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Un documento implica a la mano derecha del emir de Catar en la corrupción deportiva

El emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani.

Yann Philippin (Mediapart)

Desde hace varios años recae sobre Catar la sospecha de haber comprado la organización de eventos deportivos. Pero, por primera vez, el jefe de gabinete del emir de Catar, Tamim Al Thani, es sospechoso de estar implicado en este proceso con ocasión de la candidatura de Doha a los mundiales 2017 de atletismo.

La historia toma el cariz de un asunto de Estado. Eso es lo que demuestran documentos confidenciales consultados por Mediapart y el diario británico The Guardian.

El juez Renaud Van Ruymbeke investiga este affaire catarí en el marco de una amplia investigación judicial sobre la presunta corrupción en la IAAF, la federación internacional de atletismo. Nasser Al Jelaifi, presidente del equipo de fútbol PSG y de la cadena BeIN Sports, ha sido detenido a finales de mayo por “corrupción activa”, acusación que rechazada firmemente.

Como ha revelado Mediapart, la investigación se basa en el pago de 3,5 millones de dólares por parte de Oryx QSI, una sociedad catarí dirigida por un hermano de Nasser Al Jelaifi, a la sociedad de Papa Massata Diack, hijo del ex presidente de la IAAF Lamine Diack y agente comercial de la federación encargado de negociar los derechos de los mundiales.

Oryx QSI había prometido comprar esos derechos a la sociedad de Papa Massata Diack pero sólo si Catar conseguía los Mundiales de Atletismo 2017. El contrato preveía, sobre todo, un pago no reembolsable de 3,5 millones de dólares por el concepto de “campaña para la candidatura”.

Un email confidencial, que no figura en el sumario, muestra que había sido negociado ocho días antes un pago de cinco millones de dólares, de los cuales 440.000 eran en efectivo, entre Papa Massata Diack y el jefe del gabinete del actual emir de Catar.

Nuestra investigación muestra también que, contrariamente a lo que dijo al juez, Nasser Al Jelaifi formó parte personalmente de la campaña de Catar para tratar de conseguir los Mundiales 2017 y los Juegos Olímpicos de 2020.

Un email que ya había citado The Guardian y que también ha consultado Mediapart muestra que el 4 de octubre de 2011, Papa Massata Diack (apodado PMD) fue a Doha con una delegación de la IAAF encargada de evaluar las posibles sedes para las pruebas del Mundial 2017. Dos días después Diack escribe a un catarí que él llama “querido jeque Jaled”.

“Le agradezco una vez más su acogida y su diligencia durante mi estancia en Doha”, escribe. “Le adjunto los datos bancarios para la transferencia de 4,5 millones de dólares que debe hacerse como hemos convenido. El saldo de 440.000 debe retenerse en Doha en efectivo, que iré a buscar la próxima vez que vaya”. Papa Massata Diack precisa que el pago debe realizarse “hoy con urgencia para que yo pueda finalizar los asuntos con el presidente” y enseñarle “el contrato firmado y la confirmación bancaria”.

El “presidente” en cuestión tiene toda la apariencia de ser el expresidente de la federación internacional de atletismo, su padre, Lamine Diack. En cuanto al contrato, se trata al parecer del firmado entre su sociedad Pamodzi y Oryx QSI, la sociedad dirigida por uno de los hermanos de Nasser Al Jelaifi.

PMD añade en el mismo email al “jeque Jaled” el número de cuenta senegalés de Pamodzi, así como un documento que había “pedido QSI u Oryx QSI” como prueba de que él es agente oficial de la IAAF.

Ocho días más tarde, Oryx QSI hace un primer pago de tres millones de dólares a Pamodzi en Senegal, al que seguirá un segundo de 500.000 dólares el 7 de noviembre.

El “jeque Jaled” utiliza una cuenta hotmail.com abierta con un pseudónimo, pero después de analizar decenas de emails confidenciales en colaboración con The Guardian, Mediapart ha logrado identificarlo: se trata del jeque Jaled Bin Jalifa Al Thani, miembro de la familia real y jefe de gabinete del actual emir Tamim Al Thani.

