La ultraderecha en las instituciones

De los "buscadores de huesos" a los niños gais: los intentos de Vox por marcar la agenda en el Parlamento andaluz

Francisco Serrano, parlamentario de Vox, en la Cámara andaluza.

El éxito o fracaso de un resultado electoral se calibra sobre todo a la luz de las expectativas. Por eso, a pesar de su irrupción en el Congreso con 24 diputados, la valoración del secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, sonó enrabietada la noche del 28 de abril. Los rostros en la audiencia eran de decepción. Eso sí, Ortega Smith quiso dejar una advertencia a voz en grito: “¡Cada diputado de Vox va a ser un auténtico torbellino! ¡Les vamos a señalar con el dedo! ¡Nuestras posiciones no de ley les van a hacer retratarse y lo saben! ¡Tendrán que votar!”. Al margen de si Ortega Smith sobrevalora o no el impacto político real de las PNL, la advertencia desvela una característica definitoria de Vox: la utilización de los recursos institucionales a su alcance como plataforma de exhibición ideológica y como medio para “retratar a los adversarios”, especialmente a PP y Cs, a los que aspira a condicionar.

El Parlamento andaluz, donde se produjo la irrupción de Vox tras las elecciones de hace seis meses, ofrece la muestra más significativa para evaluar al partido a través de sus PNL, mociones, preguntas, solicitudes de comparecencias y votaciones. También a través de las palabras recogidas en el boletín oficial del Parlamento. El resultado da pistas sobre su posible conducta en el resto de instituciones en las que ha obtenido plaza: otras ocho cámaras autonómicas, el Congreso, la Eurocámara y 363 municipios.

Tras el examen de su relación con PP y Cs a través del sentido de sus votaciones [ver aquí] y de los intereses que defiende [ver aquí], infoLibre cierra la serie sobre el detalle del comportamiento institucional de la nueva ultraderecha con este recorrido por sus manifestaciones de radicalismo. Además del ultraliberalismo económico y el centralismo administrativo, Vox se ha desmarcado por la derecha en temas como la identidad nacional, las políticas de género, el aborto, la familia, las tradiciones, la memoria histórica y la inmigración. La actividad de la formación de Santiago Abascal en el Parlamento andaluz delimita el perímetro de la agenda ideológica que pretende imponer.

  1. Exaltación nacional: "Juro por España"

Las tres primeras palabras que se oyeron de boca de los 12 parlamentarios de Vox fueron estas: "Juro por España". Fue en el pleno de constitución del Parlamento en diciembre. El gesto desvelaba la pretensión de Vox de convertir la Cámara en escenario de sus batallas ideológicas, la primera de ellas la nacional. Vox, que en el Congreso pateó para evitar que se oyeran los acatamientos heterodoxos de los independentistas, aceptó sus escaños en Andalucía bordeando el reglamento del Parlamento, cuyo artículo 4 obliga a "acatar la Constitución y el Estatuto". El mero "juro por España" planteaba dudas. Nadie planteó ninguna queja formal. El motivo es que la izquierda ha estado desde el principio de la legislatura convencida de que entrar al trapo de los gestos de Vox es hacerle el juego.

Los parlamentarios de Vox en Andalucía son pródigos en alusiones patrióticas y ataques a independentistas catalanes y vascos. En la defensa de una moción sobre "regeneración" presentada por Vox, su portavoz, Alejandro Hernández, aprovechó para subrayar que no felicitaba a los socialistas por la victoria del 28 de abril –era 2 de mayo– porque es "un partido que no tiene ningún empacho en votar y en apoyarse en los traidores de España y en los asesinos". "No puedo sino lamentarme por la suerte de España", dijo. Alusiones así son plato habitual del debate parlamentario.

Vox llevó en mayo una pregunta al consejero de Presidencia, Elías Bendodo (PP), para criticar el nombramiento del ex delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, como secretario general de Acción Exterior de la Junta. "Es un escándalo que se produzca un nombramiento de [...] un señor que votó y sustentó las leyes lingüísticas y supremacistas que nos han traído hasta aquí. Un hombre que sustentó el Gobierno del corrupto Pujol, el mismo que decía que los andaluces éramos seres anárquicos y vivíamos en un estado de ignorancia y miseria cultural", dijo la parlamentaria Luz Belinda Rodríguez, que censuró la elección Millo por haber participado “en la fracasada Operación Diálogo, donde llegaron a plantear celebrar un simulacro de referéndum".

