RTVE
Los trabajadores de RTVE piden encargarse de la transmisión en la proclamación de Felipe VI
Los Consejos de Informativos de RTVE quieren que la Corporación se encargue de transmitir los actos de proclamación del principe Felipe. Así lo demandan en un comunicado que titulan RTVE debe producir la retransmisión de la proclamación de Felipe VI. En el documento, los representantes de informativos "manifiestan su más enérgica protesta por la decisión de la Mesa del Congreso de los Diputados de rechazar que sea RTVE la encargada de producir la señal televisiva de la proclamación de Felipe VI, optando por que lo haga, en su lugar, una empresa privada.
El hecho de que esa empresa, Telefónica, sea la adjudicataria de un contrato para cubrir las actividades ordinarias del Congreso "no debe servir de excusa para postergar a la radiotelevisión de todos los españoles –a la que la ley encomienda la gestión del servicio público– en la cobertura de un acto extraordinario de carácter histórico y de excepcional interés informativo".
Los Consejos de informativos se refieren, más adelante, a la cualificación profesional de los trabajadores de la Corporación: "A lo largo de su historia RTVE ha demostrado que que tiene los medios y los profesionales apropiados para afrontar la retransmisión de un evento de esta magnitud, y cuya imagen se reproducirá en televisiones de todo el mundo. Hoy sigue estando en la vanguardia profesional, tanto humana como tecnológicamente. Y lo hace como servicio público que pertenece y se debe a los ciudadanos, que son los que la sufragan con sus impuestos".
Tras ofrecer su respaldo a "cualquier iniciativa que tome la presidencia de la Corporación para recuperar la ejecución de un servicio público que nunca debió de habérsele arrebatado a RTVE", terminan su escrito afirmando el apoyo a su iniciativa por parte del Comité Intercentros, quién ha convocado concentraciones de protesta ´para el próximo martes.
UGT de RTVE inició la denuncia
La primera denuncia procede del sindicato UGT de RTVE, que es el más votado en la Corporación, aunque no tiene la mayoría. En sendos comunicados, emitidos entre el martes y el jueves, mostraba su indignación por que no fuera la televisión pública estatal la que se encargara de producir la señal del acto del día 19 en las Cortes. Así encabezaba uno de sus escritos: "De atentado contra lo público hay que calificar la decisión unánime de la Mesa del Congreso para dejar a RTVE fuera del acto institucional de mayor relevancia desde los años de la Transición, la proclamación de Felipe VI. Una decisión que refleja con meridiana claridad que en su visión de esta sociedad no cabe la radio Televisión pública que ampara nuestra Constitución".
Este sindicato justificaba su denuncia al afirmar que ésta no es sólo una decisión ilegítima porque no representa a la sociedad, sino también por ser "un atentado en toda regla al sentido común a la hora de gestionar nuestros dineros, los de todos". "Esta es una decisión –añadía– que llama la atención junto a la tan anunciada austeridad de la proclamación del rey, quizá la rentabilidad para los artífices de esta decisión consista en desprestigiar y condenar a RTVE, que los españoles se pregunten para qué la quieren si no les vale para ofrecerles los grandes actos...". Ya el mismo jueves, la sección sindical de CCOO se sumaba a las razones aportadas por UGT y reivindicaba también que la Corporación se hiciera cargo de la transmisión.
Razones en contra
La polémica parte de la negativa unánime de la Mesa del Congreso a la oferta de RTVE para producir la señal. Una unanimidad basada en el contrato que dicha institución mantiene con Telefónica Servicios Audiovisuales para transmitir y grabar las señales de plenos, comisiones y ruedas de prensa oficiales. El contrato –que antes tuvieron Mediapro o la Universidad Complutense– es similar al que tienen los distintos parlamentos autonómicos, y se basa en la exigencia de ofrecer imágenes y sonido de la actividad parlamentaria a todos los medios sin exclusiones, y hacerlo sin perturbar la normal actividad de dichas instituciones.
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De este modo, la empresa (pública o privada) ofrece una señal realizada, limpia, y neutra. Realizada, esto es, el resultado de la mezcla de las imágenes, suministradas por las distintas cámaras, que decide el realizador; limpia, sin rotulos ni sonidos distintos al original; por último, ha de ser neutra: las cámaras actúan como notario que da fe de lo que ocurre, poniendo el foco en los protagonistas del orden del día y con planos generales del conjunto sin excesivas personalizaciones. En este tipo de transmisiones no caben imágenes –que con frecuencia captan fotógrafos de los distintos medios– de diputados distraídos con otras ocupaciones que no sean las estrictamente parlamentarias.
Esta señal suele ser complementada por las grandes cadenas con personalizaciones de sus redactores en los lugares autorizados por la presidencia, y con imágenes obtenidas en salas o pasillos donde sí está permitida la presencia de cámaras ajenas a las previamente contratadas. En el caso del Congreso de los Diputados, TVE –o cualquier otra televisión acreditada– puede grabar en pasillos, patio, entradas, y en ciertas salas, así como en los alrededores y puertas; nunca en el hemiciclo durante los plenos, ni en la sala denominada Escritorio durante las ruedas de prensa oficiales de los portavoces de los grupos.
Con todo ello, y salvo que la Presidencia del Congreso revocará el acuerdo de la Mesa, la transmisión que se verá en las televisores será la siguiente: acto de proclamación del rey en el hemiciclo, servido con señal realizada, limpia y neutra por Telefónica Servicios Audiovisuales; y recorrido de Felipe VI desde el Congreso al Palacio Real, con imagenes realizadas limpias y neutras, que pondrá a disposición de todos TVE. Además, las distintas televisiones podran personalizar con sus propios redactores y cámaras cualquier otro aspecto relevante, pero fuera de los lugares establecidos para las empresas que ofrezcan para todos los eventos antes nombrados.