Tamim Al Thani, que sucedió a su padre Hamad en 2013, era en el momento de los hechos príncipe heredero, presidente del comité olímpico de Catar, miembro del comité ejecutivo del Comité Internacional Olímpico (CIO) y encargado por su padre de conducir la estrategia del riquísimo emirato gasístico para hacerse con las más prestigiosas competiciones deportivas, entre ellas la concesión a finales de 2010 de la celebración de la Copa del Mundo de Fútbol de 2022, sujeta a varias investigaciones por corrupción (leer aquí nuestra investigación).

El jeque Jaled Al Thani es desde hace más de diez años la fiel mano derecha de Tamim Al Thani y es, aún hoy, jefe de gabinete del emir y “director del Diwan Amiri (Palacio del emir, el Elíseo catarí).

El email sugiere que Papa Massata Diack estaba también en contacto directo por entonces con el príncipe heredero. PMD escribe, en efecto, al jefe de gabinete de Tamim Al Thani, que él no se sentía obligado a enviar a Oryx QSI la certificación de que él era agente de la IAAF, sino que “sólo me debo a Su Alteza y a usted mismo, porque sólo ustedes conocen el papel que juego en este asunto”.

En Catar, el título de “alteza” se reserva a unos pocos miembros eminentes de la familia real, entre ellos el emir, sus mujeres y el príncipe heredero.

El email del 6 de octubre de 2011 es explosivo. Hasta ese momento, Tamim Al Thani y su jefe de gabinete no aparecían en la investigación ya bastante completa dirigida por el procurador Jean Yves Lourgouilloux, de la Fiscalía Nacional Financiera (PNF) y luego por el juez Renaud van Ruymbeke. Desde Mediapart y The Guardian hemos tratado de contactar con los cataríes, sin éxito.

La justicia sospecha que el pago de 3,5 millones de dólares efectuado un mes antes de la votación para la concesión de los Mundiales de 2017 sirvió para influir en Liamine Diack (Catar los perdió pero consiguió los de 2019) o bien que se trató de una contrapartida al acuerdo por escrito hecho tres meses antes con el presidente de la IAAF para que los Mundiales de 2017 y los Juegos Olímpicos de 2020 se hicieran en septiembre, condición indispensable para que Catar pudiera ser candidato a esos dos eventos.

Como reveló la Agencia France Press, los Diack padre e hijo acaban de ser llevados ante el tribunal correccional por el juez Van Ruymbeke en una primera parte de la instrucción del caso por abuso de confianza en detrimento de la IAAF así como por corrupción en el asunto del dopaje ruso (protección de los atletas dopados mediante dinero).

La presunta corrupción de los Mundiales de Atletismo es objeto de un segundo proceso que lleva también a la concesión de los Juegos Olímpicos de 2016 en Río y los de 2020 en Tokio, en el que Papa Massata es sospechoso de haber sacado provecho de la voz de su padre, miembro influyente del CIO. Proscrito de toda actividad deportiva en 2016, Papa Massata Diack, que no sale de Senegal, es objeto de una orden de detención internacional emitida por Francia en 2017.

Según nuestra información, el juez Van Ruymbeke emitió el 18 del pasado abril una nueva orden de detención internacional contra él relacionada con el caso catarí del expediente, motivado por presuntos hechos de corrupción pasiva y blanqueo agravado. “La meteorología es perfecta en Senegal. Lo ideal sería que ustedes y los jueces (sus verdaderos jefes) se expliquen ante un tribunal”, nos respondió PMD, sin más detalles.

¿Y qué pasa con Nasser Al Jelaifi, pieza central del dispositivo catarí, también acusado de corrupción? El presidente del PSG ha declarado una segunda vez ante el juez de la semana pasada, como ha revelado L’Équipe. Él se declara inocente: “No hay caso. El Sr. Van Ruymbeke comete un error”, ha declarado su abogado Francis Szpiner a ese diario deportivo.

Nasser Al Jelaifi no ha querido responder a nuestras preguntas. “No rinde cuentas más que a sus jueces, no tiene ningún comentario que hacer y lamenta que haya habido violaciones [del secreto] de la instrucción”, nos ha hecho saber el abogado Szpiner.

El presidente del PSG ha dicho al juez no saber nada del pago, y que Oryx QSI estaba dirigido exclusivamente por su hermano Jaled. Con ocasión de su primera declaración en marzo había admitido ser accionista al 50%. Un documento entregado luego por uno de sus colaboradores muestra que él sólo fue accionista entre 2013 y 2016. “Mi cliente nunca tuvo firma y en 2011 no era ni accionista ni dirigente de la sociedad”, indicó su abogado a L’Équipe.