Cuando PP o Cs llevaron iniciativas de corte patriótico, se encuentran con Vox dispuesto a disputarles la bandera. En febrero se votaron dos PNL, una de Cs contra el "golpismo" y otra del PP contra la "ruptura de la soberanía nacional". En el debate conjunto de ambas, Alejandro Hernández reprochó a Cs su "tacticismo" y al PP su actuación "vergonzante" ante el "golpe" del 1-O. "El 155 se aplicó como quiso el señor Rivera", señaló Hernández. En cuanto al PP, dijo que su actuación desde el Gobierno "fue vergonzante antes del golpe de Estado, fue vergonzante durante el golpe de Estado y ha sido vergonzante después del golpe de Estado". Ni PP ni Cs han llevado más PNL de este tema.

  2. Igualdad hombre-mujer: "La brecha salarial es un mito"

El juez Francisco Serrano fue portavoz de Vox sólo en el debate de investidura. Pero su intervención aún es recordada. "Representamos a los españoles y andaluces que están hasta el gorro y la gorra del lenguaje inclusivo", anunció Serrano desde la tribuna. En efecto, las cuestiones de género han sido una gran obsesión de Vox, que se opuso en solitario en febrero a una PNL del PSOE titulada "ni un paso atrás contra la violencia de género". "La violencia no tiene género", dijo durante el debate Alejandro Hernández.

El partido de Abascal también se quedó solo en su rechazo a otra PNL socialista, relativa al 8 de marzo, rotulada como "avanzar sin retrocesos". La parlamentaria de Vox Ángela Mulas proclamó que "la verdadera igualdad no consiste en beneficiar a unas personas, las mujeres, para perjudicar a otras, los hombres", como hace el "feminismo supremacista". "La normativa existente parte de la inferioridad de la mujer por el hecho de serlo y criminaliza al hombre, también, por el hecho de serlo", señaló la parlamentaria. Y añadió: "No creemos tampoco en la brecha salarial. Eso es un mito". Alejandro Hernández dijo este lunes en la Cámara que la "brecha salarial" es como "la chica de la curva", en referencia a que es una leyenda urbana sin base fáctica.

Vox trató de lograr por la vía parlamentaria los datos de los trabajadores de género de la Junta, pero la mesa se los denegó. Más tarde rehizo la propuesta y logró datos sobre su cualificación, sin nombres y apellidos. A raíz de la insistencia de Vox, la Junta ha decidido que no contará con los trabajadores de violencia de género no colegiados.

  3. Adoctrinamiento: "Relaciones homosexuales entre niños de diez años"

Vox, que defiende la financiación pública de la educación que segrega al alumnado por sexos, en su mayoría controlada por el Opus Dei, considera que en la escuela pública hay un adoctrinamiento ideológico. Durante una pregunta en marzo al consejero de Educación, Javier Imbroda (Cs), el parlamentario de Vox Manuel Gavira afirmó: "No se dan las condiciones necesarias para que la libertad de pensamiento de los alumnos". A juicio de Gavira, los niños son "discriminados" por razón política y de género.

El consejero Imbroda tuvo que comparecer en abril al hilo de una polémica alentada por Vox, después de que saltara a los medios una actividad en un colegio de Puebla de Guzmán (Huelva) que iba a consistir en que los niños de 1º a 4º de ESO fueran privados un día de salir al recreo a su hora con fines pedagógicos, para explicarles que históricamente a las chicas se les han hurtado ciertos derechos. La actividad no llegó a celebrarse, pero eso no rebajó la indignación de Serrano. "¿Que era una medida mínima, el dejar a unos niños sin recreo —o cinco minutos, me da igual—, o dejarlos sin un marcapáginas? Parece una tontería, pero es una medida discriminatoria".

Para Serrano, el adoctrinamiento no es sólo ideológico, sino también sexual. El juez en excedencia defendió en mayo una PNL por la "libertad educativa", que fue aprobada con el apoyo de PP y Cs, durante cuya defensa afirmó que en los colegios se "promueven relaciones homosexuales entre niños menores de diez años".

