministra.
Es más, pese a “la acumulación de siete meses de recesión, la aceleración de la caída del crédito, y la reducción de casi 400.000 empleos en el sector público”, un escenario perjudicial difícilmente superable, la reforma no sólo ha contenido el aumento del paro y frenado la reducción de empleo, sino que además ha mejorado la flexibilidad del mercado laboral”, se lee en el informe. También, añadió Fátima Báñez, ha reducido la temporalidad, aumentado la contratación indefinida y dinamizado la negociación colectivaaumentado la contratación indefinida. Gracias a ella, incluso ha disminuido el absentismo laboral injustificado.
“El cambio de rumbo ya está hecho, el camino ya está marcado: la reforma laboral ha creado una nueva cultura del empleo en España”, aseguró la ministra, y eso que la ley sólo lleva en vigor 18 meses.
Para demostrar el éxito de la reforma, Báñez esgrimió la pujanza del sector exportador español. De hecho, comenzó su exposición aludiendo a los puestos de trabajo que va a crear la multinacional Ford en Valencia. Después mencionó a Renault, Nissan, Opel, Seat, la farmacéutica Lilly, la japonesa Fujitsu… todas ellas atraídas por la mayor competitividad de la economía española que ha conseguido la reforma laboral. Según dijo, el sector exportador ha sido el “laboratorio de prueba” de la Ley 3/2012. La ministra aventuró que, una vez España vuelva a crecer, los buenos resultados de la reforma laboral en las empresas exportadoras se extenderán al resto de los sectores.
No fue su única predicción. También adelantó que la reforma laboral va a permitir a la economía española empezar a crear empleo con un crecimiento del PIB del 1%, en lugar de tener que superar el 2% como ha ocurrido hasta ahora.
Panorama desolador
“Con unos datos tan desoladores como los seis millones de desempleados, una tasa de paro del 26%, del 56% entre los jóvenes, por encima del 30% en Andalucía, Extremadura, Canarias y Castilla-La Mancha, y 1,8 millones de familias con todos sus miembros sin trabajo… francamente, no veo por ninguna parte síntomas de éxito que justifiquen el tono de su intervención”, le espetó a Báñez el diputado de UPyD Álvaro Anchuelo.
Los diputados de la oposición coincidieron en censurar lo que consideraron un triunfalismo sin fundamento de la ministra, cuando la reforma laboral ha resultado ser la “campeona de la precariedad y la desprotección” del trabajador, en palabras de la diputada de Geroa Bai Uxue Barkos.
Lo que Báñez no dijo
El portavoz de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, le reprochó que ocultara la destrucción de 800.000 empleos durante el último año, también que en su exposición hubiera silenciado la caída de la población activa. O que el informe niegue la existencia de “movilidad exterior” aduciendo que los jóvenes de 15 a 25 años no se marchan de España. “Los que emigran son jóvenes con formación superior de 25 a 35 años”, le recordó. Igualmente desecha el ministerio el efecto desánimo en el retorno de emigrantes a sus países de origen: “Si no es por desánimo, entonces ¿por qué se marchan?”. “La reforma laboral ha sido un fracaso en sus objetivos declarados, pero ha triunfado en los ocultos”, concluyó.
La portavoz del PSOE, Concha Gutiérrez, abundó en los olvidos de Fátima Báñez. En el descenso de 10 puntos en la cobertura de las prestaciones por desempleo, en la reducción a la mitad de los recursos destinados a formación o en la caída de los beneficiarios del plan Prepara –400 euros para quienes han agotado el resto de las ayudas– por el endurecimiento de las condiciones de acceso.
Rebajas salariales
También fueron unánimes las críticas a la ministra por el deterioro de las condiciones laborales que, según destacaron los portavoces, ha traído consigo la reforma. Lo que para Báñez es una elogiable moderación salarial, para los grupos parlamentarios es una devaluación de los salarios del 7% que está produciendo una “deslocalización asiática pero interna”, resaltó el diputado del PNV Emilio Olabarria, tras acusar a la ministra de “desfigurar” los resultados de la reforma apuntando sólo a las grandes multinacionales.
El portavoz del grupo vasco recriminó a Báñez su “apología” de los contratos a tiempo parcialcontratos a tiempo parcial. “También son empleos”, había defendido antes la ministra. Para Olabarria, en cambio, que la reforma laboral permita añadir horas extraordinarias a los contratos a tiempo parcial tiene el efecto indeseado de convertirlos en sustitutos de los de jornada completa.
Aunque el diputado de CiU Carles Campuzano fue más atemperado en sus reparos, dejó claro que sólo un “acto de voluntarismo” le permitiría creer que la reforma laboral ha evitado la destrucción de 225.800 empleos, como asegura el informe, y redujo a “intuiciones” –“el tiempo lo dirá”– la posibilidad de que se cree empleo con sólo llegar al 1% de crecimiento del PIB.
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Ciencia ficción
A las críticas, Báñez respondió negando que las bajadas salariales estén siendo impuestas por los empresarios a los trabajadores. “Son pactadas y para mantener el empleo”. También desmintió que el Gobierno tenga una “estrategia deliberada para conseguir una bajada estructural de los salarios” que aumente la competitividad. Rechazó igualmente que la reforma haya judicializado los despidos.
A su juicio, los reproches de la oposicion, además de “injustos”, conforman un “relato catastrofista”. “Es una barbaridad que digan que la reforma laboral ha traído menos empleo y más precariedad”, se quejó. Incluso llegó a preguntar a la diputada socialista si procedía “de Marte”. Antes, tanto Olabarria como Coscubiela le habían recriminado a Báñez su gusto por la “ucronía” –una utopía aplicada a la historia, un relato de ciencia ficción en el que se dan por supuestos acontecimientos que no han sucedidoؘ, según la Real Academia–. Se referían a los 225.800 despidos que, según una fórmula econométrica del Ministerio de Economía, la reforma laboral ha salvado.