Nasser Al Jelaifi aseguró al juez que en 2011 él no había desempeñado ningún papel en las candidaturas de Catar: “Yo no  me he ocupado en absoluto de la negociación para los campeonatos del mundo de atletismo o para los Juegos Olímpicos (…). Para esos eventos existe un comité de organización del que yo no formaba parte”.

Nuestra investigación contradice esas afirmaciones. Él era entonces miembro de un comité secreto de cinco personalidades bautizado como the Brain Trust (comité de cerebros), encargado de asistir al príncipe heredero Tamim Al Thani y a su hermana la jequesa Al Mayassa, con la finalidad de hacerse con los Juegos Olímpicos de 2020. El jefe de gabinete de Tamim escribió en un email que “Su Alteza” había validado personalmente la composición de este comité, en el que Nasser Al Jelaifi estaba encargado de las “cuestiones relacionadas con los medios”.

Otros documentos demuestran que Nasser Al Jelaifi estaba también, como presidente de BeIN Sports (que entonces se llamaba Al Jazeera Sports), encargado de ayudar a Catar a conseguir los mundiales de 2017 de atletismo.

El 26 de junio de 2011 recibe un correo de Saúd Al Thani, secretario general del comité olímpico catarí, presidente del comité de candidatura a los Mundiales de 2017 y miembro también del comité de cerebros de los Juegos Olímpicos 2020. Pide a Nasser Al Jelaifi que BeIN Sports “apoye” la candidatura de Catar, en especial comprando los derechos televisivos de todas las competiciones de la IAAF para el Medio Oriente y África del Norte por el período 2014-2019. La cadena catarí ya los tenía hasta 2013.

El 3 de julio de 2011, Nasser Al Jelaifi respondió que aceptaba y que BeIN Sports “está encantada de formar parte del equipo del comité de candidatura para los Campeonatos IAAF en Doha y de trabajar estrechamente para el éxito de este evento en Catar”.

“Paquetes” para “mantener nuestras promesas” dirigidos a seis miembros del CIO

A finales de marzo fueron entregados esos correos al juez Van Ruymbeke por Yusef Al Obaidly, director general de BeIN, también acusado de “corrupción activa”. En su declaración, cuyo contenido ha sido revelado por Mediapart, hizo todo para limpiar el nombre de su jefe. Explicó que Nasser Al Jelaifi “no estaba presente cuando se recibió esa carta” y que la respuesta fue firmada en su nombre por uno de sus colaboradores. Parece sin embargo improbable que Nasser Al Jelaifi no hubiera sido informado de la firma de un correo que le comprometía personalmente en un asunto de tanta importancia. ¿Le informó Yusef Al Obaidly a su regreso? “No me acuerdo. Tal vez lo hice pero él no tenía nada que ver que este asunto”, respondió al juez.

Yusef Al Obaidly ha reconocido su “relación privilegiada” con Nasser Al Jelaifi, a quien conoció como compañero de tenis hace casi treinta años, antes de trabajar para él en la federación catarí de tenis, luego en BeIN y en los demás organismos que dirige. Al Obaidly es parte del consejo de administración del PSG y de su accionariado, el fondo soberano QSI.

No sorprende que Al Obaidly, que en 2011 era director comercial de BeIN, sea el encargado de mantener la promesa hecha por su jefe al presidente del comité de candidatura de Doha 2017: comprar los derechos televisivos de la IAAF. Es así como conoce a Papa Massata Diack, el hombre encargado por la federación de venderlos. Según Al Obaidly, la IAAF, muy voraz, hizo saber al comité de candidatura “que hacían falta más estímulos financieros”. Pero, según él, había un problema técnico: como grupo de medios, BeIN podía comprar los derechos televisivos, que valían alrededor de 1,5 millones de dólares, pero no los derechos de patrocinio, por los que Papa Massata Diack quería 30 millones. Según Al Obaidly, había que encontrar por tanto una sociedad dispuesta a comprar el conjunto para después revender los derechos de la tele a BeIN y buscar patrocinadores.

Yusef Al Obaidly afirma que decidió él solo proponer ese trato a su “amigo” Jaled Al Jelaifi, hermano de su jefe y gerente de Oryx QSI. La flor y nata de las sociedades estatales cataríes (Qatar Airways, el banco QNB y el operador de telecomunicaciones Oreedoo), al estar dispuestas a patrocinar Doha 2017, Oryx QSI “habría ganado mucho dinero si el voto les hubiera sido favorable (10 ó 15 millones en beneficios), dice.

