Elecciones 20-D
El abrazo de Iglesias y Monereo: historia de una fotografía
Domingo 13 de noviembre. Caja Mágica, Madrid. Acto central de la campaña de Podemos. Ada Colau acaba de finalizar su discurso, al que sigue una ovación de las algo más de 10.000 personas que se han desplazado para ver el mitin. Es el turno de Pablo Iglesias, que se pone en pie, aplaude y abraza emocionado a la alcaldesa de Barcelona… Pero no sube al atril.
El líder de Podemos baja del escenario de un salto, quedándose en las primeras filas, donde está la dirección del partido, los periodistas y los invitados. Iglesias corre a saludar a uno de ellos. Todas las cámaras disparan hacia el mismo objetivo: ha bajado a abrazar a Manuel Monereo, histórico dirigente de Izquierda Unida, que está presenciando el evento en primera línea, y al que ha definido en más de una ocasión como su “padre político”.
La imagen es significativa de lo que ha ocurrido en los últimos meses en la izquierda. El saludo lo presencian, a escasos metros, dirigentes de Podemos y su órbita, como Ahora Madrid o Convocatoria Por Madrid, que hasta no hace mucho ocupaban asientos en IU, ya fuera a nivel interno o en instituciones.
Se trataba entre otros de Hugo Martínez Abarca –diputado autonómico de Podemos en Madrid y exmiembro de la dirección federal de IU–, María Espinosa –también diputada regional de la formación morada, antes de ocupar el mismo cargo con la federación de izquierdas–; Jorge García Castaño –concejal de Ahora Madrid, antes con IU– o Esther Gómez –edil en el mismo grupo, pero que en su día llegó a encabezar una candidatura para liderar IUCM–. La fotografía no puede ser más esclarecedora de los movimientos que se han registrado en los últimos meses en Izquierda Unida.
No obstante, entre todos ellos y Manuel Monereo hay una diferencia: él no ha dejado Izquierda Unida, aunque sí dimitió de la dirección tras las elecciones municipales y autonómicas.
“Me parecía obligado aceptar la invitación de Pablo [Iglesias] a este acto”, explica el dirigente de izquierdas a infoLibre, pero matiza: “Aunque tenía pensado ir al mitin porque me apetecía escucharle, no sabía que iba a estar en primera fila, al lado de su madre, hasta que me lo comunicó el mismo día”. “Aun así, no tuve ningún problema en sentarme ahí”, añade.
Manuel Monereo, que fue una de las personas más cercanas a Julio Anguita durante su liderazgo en IU –el exdirigente ha declinado participar en actos electorales y pronunciarse públicamente sobre la ruptura entre Podemos e IU hasta el día después del 20-D–, recalca que es amigo de Pablo Iglesias desde hace 20 años, “cuando era un chaval”. De hecho, su relación comenzó cuando el líder de Podemos era uno de sus alumnos en las escuelas de formación del Partido Comunista.
“Creo que es un suicidio la división que hay entre Podemos e IU”
, lamenta Monereo, que vivió de cerca la negociación entre las dos formaciones: “Lo que la izquierda necesita es pontoneros, gente que haga de puente entre ambas formaciones, y no dinamiteros que los destruyan”. En ese papel de tender puentes se ve a sí mismo, y aclara que no tiene inconveniente en acudir a actos de campaña ni de Podemos ni de IU cuando le inviten “unos u otros”. Insiste en la necesidad de hacer de puente: “Es donde voy a estar le guste o no a los sectarios de cada lado”.
“Me parecía muy importante estar con mi amigo Pablo, la política también es amistad”, continúa Monereo, que dice no haber tenido “ninguna duda” sobre si aceptar la invitación. Eso sí, puntualiza que “hubiera hecho lo mismo si me hubiera invitado Garzón”.
En este sentido, explica que ha dado una “batalla por la unidad que ha tenido muchos costes” para él. No obstante, asevera que “no se rinde” y que “después del 20 viene el 21, que habrá que volver a sentarse para construir un proyecto juntos”. Motivo por el que cree que la campaña entre estas dos formaciones tiene que ser “política e ideológica” y debe “evitar insultos que luego pasen factura cuando haya que retomar conversaciones”.
La ruptura de la confluencia
Pero, ¿por qué falló ese proyecto unitario? El también politólogo y jurista, al que no le gusta hablar del tema, matiza que “no hay una sola razón”, pero apunta a que “no hubo la altura de miras necesaria”. “La unidad es un proceso complejo de lucha entre organizaciones que, no hay que olvidar, son estructuras de poder”, deja caer. De cualquier modo, recuerda que “dos días antes estaba todo arreglado, no sé qué pasó exactamente para que se rompiera”.
Preguntado por los posibles resultados electorales de estas formaciones, asegura que no es pesimista: “La izquierda a la izquierda del PSOE será la más grande desde la Transición; la suma de Podemos e IU estará cerca del 20%, mientras que Anguita no llegó al 11%. ¡Estamos hablando del doble de lo que sacó en su momento más importante!”.
Sobre los cruces de declaraciones de algunos dirigentes de estas dos formaciones en campaña, Monereo les recuerda que “Podemos e IU van unidos en dos lugares emblemáticos del país”. “Cuando veo actitudes sectarias en ambos lados, culpabilizándose, me veo obligado a señalar que la unidad triunfó en Galicia y Cataluña, que no son cosas pequeñas”, apunta.
La reacción de IU
Sobre este gesto simbólico de un dirigente tan emblemático para IU, la formación ha preferido no hacer declaraciones al respecto. “Tenemos temas más importantes de los que hablar en campaña”, responden de forma oficial desde IU a las preguntas de este periódico. Pero la realidad es que, en privado, diversos cuadros de la formación admiten el malestar que ha provocado esa presencia destacada de Monereo en el acto de Podemos.
Monereo tampoco ha recibido ninguna llamada por parte de dirigentes de IU –“No me dicen nada desde hace meses”, cuenta–. “La gente de IU es sensata y educada. Les puede gustar más o menos, pero saben qué es lo que debía hacer”, asevera Monereo, que pone como ejemplo la relación entre Garzón e Iglesias: “A Alberto le ha costado mucho su amistad con Pablo, y a mí también. No tendría sentido que se hiciera ahora lo mismo”.