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Feijóo no sería el único líder de la oposición sin escaño en el Congreso: los casos de Sánchez y Hernández Mancha

Alberto Núñez Feijóo y Pablo Casado durante la campaña electoral del 28A.

Alberto Nuñez Feijóo es el único presidente autonómico del Partido Popular que gobierna con mayoría absoluta. Acumula cuatro victorias consecutivas en las elecciones a la Xunta de Galicia, que le han convertido en el eterno referente de la formación conservadora. Su antigua amistad con el narcotraficante Marcial Dorado parece no pesar como elemento en contra para el grueso de sus compañeros. Ni antes ni ahora. De hecho, su nombre fue el primero en aparecer en las quinielas para suceder a Mariano Rajoy en el año 2018. Casi todo el partido esperaba que diese el paso, pero finalmente renunció a hacerlo.

En los últimos días el líder gallego ha hecho una enmienda a los que pronosticaban –fuera y dentro del PP-– que ese tren ya pasó. “Pocas veces tienes una segunda oportunidad en la vida, ¿verdad?”, señala a infoLibre una voz del entorno de Feijóo, convencida de que, esta vez sí, dará el paso para liderar el partido a nivel nacional. El presidente de la Xunta se perfila como el candidato “de consenso” que exigen diputados y dirigentes territoriales. El grueso del PP ha abandonado a su actual líder, Pablo Casado, y solo mira ya en dirección a Galicia.

La guerra entre Casado y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha desembocado en la peor crisis que se recuerda en la historia del partido. Los ánimos en la formación conservadora están por los suelos y todo el partido asume que Casado dejará el cargo en las próximas horas, aunque en Génova evitan confirmarlo.

La amenaza de un sorpasso de Vox al PP está cada día más presente. Ni siquiera ayuda la reciente victoria en Castilla y León, puesto que el presidente en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, está abocado a entenderse con la extrema derecha. Feijóo consiguió desactivar al partido de Santiago Abascal en Galicia, pero su reto será hacerlo en el conjunto del Estado.

¿De la presidencia de la Xunta al Senado?

De presentarse y salir elegido Feijóo nuevo líder de los conservadores, el gallego tendría que lidiar con un inconveniente que han tenido otros líderes de la oposición, como Pedro Sánchez (PSOE) y Antonio Hernández Mancha (PP): carecer de escaño en el Congreso. Y tendría, también, que abrir un proceso de reflexión sobre su futuro como presidente de la Xunta de Galicia: ¿Dejará el cargo? ¿Quién le sustituirá? ¿Lo conservará y hará oposición desde Galicia? ¿Será un presidente de transición?

Hay voces populares que creen que sí dejará la Xunta, porque ven incompatible estar “en un pie en Galicia y otro en Madrid”, otras fuentes opinan que es, precisamente, ese cargo el que le dará visibilidad y descartan que vaya a renunciar a él. Otra de las opciones que se baraja es que Feijóo sea elegido senador vía designación autonómica. De ese modo podría confrontar directamente con Pedro Sánchez.

Los requisitos para poder ser senador de designación autonómica varían en función del reglamento de cada comunidad. Algunas como Cataluña, Canarias, Cantabria, Madrid y Extremadura reservan ese puesto para diputados autonómicos. Otras como Galicia o Castilla y León, por citar el precedente de Javier Maroto, no son tan rígidas y establecen que cualquier ciudadano que no esté incurso en causa de inelegibilidad puede ser propuesto por las Cortes.

“Podría ser designado senador por el Parlamento gallego”, confirma a infoLibre Carlos Fernández Esquer, profesor de Derecho Constitucional por la UNED y doctor en Ciencia Política. “No podría hacerle un control ordinario desde el Congreso, pero sí desde el Senado”, puntualiza. ¿Serían compatibles ambos cargos? La ley no lo deja del todo claro, aunque todo parece indicar que no sería posible.

“Desde el punto de vista de la LOREG, lo que no se puede es ser presidente autonómico y diputado. Pero no dice nada de que no se pueda ser senador y presidente autonómico”, expone Fernández Esquer, que indica que en estos casos hay que mirar a las leyes propias de cada autonomía.

Según el artículo 12 de la ley de la Xunta, el presidente "no podrá ejercer ninguna función pública que no se derive de su cargo, ni actividad o mercantil profesional o cualesquiera otras que pudiesen menoscabar la independencia y dignidad de su función". "Yo diría que no puede", señala.

El experto añade: “Para ser elegido presidente del Gobierno sí que no hace falta ser diputado, Pedro Sánchez no lo era en 2018”. Para ello el PP debería impulsar una moción de censura y buscar una mayoría alternativa que actualmente no tiene.

Los precedentes de Hernández Mancha y Pedro Sánchez

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Antonio Hernández Mancha fue el presidente de Alianza Popular entre los años 1987 y 1989. Nunca ocupó un escaño en el Congreso y tampoco llegó a ser presidente del Gobierno. En el PP hay quien traza paralelismos entre su trayectoria y la de Pablo Casado, ya que Hernández Mancha también superó una suerte de primarias en las que se impuso sobre Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, pero nunca logró forjar un liderazgo sólido.

Al no ser diputado, Hernández Mancha no podía debatir directamente con el presidente del Gobierno, Felipe González, lo que diluía su imagen como líder de la oposición. Fue el exministro Alberto Ruiz-Gallardón el que impulsó una moción de censura para que el líder de AP ganara foco y se erigiera como alternativa. Una votación que perdió de manera abrumadora, lo que propició el golpe de timón de José María Aznar, entonces presidente de Castilla y León.

El actual presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, renunció al escaño tras el fatídico comité federal del 1 de octubre de 2016. El socialista fue elegido por la militancia como secretario general unos meses después, aunque el PSOE siguió sin consolidarse como alternativa por la situación interna, a lo que contribuyó la ausencia de Sánchez en el Congreso. En su caso, y al contrario que Hernández Mancha, lo que salvó su liderazgo fue, precisamente, la moción de censura de junio de 2018, que logró los apoyos suficientes para salir adelante por primera vez en nuestro país.

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