Asegura que Jaled Al Jelaifi y él negociaron con Papa Massata Diack la compra de los derechos por 32,6 millones de dólares, a pagar sólo en el caso de que Catar obtuviera los Mundiales, lo que es problemático porque podía influenciar a la IAAF.

Catar acaba de utilizar el mismo procedimiento con el Mundial de Fútbol de 2022, como reveló el The Sunday Times. En noviembre de 2010, tres semanas antes de la votación, la cadena Al Jazeera compró los derechos de la tele a la FIFA por 300 millones de dólares, más un bono de 100 millones si Catar ganaba el Mundial. El contrato fue firmado por Nasser Al Jelaifi y Yusef Al Obaidly.

Pero para los Mundiales de Atletismo, la oferta no le interesaba al hijo del presidente de la IAAF. Como muestra nuestro email confidencial, él quería cinco millones de dólares sin condiciones, cantidad que debió negociar directamente con el jefe de gabinete del príncipe heredero durante su viaje a Doha el 4 de octubre de 2011.

Yusef Al Obaidly estaba también presente ese día en Doha, pero no ha querido responder a Mediapart sobre lo que pasó allí. En todo caso dijo al juez que Papa Massata Diack era, a fin de cuentas, el que “dictaba los términos del contrato” e “imponía” el pago inmediato de 3,5 millones a Pamodzi. “No nos dio la oportunidad de negociar”. Yusef Al Obaidly dice que “no se acuerda” de haber informado a Nasser Al Jelaifi.

Contactado por Mediapart, rechazó responder a nuestras preguntas específicas pero nos envió una declaración [puede leerse íntegra en la versión en PDF de esta traducción]. Lamenta las filtraciones del sumario a la prensa e indica que “las alegaciones” de la justicia contra él “son completa y categóricamente rechazadas y serán recurridas utilizando toda la fuerza de la ley”.

Según él, el pago de 3,5 millones no era para nada corrupción, sino “un avance no reintegrable” en el marco de un “acuerdo comercial perfectamente legítimo” realizado “en total conformidad” con los procedimientos de la IAAF. Añade que Pamodzi devolvió 3,2 millones de dólares a la federación y a su socio japonés Dentsu, y que se quedó sólo con 300.000 dólares.

Nuestra investigación demuestra finalmente que Papa Massata Diack se puso al servicio de la familia real catarí por lo menos tres años antes, alternando maniobras escandalosas y peticiones de dinero.

El 17 de agosto de 2011, tres meses antes del pago de los 3,5 millones de dólares, PMD escribía a la dirección de hotmail identificada por Mediapart como la del jefe de gabinete del príncipe heredero Tamim Al Thani, para enviarle, “como hemos prometido”, las dos cartas escritas de su padre en las que el presidente de la IAAF aceptaba que los Mundiales de 2017 y los Juegos Olímpicos de 2020 se celebrasen en septiembre, facilitando así las candidaturas cataríes.

Papa Massata Diack aprovechó para pedir un favor sobre el tema de los Mundiales de Atletismo de 2011 de Daegu (Corea del Sur), que empezaban diez días más tarde. La cadena que transmitía el evento en Alemania no había encontrado todavía patrocinador. PMD pidió pues “con urgencia” al jefe de gabinete de Tamim Al Thani que Qatar Airways u otra sociedad catarí interesada en el mercado alemán se hiciera socio oficial de las transmisiones televisadas, por 500.000 dólares.

Un año antes, en agosto de 2010, Papa Massata Diack había enviado a la misma dirección hotmail un correo que acaba de mandar al secretario general del Comité Olímpico Catarí (COQ). PMD adjuntaba el presupuesto provisional, partida por partida, de los Mundiales de Daegu, así como un documento confidencial sobre la organización de la competición. Se trataba manifiestamente de ayudar a Doha a preparar su candidatura para la edición de 2017.

Como de costumbre, Papa Massata Diack aprovechó para hablar de dinero. En su email al secretario general del COQ, indica que ”Su Alteza” ha aceptado financiar el congreso de la IAAF que se celebrará durante los Juegos de Daegu, precisando que el jeque Jaled Al Thani, jefe de gabinete del príncipe heredero Tamim, ha recibido los documentos destinados a “maximizar el patrocinio de Qatar Airways hasta 25 millones de dólares”.

