Francia

La extrema derecha hace negocios en los ayuntamientos de Le Pen

Cartel electoral del Frente Nacional.

MARINE TURCHI (MEDIAPART)

Las últimas elecciones municipales permitieron al Frente Nacional, el partido de extrema derecha que lidera Marine Le Pen, tocar poder en muchas localidades francesas. En once de ellas tiene el bastón de mando y, por tanto, la obligación de gestionar el día a día de la ciudad, administrar las cuentas públicas, distribuir puestos, contratos y negocios. Y en esta tarea, el FN no se olvida de sus amigos. Más allá de la operación política, el resultado de las elecciones municipales también abre grandes oportunidades de negocio para la galaxia frontista.

En 1995, cuando el Frente Nacional sólo gobernaba en tres ciudades, Frédéric Chatillon, el antiguo líder del Groupe Union Défense –un colectivo de estudiantes de derecha radical– ya había creado la agencia de comunicación Riwal, a la que el Ayuntamiento de la localidad de Marignane, donde el FN ganó los comicios, encargó la elaboración de la revista municipal. Parece un detalle menor, pero era sólo el principio. Casi veinte años después, varias personas del círculo de Chatillon concurrieron en las listas del partido de Le Pen en Fréjus, localidad del sur del país, donde ahora gravita la fortaleza del Frente Nacional.

Fréjus (53.000 habitantes), gobernada por David Rachline, de 26 años y figura emergente dentro del FN, fue elegida por el partido de Le Pen para organizar una reciente reunión de sus cargos y también la universidad de verano de la formación, que se celebrará los días 6 y 7 de septiembre. Varias empresas cercanas a la extrema derecha están comenzando a hacer negocios en esta ciudad turística del departamento de Var. ¿Su punto en común? Todas fueron creadas coincidiendo con el ascenso del Frente Nacional en las últimas municipales. Un ejemplo es el de la agencia de comunicación y de organización de eventos La Patrouille, creada el pasado 25 de abril y que tiene como único cliente al Ayuntamiento de Fréjus. “Por ahora es el único contrato que hemos firmado, pero es un buen cliente”, dice a Mediapart su co-fundador, Romain Petitjean. Entre sus encargos ha estado organizar la Fiesta de la Música por 29.990 euros o producir espectáculos veraniegos con sesiones de DJ o espectáculos taurinos.

“La ciudad nos ha pedido que nos encarguemos de animar el verano. Intervenimos como una compañía independiente que propone espectáculos y a la que se remunera con las entradas que pagan los ciudadanos. Las entradas cuestan entre 20 y 30 euros porque hay que pagar al cabeza de cartel, el material, el montaje… Suelen acudir entre 2.000 y 3.000 personas por noche”, detalla Romain Petitjean. Además, esta agencia también se encargó de instalar pantallas gigantes y gestionar la animación durante los partidos del pasado Mundial de Fútbol en la plaza del ayuntamiento. El alcalde explicó que “empresas diversas y variadas” financiaron esta actividad, si bien no especificó cuáles.

Accionistas afines

En cualquier caso, esta empresa no ha llegado por azar a Fréjus. Sus accionistas son afines a la extrema derecha e incluso algunos de ellos trabajan en el Frente Nacional. Es el caso de Minh Tran Long, que aparecía entre los financiadores de la campaña presidencial de Marine Le Pen. Después de haber militado en el grupúsculo neonazi Fane, disuelto en 1980, se enroló después en la Legión Extranjera. Desde 2011 gestiona una empresa de organización de eventos que se llama Clicks and Apps (antes Crossroads). De carácter discreto –en la página web de La Patrouille aparece con el sobrenombre de Minh Arnaud– forma parte del entorno de Frédéric Chatillon, viejo amigo de Marine Le Pen.

La sede de La Patrouille está instalada en el mismo local en el que también tienen su domicilio oficial otras empresas de antiguos miembros del colectivo de estudiantes de derecha radical GUD. Allí, según describió el semanario Marianne, es donde se toman muchas de las grandes decisiones del partido. De hecho, allí suele acudir Marine Le Pen a reunirse con colaboradores lejos de las miradas de los periodistas.

El socio de Minh Tran Long no esconde que él también conoce a Frédéric Chatillon. Romain Petitjean también formó parte de grupos de scout vinculados a la extrema derecha. Además es hijo de un viejo dirigente del FN, Aymeric Le Gallou-Blanc. Cuando Mediapart le pregunta por su militancia política, declina responder. “Contesto sobre la empresa que dirijo, el resto no os importa”. Minh Tran Long llegó a Fréjus tras una llamada del alcalde, David Rachline “durante la campaña municipal”. “Nos conocemos. Me preguntó si me podía encargar de la gestión de los espectáculos durante la época estival. Entonces creó la agencia a toda prisa. “Supuse que iba a resultar elegido”, aseveró.

