Derechos humanos
"Llevo 24 horas sin comer ni dormir": citas en noviembre de 2020 para pedir asilo en España
Madrid, 21 de noviembre de 2018 a las 12.30 horas. Decenas de personas aguardan en la puerta de la sede del Defensor del Pueblo, en la calle Zurbano. Todos van cargados con mochilas; otros, incluso, con algunas maletas. Entre ellos hay varios niños y niñas que ni siquiera llegan a los 10 años de edad. Esperan en la puerta, pacientes, a que alguien les informe sobre qué va a pasar con ellos. Llegaron a España hace días y todavía no han podido conseguir la cita para comenzar el trámite de la solicitud de asilo. Los que la han conseguido, lo han hecho para el mes de noviembre o diciembre de 2020. Dos años de espera. Han ido a la institución para quejarse, formalmente, de la situación. Y aunque tienen que esperar para hacerlo y en la calle no se pasa de los 11 grados, esperan. Muchos ya llevan horas, o incluso días, en la calle.
Es el caso de Óscar, que llegó desde El Salvador en el mes de marzo, cuando "todo iba bien". "Tramité la cita para solicitar asilo por teléfono, a través del 060. Me la dieron a los cuatro días y el 9 de mayo ya tenía mi tarjeta", cuenta a infoLibre desde la puerta del Defensor del Pueblo. No sabía que el proceso había cambiado, pero los que vinieron después de él ya no pudieron solicitar la cita por teléfono porque el Ministerio del Interior había decidido en el mes de mayo centralizar el trámite en la sede de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Madrid. Es la Comisaría de Aluche, que sólo atiende a 99 personas al día.
Una de esas personas que vinieron después de Óscar fue su mujer, que llegó con la hija de ambos el pasado 10 de noviembre. "Hay una traba completamente horrible", lamenta. Lo dice con la resignación que le queda después de haber pasado, según cuenta, 24 horas en la calle, sin dormir y sin comer, únicamente pendiente de que su familia consiga una cita y empiece a tramitar su solicitud de asilo. Porque de no hacerlo, corren el riesgo de ser detenidos, internados en un CIE o incluso deportados. Y en esta situación se encuentran centenares de personas. Aquellas que, desde hace semanas, hacen noche frente a la Comisaría de Aluche esperando que, por fin, sea el día en que consigan cita.
Esta sólo es el principio del proceso. Tienen un mes de plazo desde que entran en España para conseguirla y, una vez hecho, empieza el trámite de la solicitud de asilo. A partir de ahí, serán entrevistados y sus datos serán derivados a la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), se valorará su caso particular y, si procede, se les concederá. Pero el simple hecho de haber pedido la cita, es decir, de haber entrado en el procedimiento, ya les da una seguridad jurídica. Así lo explica el propio Ministerio del Interior en su página web: "Solicitada la protección internacional, la persona extranjera no podrá ser objeto de retorno, devolución o expulsión hasta que se resuelva sobre su solicitud o ésta no sea admitida".
Aquí está el quid de la cuestión. En estos momentos, las largas colas impiden a muchísimos solicitantes de asilo pedir cita y, sin ella, "quedan en un limbo jurídico en el que pueden ser detenidos, internados en un CIE o incluso deportados", explica Patricia Fernández, abogada de la Coordinadora de Barrios, ante la sede del Defensor, a donde ha acudido en representación de los denunciantes. Pero aunque consigan la cita, no tienen ningún documento que lo acredite. Y estas, ahora mismo, se están concediendo para dentro de dos años. "La sorpresa que nos hemos llevado es que ahora mismo la policía no está dando los documentos acreditativos de la cita. Lo que hacen es apuntar los nombres en un folio", critica.
Es lo que le ha pasado a Rubén, un venezolano que espera en la sede de la calle Zurbano charlando junto a otros compañeros. "Se me van a pasar los tres meses de turista y si me paran por la calle y me piden la documentación parecerá que estoy en España de forma ilegal. Sentimos una burla hacia nosotros", denuncia. "No sé si es que no han pensado en nuestra situación. Nosotros venimos a trabajar, a comer y a vivir. Esta problemática no tiene sentido", critica. A medida que habla, una compañera suya asiente. También llegó desde Venezuela. De eso hace exactamente 15 días, pero no ha conseguido ningún avance para resolver su situación.