  4. Familia y maternidad: "La sanidad pública anima al aborto"

El rechazo al aborto es una seña de identidad de Vox, cuyo discurso conecta con el integrismo del sector episcopal adepto a las tesis de Rouco Varela. La parlamentaria Ángela Mulas preguntó en un pleno de abril al consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre (PP), por los pasos dados para habilitar un sistema de atención a las mujeres con embarazos no deseados. Por norma general, desde la sanidad pública animan a las mujeres al aborto", dijo Mulas. "Esta consejería está a favor de la vida desde la fecundación hasta el final de los días", la tranquilizó el consejero Aguirre.

Vox integra su discurso antiabortista en una visión conservadora de la familia. “El modelo que queremos potenciar como garante de la salud de la sociedad es la familia natural, con mayor peso en la familia numerosa”, dijo la diputada María José Piñero durante la defensa de una PNL aprobada en abril para reclamar un “plan integral” de apoyo a las familias. La familia natural –lo aclaró la propia Piñero– es la que une en matrimonio a “un hombre con una mujer y una prole”. El “plan integral” propuesto por Vox dejaría fuera la “familia monoparental”, que "ya tiene ayuda social", aclaró Piñero.

  5. Tradiciones: "Si un toro fuera torturado, huiría"

Vox recurre una y otra vez a la defensa de las fiestas, actividades y folclore tradicionales, que a su juicio se encuentran asediados por una izquierda radicalizada y una derecha timorata. "Si un toro fuera torturado, huiría, pero el toro es un animal naturalmente predispuesto para la lucha", afirmó en el pleno en marzo Eugenio Moltó, en una pregunta para presionar al Gobierno andaluz para la aprobación de una ley integral de defensa de la tauromaquia. El tema regresó al Parlamento en abril, con una PNL del PP de "preservación y reconocimiento de la tauromaquia". Hubo polémica, ya que Vox votó en contra junto a Adelante, aunque por motivos diferentes. La formación de Abascal consideró la medida "electoralista" e insistió en la aprobación de la ley integral.

Una PNL de Vox, que fue apoyada por todos los grupos salvo Adelante, defendió la declaración de la Semana Santa de Andalucía como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. "Una fiesta de los sentidos, eso es la Semana Santa, señorías. Es el sentido del oído cuando emocionados escuchamos saetas, o esas bandas musicales, o el estruendoso silencio de la multitud que desde el respeto se mantiene. Es una fiesta del olfato, cuando el aroma se impregna en una mezcla de azahar e incienso. Es una fiesta de la vista cuando disfrutamos de la inmensa riqueza artística que tanto en imaginería como tronos se nos ofrece, y el contraste entre el colorido de túnicas y la luz del cirio", decía, casi recitaba, el parlamentario Benito Morillo durante el debate.

Vox también realizó en abril una pregunta al consejero de Educación, Javier Imbroda (Cs), para saber qué medidas iba a adoptar para evitar que se suspendieran procesiones de Semana Santa en los colegios públicos por las quejas de padres laicos. Ese tipo de procesiones no le parecen adoctrinadoras a Vox. El parlamentario Rodrigo Alonso comparó la cesión a los argumentos de los padres que se oponen a las procesiones de Semana Santa en los colegios públicos con las cesiones a los independentistas catalanes. "En el caso de Cataluña, lo hemos dejado evolucionar con el paso de tiempo y ahora tenemos un gran problema nacional. Si en los colegios, en Andalucía, seguimos dejando que hagan política, al final se nos escapará de las manos", afirmó.

Y, por supuesto, está la caza. Vox llevó en abril una PNL en su defensa, que fue aprobada íntegramente (pese al voto en contra de Adelante a algunos puntos). "La caza está siendo objeto de numerosos ataques y críticas destructivas por parte de asociaciones ecologistas, animalistas y determinados colectivos que persiguen su prohibición", afirmó durante el debate el diputado de Vox Eugenio Moltó. Tras una comparecencia en mayo sobre "impulso de la caza" de la consejera de Agricultura y Ganadería, Carmen Crespo (PP), el parlamentario de Vox Alejandro Hernández le reprochó que utilizara la expresión "caza sostenible". "Parece que el desarrollo sostenible y la defensa y el cuidado del medio natural suponen necesariamente la demonización de los cazadores. Y nosotros entendemos que no podemos [dejar] legislar ni gobernar en esta materia a los guionistas de Disney", afirmó Hernández.