Un último email, cuyo extracto ha sido ya publicado por The Guardian, es aún más preocupante. El 23 de septiembre de 2010, Papa Massata Diack hace llegar, a la misma dirección hotmail identificada por Mediapart como perteneciente al jefe de gabinete de Tamin Al Thani, un email que había enviado el 6 de mayo de 2008 a un hombre de negocios catarí con el que trabajaba de acuerdo para saciar las ambiciones deportivas del emirato.

En ese comienzo de mayo de 2008, Catar estaba en la última línea en la batalla para conseguir los Juegos Olímpicos de 2016. Su candidatura sería rechazada justo un mes más tarde por el CIO porque las fechas propuestas por Doha, por razones climáticas (hace demasiado calor en verano), se consideraban incompatibles con el calendario deportivo internacional.

En su email al hombre de negocios catarí, Papa Massata Diack explicaba que su “consejero especial” había ido recientemente a Pekín para negociar con sus “amigos del comité ejecutivo” del CIO. Seis individuos nombrados por sus iniciales, que corresponden todas a miembros del “comex” del CIO, pidieron que “sus paquetes” fueran entregados por el “consejero especial” en Mónaco.

Papa Massata Diack se preocupó y dio al hombre de negocios catarí “las cantidades totales” para entregar en Mónaco al “consejero especial”, con el fin de que las distribuyera rápidamente. Pero no llegaba nada y el “consejero especial” tenía que dejar Mónaco dos días más tarde. “Hay que entregar lo que hemos prometido”, insistió PMD, si no el “consejero especial” podrá ser considerado responsable de un posible “no respeto de los compromisos tomados por sus amigos en este período crucial”.

Papa Massata Diack está descontento sobre todo porque los “esfuerzos” del “consejero especial” correspondían “a las negociaciones que hemos tenido en el Negresco (el famoso hotel de Niza) con Su Alteza” y precisa que si “Su Alteza tiene alguna duda o problema, no debería dudar” a ir a Mónaco y hablar con el “consejero especial”.

Fuente próximas a la IAAF indicaron a The Guardian que es muy probable que el “consejero especial” fuera Lamine Diack, padre de Papa Massata y presidente de la federación internacional, lo que casa con elementos obtenidos del email: la IAAF tiene su sede en Mónaco y Lamine Diack fue a Rusia el 9 de mayo de 2008 para asistir a una competición de atletismo, que coincide con la fecha en la que el “consejero especial” tenía que dejar el Principado.

Preguntado por Mediapart, el abogado de Lamine Diack, William Bourdon, nos ha hecho saber que su cliente no quería contestar antes de haber podido declarar ante el juez.

Queda un último misterio: ¿por qué Papa Massata Diack transmitió en 2010 ese email al jefe de gabinete del príncipe heredero Tamim Al Thani sin el menor comentario, dos años después de haberlo redactado? ¿Se trataba de recordarle que había que distribuir “paquetes” para hacerse con los Mundiales de Atletismo o con los Juegos Olímpicos? Ninguno de los interesados ha aceptado respondernos.

  Esta investigación se llevó a cabo en colaboración con el diario británico The Guardian.

Cuando fue contactado por correo electrónico a través del Diwan Amiri (el Elíseo catarí), Amir Tamim al-Thani no dio respuesta alguna. Lo mismo ocurre con su director de gabinete Khalid al-Thani, contactado a través de Diwan Amiri y su correo electrónico profesional.

El abogado de Nasser al-Khelaïfi nos informó de que su cliente no quería respondernos y reservó sus respuestas para los tribunales.

Yousef al-Obaidly se negó a responder a las preguntas específicas que le habíamos enviado. Rechaza "completa y categóricamente" estas acusaciones y nos envió una declaración (disponible en su totalidad en el PDF del texto original en francés) y sus argumentos generales por correo electrónico.

El abogado de Liamine Diack, William Bourdon, nos dijo que su cliente no quería respondernos hasta que pudiera explicarse ante el juez de instrucción sobre este caso.

Papa Massata Diack se negó a responder a nuestras preguntas, a través de un breve correo electrónico (disponible en su totalidad en el PDF del texto original en francés).

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  Traducción de Miguel López.

Aquí puedes leer el texto original en francés:  

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