Interior admite el colapso y el Defensor del Pueblo inicia actuaciones
Esta situación tiene su origen en el pasado 28 de mayo. Ese día, el Ministerio del Interior, entonces dirigido por Juan Ignacio Zoido, decidió cambiar el procedimiento de petición de la cita para iniciar la solicitud de asilo y centralizarla en la Comisaría de Aluche. Desde entonces, y ya con el cambio de Gobierno y carteras, la institución tiene conocimiento del colapso.
"Se tuvo conocimiento hace poco de lo que estaba pasando en Aluche a través de informes internos", informan fuentes de Interior a infoLibre. Por ello, aseguran, "el ministro [Fernando Grande-Marlaska] ordenó que se hiciera un análisis interno para tener reuniones de trabajo y conocer todos los detalles". Ahora, informan, están en esa "fase de análisis". "Cuando se acabe, se tomarán las medidas oportunas, que tendrán un doble objetivo: garantizar que quien quiera solicitar asilo lo haga de manera digna y ágilmente y que los funcionarios tengan una carga de trabajo razonable", explican las mismas fuentes.
Pero hasta que eso ocurra, los centenares de personas que aguardan su turno al raso, día y noche, necesitan alguna solución, aunque sea provisional. Por eso, asegura Fernández, han formalizado las quejas ante el Defensor del Pueblo, que ha "dirigido algunas sugerencias para que se agilicen las citas y además se dé acceso a los asolicitantes de asilo al sistema de protección social". Es decir, que por lo menos consigan el documento que acredite que han iniciado el trámite para que no continúen desprotegidos y "que tengan acceso a la entrevista". "No es posible que en España no se puedan asumir 80 peticiones en la ciudad de Madrid. Es vergonzoso", denuncia.
Fuentes del Defensor, por su parte, aseguran a este diario que estudiarán cada queja de forma individualizada, pero insisten en criticar la "falta de una gestión eficaz del sistema de cita previa de extranjería".
Paralelo colapso de la Oficina de Asilo y Refugio
No obstante, el periplo de todos estos solicitantes de asilo no acaba cuando consiguen la cita. El siguiente paso es realizar la entrevista cuyos datos, después, son remitidos y resueltos por la Oficina de Asilo y Refugio. Y aquí empieza el nuevo problema: al terminar el año 2017 había 34.000 solicitudes sin resolver, según constató el Defensor del Pueblo en su informe anual de 2017. En ese año, precisamente, España recibió el 5% del total de las peticiones que registró toda la UE, según los datos de Eurostat: 30.400 frente a 14.900 en 2016).
Pero el problema es que ante el crecimiento no se ha adoptado ninguna medida. Hay más solicitudes, pero las personas que tienen que resolverlas son las mismas. Resultado: el sistema colapsa. Por ejemplo, de 2015 a 2017, el Gobierno sólo concedió asilo a 20 de los 15.418 venezolanos que lo pidieron. Según fuentes de Interior, más de 20.000 peticiones de asilo formuladas por venezolanos siguen en lista de espera. Representan –asegura el equipo de Fernando Grande-Marlaska– "el 50% de las resoluciones pendientes" de tramitación en la Oficina de Asilo, cuya situación definió como "lamentable" el ministro.
"El sistema de acogida para los solicitantes de protección internacional no ha sido capaz de planificar las medidas de choque necesarias ante el aumento exponencial de solicitudes en un periodo corto de tiempo", critica el Defensor.
España recibió en 2018 más de 54.000 solicitudes de asilo y solo concedió el 24%
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CCOO, de hecho, denunció la semana pasada el "grave colapso" de la Oficina, que acumula, según datos del sindicato, 65.000 expedientes pendientes de resolución. Y a esto se sumará, dicen, la finalización del contrato de 94 personas el próximo 9 de diciembre.
No obstante, desde Interior aseguran que la Oficina de Asilo no se quedará al descubierto. "En julio se aprobó una oferta extraordinaria de empleo para 231 personas", explican fuentes de la institución. Hasta que eso ocurra, y para suplir la finalización de esos 94 contratos de interinos, se incorporarán otros tantos nuevos. Y en paralelo, habrá que mejorar el sistema informático, que data de 2006. "Nadie se había preocupado de la Oficina. Se creó en 1992 con 60 funcionarios y no se había modificado nunca la relación de puestos de trabajo a pesar de que las solicitudes se habían multiplicado por 12", aseguran fuentes de la institución.
Se ha sobrepasado una línea roja que era intocable, critica Fernández: "Hay muchos niños y niñas durmiendo en las calles de Madrid".