Vox también preguntó en pleno en mayo por las medidas para apoyar desde la Junta a la Feria de Abril de Cataluña, amenazada –dijo la diputada de Vox Luz Belinda Rodríguez– por el "supremacismo" independentista. "Es imprescindible fomentar el patrimonio cultural de España, desde el flamenco a la sardana, de la gaita gallega al gofio canario", afirmó.

  6. Memoria y concordia: "Buscadores de huesos"

Memoria histórica: otro caballo de batalla de Vox. El partido se opuso en solitario en marzo a la introducción de la materia en las aulas, a pesar de estar garantizada por la ley. "Ustedes lo quieren es sembrar en los corazones más tiernos. Lo que buscan es adoctrinar con su visión sectaria de la historia", dijo durante el debate Alejandro Hernández, que se quejó de que se destinase dinero a "subvenciones" en esta materia "en vez de eliminar listas de espera". "Esta es una ley [la de memoria] que convierte en criminales a la mitad de los antepasados de los españoles", afirmó. En respuesta a los grupos que defendían la introducción de la memoria histórica en las aulas porque está en la ley, Hernández dijo: "Ustedes hablan de cumplir las leyes; los socialistas, digo. Bueno, pues vamos a empezar por ejemplo por cumplir con las leyes de extranjería"

El PSOE llevó también en marzo una moción al pleno para forzar un compromiso de cumplimiento de la ley andaluza de memoria. Vox votó en contra de todos los puntos, incluidos el que establecía la garantía del “derecho a conocer la verdad” y el que instaba al Gobierno andaluz a impulsar exhumaciones. “La esencia de la transición fue un pacto para el olvido. De ahí su eficacia política, social e incluso moral”, señaló desde la tribuna Benito Morillo, que le recordó al Gobierno andaluz que el pacto de Vox con el PP recoge la derogación de la ley andaluza de memoria y su sustitución por una ley de “concordia”. El parlamentario de Vox levantó el reproche de las bancadas del PSOE y Adelante al calificar a quienes quieren exhumar a las víctimas como “buscadores de huesos”.

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  7. Inmigración: “Salvamento marítimo, taxi de las mafias”

Vox llevó en marzo una PNL al pleno concebida para desacreditar el trabajo de Salvamento Marítimo. Se quedó solo. Pero le permitió lanzar sus ideas sobre el tema. Alejandro Hernández afirmo que Salvamento Marítimo actúa como "colaborador necesario" de las "mafias", que usan sus embarcaciones "como autobuses, como taxis". En el mismo pleno, Hernández preguntó al presidente Juanma Moreno (PP) por la expulsión de 52.000 inmigrantes irregulares que –asegura Vox a partir de datos no contrastados– hay en Andalucía. "No es posible que haya papeles para todos. No es posible que España pueda absorber millones de africanos. O respetan las costumbres occidentales, o se han equivocado de país", dijo Hernández, que, en un golpe de efecto, le recordó a Moreno que esas eran palabras de Pablo Casado. La pretensión de Hernández, no satisfecha hasta hoy, es que la Junta utilice los datos médicos de los inmigrantes para denunciarlos ante la policía.

La parlamentaria María José Piñero insistió una semana después con otra pregunta sobre los supuestos 52.000 inmigrantes irregulares en la Comisión de Salud y Familias. Quería que el Servicio Andaluz de Salud entregase a la policía un "archivo" con los datos de los inmigrantes. "La Junta de Andalucía jamás ha colaborado [con la policía]", señaló Piñero, insistiendo en la necesidad de una inmigración "respetuosa con nuestra cultura occidental". En la misma línea, la del supuesto desprecio de los inmigrantes musulmanes por la "cultura occidental", abundó Francisco Serrano en la Comisión de Educación en abril. "En el año 2010, en La Línea, hubo una madre musulmana que se quejaba de que un profesor había hablado del jamón en las clases, y se presentó una queja", recordó Serrano. Con ello ilustraba su tesis: la Administración debe intervenir para que los niños no sean "ideologizados" en las aulas. "Los niños tienen derecho también a celebrar la Semana Santa, porque es una cuestión de tradición y cultural, no solamente religiosa".

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