Investigación
Los socios desconocidos del líder de VTC en Madrid: ejecutivos del Santander, la Caixa, Goldman Sachs y Cerberus
Ejecutivos de la gran banca española (Santander, Caixabank) e internacional (Goldman Sachs, Nomura), de fondos de inversión multimillonarios (Cerberus) y del bufete Garrigues coinciden con un ex líder gremial del taxi y un ramillete de emprendedores digitales en el accionariado de Auro New Transport Concept SL, uno de los gallos en el corral del creciente mercado de las licencias de VTC.
El capital de la empresa comandada por el extaxista José Antonio Parrondo, fundada en 2013 con el nombre de Gesstaxi y hoy líder del sector VTC en Madrid, demuestra que el negocio de la explotación de las licencias que utilizan Uber y Cabify atrae dinero bien posicionado y mejor informado, que considera que, a pesar del ruido político y social y de las incertidumbres regulatorias, hay negocio para quien invierta en el transporte urbano de pasajeros a través de las plataformas digitales.
Oscar Vittorio Bracone Aguinaga y Alfonso Manuel Sánchez González, directivos en Navarra de los bancos Santander y Caixabank, respectivamente; Félix Peralta Ballenilla, uno de los vicepresidentes del fondo de inversión Cerberus en España; Sam Morgan, socio de Goldman Sachs; Ignacio Álvarez-Carlon, director de Mercados Globales del Nomura Bank International en el sur de Europa; o el abogado de Garrigues Manuel Rodríguez Bethencourt, entre otros, coinciden a título personal –no en representacion de las empresas en las que trabajan– en la propiedad de Auro, la compañía de cabecera de un grupo que posee 2.500 de las casi 13.000 licencias de VTC que hay en España y que se sitúa junto a Moove y Vector Ronda entre las marcas más potentes del sector. Todos ellos son socios minoritarios, que han invertido en la compañía entre 100.000 euros y un millón, según los datos a los que ha tenido acceso infoLibre.
Parrondo y el núcleo de control
"La movilidad es la cuarta revolución industrial. Este sector es muy apetecible para gente del mundo financiero", admite en conversación con este periódico el propio Parrondo, máximo accionista de la compañía con un 26,5% del capital de la firma.
Detrás de él se sitúan tres empresarios del universo startup: Zaryn Dentzel, fundador de la red social Tuenti; Félix Ruiz Hernández, también fundador de Tuenti y presidente de Job and Talent; y Hugo Arévalo, inversor en startups como Job and Talent, Cabify y Glovo, entre otras, así como expresidente de Hawkers y presidente de The Power MBA. Entre los tres suman un 60% de la compañía a través de empresas como Big Avocado, Boom Ventures y Huge Investments.
Parrondo, el hombre del taxi que conoce los entresijos del sector, y Dentzel, Ruiz y Arévalo, los exitososos emprendedores digitales, han convertido a Auro en una marca reconocible en el competitivo mercado del VTC. Pero no están solos en Auro. Como ha desvelado infoLibre, en el despegue de la compañía fue clave el empresario venezolano Pedro Trebbau López, vicepresidente en su país de la energética Derwick, que invirtió en Auro casi un millón de euros en 2017 a través de una compañía con sede en Panamá: New Magic Group Inc.
Trebbau es junto a su primo Alejandro Betancourt uno de los más destacados "boliburgueses" con intereses en España. "Boliburgués" y "bolichico" son términos alusivos a los empresarios que han prosperado con contratos con el sector público durante el chavismo. Trebbau vendió la participación que tenía en Auro antes del verano de 2018, según fuentes de la empresa de VTC.
Goldman Sachs, Nomura, Santander, Caixabank
Sumando el 26,5% de Parrondo y el 60% de Dentzel, Ruiz y Arévalo, se conoce el 86,5% del capital de Auro New Transport Concept, una compañía con más de 2.500 licencias de VTC y que mantiene una alianza en exclusiva con Cabify para trabajar con esta plataforma. Es en el restante 13,5% donde encontramos los nombres propios más relevantes. En octubre de 2017 los socios de Goldman Sachs Sam Morgan y Simon Kingsbury prestaron a Auro 150.000 euros cada uno, que convirtieron en participaciones de la empresa en abril de 2018. Sam Morgan –que sigue en Goldman Sachs como socio– y Simon Kingsbury –que abandonó la compañía en marzo de 2018– poseen cada uno un 0,21% de Auro. A la vez que Morgan y Kingsbury entró en Auro Erik Shultnik, fundador de Worklytics y exdirectivo de Tuenti, donde coincidió con Zaryn Dentzel. Shultnik invirtió 100.000 euros y es dueño de un 0,14% de la compañía.
