Tragedia del Madrid Arena

El Ayuntamiento insiste en que el Madrid Arena es “completamente seguro” tres años después

Vista de la zona del recinto Madrid Arena de Madrid, donde el 1 de noviembre de 2012 se produjo una avalancha que acabó con la vida de las cinco chicas.

"Este edificio es completamente seguro. Lo que no es seguro es que metamos a más gente de la que se puede meter". El jefe de Seguridad de Madrid Destino —empresa municipal responsable de este y otros centros públicos—, Raúl Valera, pretendía despejar con estas palabras las dudas en torno a la seguridad del Madrid Arena. En una visita al recinto con los medios de comunicación, él y Celia Mayer, delegada de Cultura, han insistido en que todos los informes solicitados por el Ayuntamiento confirman que el edificio está "en buenas condiciones". "Nunca se va a repetir una fiesta como la de hace tres años", ha prometido Mayer. 

La visita a las instalaciones este miércoles se produce a dos días del tercer aniversario de la fiesta de Halloween en la que murieron cinco jóvenes. El Ayuntamiento ha señalado que fue la falta de control en el acceso al recinto lo que generó la avalancha que causó las muertes, y no algún tipo de defecto estructural en el edificio. "La evacuación es suficiente para el aforo dentro de los usos de este edificio", ha afirmado Valera, que ha desplazado la responsabilidad del accidente al sobreaforo: "Todos sabemos lo que pasó allí". 

"El edificio era seguro entonces y es seguro ahora", ha afirmado Valera. Según el responsable de Seguridad nombrado por Ahora Madrid, las vías de evacuación del recinto son "más que suficientes" en los tres niveles del edificio, pista, cota 5 y cota 11. Ha señalado, además, que hay pistas que un sistema de pistas en anillo permiten que bomberos, policía y ambulancias puedan entrar a cualquier planta al recinto. Valera ha insistido en que la anchura de las pistas y las puertas supera la fijada por la normativa. "Hay accesos de sobra", ha zanjado.

Las nuevas medidas instauradas por el equipo de Ahora Madrid refuerzan precisamente el control del aforo, que se establce teniendo en cuenta el cálculo más restrictivo. A partir de ahora, el Ayuntamiento supervisará la venta de entradas a través de un sistema informático que hará de nodriza de las webs de venta que utilice cada empresa. El nuevo equipo quiere evitar así que se vuelvan a vender más entradas de las que permite el aforo, como ocurrió el 1 de noviembre de 2012 según las investigaciones del juez Palop. Este sistema comenzará a utilizarse a partir de junio, ya que no entraba en las condiciones del contrato del espectáculo que ocupará el espacio hasta entonces.

Valera ha aprovechado para negar que se produjera un sobreaforo durante el congreso de culturismo Arnold Classic Europe celebrado a finales de septiembre, y ha precisado que ni siquiera se celebraba en el Madrid Arena, sino en otro edificio del complejo de Casa de Campo. "La diferencia sustancial [entre el antiguo y el nuevo Gobierno] está en el control de aforo. Nunca se puede elevar el control de aforo de un edificio público a una promotora privada", ha criticado Mayer. 

El Consistorio también utilizará pistolas de lectura de códigos de barra o QR para llevar un conteo digital del número de asistentes. Esta decisión ha sido criticada por el PSOE, ya que en la macrofiesta de 2012 ya se usó este sistema, lo que no impidió que se superara el aforo permitido. "No hay un sistema de control de acceso homologado por la Comunidad de Madrid. Mientras no lo haya, utilizaremos este", ha explicado Valera a los medios. Los socialistas han criticado en otras ocasiones que las pistolas no son una herramienta digital, sino manual "sometida al error humano", y han solicitado la instalación de tornos o elementos similares. "Los tornos dificultan la salidad. Esto no es un estado de fútbol en el que la gente entra, se sienta y se va. Aquí no todos los espectáculos tienen el mismo modo de acceso", se ha defendido el responsable de Seguridad. 

El Ayuntamiento ha negado que en el recinto se hayan instalado cámaras de seguridad falsas, como recogía el lunes una información de El Mundo. De hecho, el pasado agosto, según Valera, se instaló una cámara en el vomitorio donde ocurrió la avalancha, que en 2012 contaba solo con una carcasa vacía, sin un dispositivo dentro. Sí ha admitido que se han suprimido ocho cámaras situadas en el exterior del edificio porque incumplían la normativa de protección de datos. "Cuando llegué me encontré con un procedimiento sancionador. Tuvimos que desconectar las que no cumplían porque grababan la vía pública", ha explicado el responsable de Seguridad, que niega que esto suponga un riesgo. 

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Valera también ha respondido a las críticas sobre la instalación sanitaria del recinto. En 2012, las jóvenes fueron atendidas en un cuarto utilizado como enfermería que carecía de agua corriente. El edificio sigue sin tener enfermería, pero el jefe de Seguridad defiende que no están obligados a instalarla: "Que yo sepa, en ninguna normativa se obliga a que la haya". Sí se cumple con la obligación de que el SAMUR esté presente en los eventos de gran afluencia (más de 2.000 personas), además de disponer servicio sanitario privado en el interior de la instalación. Estas medidas, según el Ayuntamiento, "superan con creces" la capacidad de una hipotética enfermería. "La enfermería es en las plazas de toros. Aquí los sanitarios pueden instalarse donde consideren", ha contestado Valera. 

Ahora Madrid ha empezado a impartir sesiones informativas al personal del Madrid Arena, una medida que ya aparecía en las propuestas de la comisión de investigación en torno al suceso. Valera ha asegurado que es él mismo quien forma a los empleados, que son instruidos sobre las funciones que deben desempeñar durante un evento y una posible evacuación. El jefe de Seguridad o un sustituto estará presente en todos los espectáculos de gran afluencia, según han anunciado. "Estamos tomando todas las medidas de seguridad que están a nuestro alcance", ha asegurado Valera. 

Pese a las medidas tomadas por el nuevo equipo, aún está en duda si el edificio cuenta con una licencia. El argumento del área de Urbanismo de Madrid Destino es que, según la ley del suelo de la Comunidad de Madrid, los edificios construidos según un plan municipal no necesitan licencia, por lo que la tienen "a todos los efectos". Durante la instrucción del caso, algunos expertos defendieron que esa cláusula se refiere solo al permiso de construcción, no de uso. Celia Mayer aceptó que hay "órdenes contradictorias y lagunas" en la normativa. "Hay un proceso judicial abierto [el juicio empieza el 12 de enero] y acataremos lo que diga la justicia", ha asegurado la delegada. 

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