Por su parte, el regidor del FN afirma que la empresa fue la única que se presentó a la licitación. Los CV de sus dirigentes no le suponen ningún problema. “No me intereso por la historia política de unos u otros. La ciudad también tendrá que trabajar con viejos trotskistas o maoístas. Tran Long tiene la reputación que tiene, pero a mí eso no me interesa. Lo relevante es que aporta un verdadero valor añadido a los espectáculos que organiza”.  Pero la agencia y el alcalde tienen otros proyectos en marcha, si bien “no hay nada firmado”, precisa Romain Petitjean, que afirma, sin embargo, que la organización de ese tipo de eventos ha resultado deficitaria para su compañía. Asimismo, asegura que no se encargará de organizar la universidad de verano del FN.

Misteriosas compañías

En Fréjus también han hecho negocio otras misteriosas compañías. Para preparar sus Presupuestos, David Rachline echó mano de la gestora Financière des Territoires, una empresa creada el pasado 21 de marzo de la que no se conoce sede física y que tiene como domicilio legal un buzón de correos en un acomodado barrio de París. Tal y como reveló la revista Marianne, su presidente y único accionista es Clément Brieda. En internet no hay rastro visible de él y sólo se sabe que pertenece a la esfera frontista porque ha contribuido a la creación del programa económico del partido.

Las informaciones a las que ha accedido Mediapart revelan que los vínculos entre Clément Brieda y el FN son estrechos. Este consultor de 26 años, que trabaja en Deloitte, se mueve como pez en el agua en el partido de Le Pen bajo el seudónimo de Bastien Doutrelant. “Formaba parte del grupo de jóvenes y hace cinco años que le invité a participar en la comisión económica del partido”, confirma Bernard Monot, quien, en el pasado, también se movía por el partido con un seudónimo.

Director de campaña del eurodiputado Monot en las últimas europeas, y presentado en las universidades de verano del FN como “analista financiero”, Clément Brieda también participó en los talleres de formación de los candidatos frontistas. Este trabajo, según explica el gestor de las finanzas del PS, Jean-Richard Sulzer, Brieda lo realizó de forma benévola. Obvia, sin embargo, que, al tiempo, Brieda se estaba asegurando obtener contratos en ciudades gobernadas por el partido de Le Pen. La víspera de las elecciones municipales registró las consultoras Financière des Territoires y Strat'Pol'. Ninguna de las dos tiene oficina, ni teléfono, ni página web… sólo un buzón en un barrio de París.

Al poco de ser elegido, David Rachline requirió los servicios de Clément Brieda. En un primer momento pensó en la consultora Financière des Territoires para que auditara la deuda ciudad, si bien se echó a atrás tras la aparición en prensa de varias informaciones críticas al respecto. “La auditoría vendrá en un segundo tiempo, a principios de 2015”, explica ahora. Asegura no saber qué empresa la realizará. Demás, en la ciudad se rumorea que está a punto de cerrar un acuerdo con Strat'Pol', la otra compañía de Brieda, para que le preste asesoramiento político.

Operación "no muy discreta"

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“Su proyecto era crear una empresa para realizar labores de auditoría en varias ciudades”, señala Bernard Monot. La realidad es que Brieda se ha abierto paso en varias ciudades frontistas como Le Luc, en el sur del país. Un cargo del Frente Nacional admite que la operación, en la víspera de las municipales, no fue muy discreta. “No es lo óptimo. Quizá podría haberla creado tiempo antes y así no sería flanco de críticas”, asevera. Pero, ¿cómo eligió a esta empresa? El regidor responde: “Hizo la oferta y lo que proponía respondía a las necesidades de la ciudad. Como era urgente llegamos a un acuerdo en total conformidad con la Ley de Contratos”.

David Rachline se defiende de las acusaciones de enchufismo. “Conozco a Clément Brieda desde hace años y me parece una persona competente y digna de confianza. Pero eso no quiere decir que seamos amigos”.  La labores de asesoría de la Financière des Territoires costaron al Ayuntamiento de Fréjus 13.900 euros sin tasas, según datos del Consistorio. La conclusión de este trabajo es que el FN había heredado una situación financiera “calamitosa” y que había sido capaz de encontrar los 20 millones de euros que hacían falta para equilibrar el presupuesto, tal y como asegura el alcalde, David Rachline.

Algunos concejales de la oposición cuestionan esta elección “dudosa” y las competencias de Clément Brieda. “¿Por qué hay que contratar a sociedades parisinas? Hay empresas locales que podrían hacer ese trabajo”, denuncia el portavoz municipal de la UMP, Philippe Mougin. Critica cómo el Frente Nacional favorece a los suyos con contratos públicos. “David Rachline explicó que había sido elegido para poner fin al clientelismo del anterior alcalde [Élie Brun, de la UMP], pero está instalando un sistema clientelar a su manera, echando mano de sus amigos”, señala la socialista Elsa di Méo. A su juicio, lo que está haciendo es afianzar la falta de transparencia, cuando de lo que tendría que encargarse es de acabar con la herencia de los alcaldes del FN de los noventa”.

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