Además de Morgan y Kingsbury, hay más accionistas vinculados a la banca. Ignacio Álvarez-Carlon, director de Mercados Globales del Nomura Bank International en el sur de Europa, entró en el capital de la empresa en abril de 2018. Puso un millón de euros por el 1,90% de Auro.
Hay que señalar que, dependiendo del momento de entrada en el accionariado de la empresa, los inversores pagaron una prima diferente por cada participación. Por ello, no existe una correspondencia exacta entre la cantidad de dinero invertido y el porcentaje de capital controlado.
Óscar Vittorio Bracone Aguinaga y Alfonso Manuel Sánchez González, directivos en Navarra de los bancos Santander y Caixabank, respectivamente, entraron en la misma ampliación de capital de abril de 2018. Vittorio Bracone invirtió 100.000 euros y es dueño de un 0,13% de la compañía. Por su parte, Alfos Inversiones, la empresa del directivo en Navarra de Caixa Bank, metió 150.000 euros en Auro y posee un 0,21% del capital.
Del Santander a Cerberus
Bracone y Sánchez –que antes de Caixabank había estado en el Santander– habían coincidido en el banco que preside Ana Patricia Botín con Félix Peralta Ballenilla, que entró en Auro en la misma ampliación de capital de abril de 2018. Cuatro meses después, en agosto de 2018, se incorporó al fondo de inversión Cerberus Capital Management con rango de vicepresidente en la división inmobiliaria española. La consultora Siroco 17, empresa de la que es dueño Peralta Ballenilla, invirtió 175.000 euros y tiene el 0,24% de Auro.
Cerberus es un auténtico gigante mundial de la especulación. Fundada en 1992, el fondo asegura administrar más 35.000 millones de dólares. La empresa ha destacado por la compra de activos inmobiliarios a los principales bancos españoles por valor de miles de millones de euros. Cerberus es citado a menudo junto a Blackstone entre los fondos buitres que luchan por el liderazgo en España de la compra oportunista y la acumulación de ladrillo, cuyas perspectivas de revalorización vinculadas a su uso turístico están calentando el mercado y contribuyendo al alza de los precios del alquiler en las ciudades.
Uno de los rostros asociados a Cerberus en España es el de José María Aznar Botella, hijo de José María Aznar y Ana Botella, que ha trabajado en las operaciones en España del fondo estadounidense.
Garrigues
El abogado Manuel Rodríguez Bethencourt también entró en el capital de Auro en abril de 2018. Su nombre está vinculado a otra destacada marca del negocio español: el bufete Garrigues.
Abogado especializado en derecho mercantil, societario y financiero, así como en fusiones y adquisiciones, capital riesgo y socimis, Bethencourt es abogado of counsel –figura de quien aún no es socio pero tiene una categoría especial en el despacho– para el mayor bufete de España por facturación, según el listado del diario Expansión.
En la ampliación de capital de abril de 2018, Rodríguez Bethencourt invirtió 200.000 euros y en la actualidad posee el 0,37% de las participaciones de Auro.
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Otros accionistas
Después de Parrondo y los tres startaperos (Dentzel, Ruiz y Arévalo), el accionista que mayor capital acumula es Pablo Massana Teichmann, que bien personalmente pero sobre todo a través de la sociedad Uz Proyecto Drive SPV I, de la que es administrador único, ostenta el 7,95% de la compañía. En las diversas ampliaciones de capital de Auro en las que ha participado ha invertido más de 5,3 millones de euros. Massana, que se presenta como socio del fondo Urizen Ventures, ha participado como inversor en empresas como Cabify y ha sido ejecutivo de Opinno.
El capital de Auro lo completan el arquitecto Jaime Pérez Zulueta, a través de su sociedad Carotto 2009, que posee un 0,88% de Auro; Xavier Nicolaou García, dueño del 0,48%; Álvaro Elio Dolz de Espejo, que controla un 0,46% de las participaciones a través de Mobility Investments; Gustavo Carrero Díez, que administra un 0,28% de los títulos a través de la sociedad Marearoja Internacional, y Alejandro Javier Chaves Martínez, que dispone del 0,13% a través de la sociedad Aldrovi.