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El mapa de la catástrofe: veintiuna provincias no han visto una gota de agua en abril

Un ganadero con su rebaño, a 20 de abril de 2023, en Murcia.

El mapa de precipitaciones de la península suele ser una paleta de colores con zonas húmedas y secas, pero este mes de abril está teñido de marrón uniforme de Madrid para abajo, incluyendo el valle del Ebro y algunos puntos de León. Hasta este lunes ha llovido en España un total de doce litros de agua por metro cuadrado, una cuarta parte de lo que suele llover el mes completo (63,5 litros) y la mitad de lo que llovió en abril de 1995, el más seco desde que hay registros, cuando se recogieron 23 litros. Y aunque quedan unos días para que acabe el mes, la Agencia de Meteorología ya pronostica que no habrá milagros: tanto esta semana como la próxima serán más secas de lo normal.

Este mes terminará también casi con toda seguridad con el triste récord de ser el abril con el episodio más cálido y temprano observado en España debido a la ola de calor que está en marcha esta semana. La falta de agua y las altas temperaturas han dejado un reguero de sequía de Huelva a Barcelona que ha arruinado las previsiones de los agricultores y que pone en riesgo la salud de los ciudadanos, una situación que poco a poco se asienta en el clima Mediterráneo, según los meteorólogos. 

"Aún es pronto para saber cómo nos afectará el cambio climático, pero sí parece que cada año las lluvias van a ser más irregulares: se concentrarán en periodos cortos, que vendrán seguidos de sequías largas", explica Marcelino Rojo, delegado de la Agencia de Meteorología (AEMET) en Castilla-La Mancha. "Al mismo tiempo vemos cómo mes tras mes se registran anomalías de altas temperaturas. Y eso nos preocupa, claro", añade. 

Este martes el Gobierno ha actualizado el estado de los embalses, el termómetro de las reservas de agua en España, y la gráfica muestra una tendencia preocupante porque permanece plana precisamente en la temporada de llenado, que termina en apenas tres semanas. A partir de ahí las reservas apenas crecerán hasta final de año, salvo imprevistos. 

En la Comunidad donde trabaja Marcelino Rojo la sequía es recurrente, pero la situación de este año es anómala y extrema, especialmente en la provincia de Ciudad Real, donde los pantanos están al 29,5% de capacidad, cuando de media están al 59,3%, según el registro de la última década. 

Unos kilómetros al sur, en Córdoba, la situación es si cabe más preocupante, donde la falta de agua se combina con una temperatura de 35 grados este martes –que supera el anterior récord registrado en esta capital de 2017– y para este jueves esperan rozar los 40 grados a la sombra en la zona de La Campiña. En esta provincia, los embalses están estos días al 18,8%, frente al 62,4% de media. 

La ministra Teresa Ribera, que tiene las competencias de Medioambiente, ha reconocido este martes que las previsiones para los próximos meses "son complicadas" y que España se encamina "a un escenario de preocupación", aunque el agua de boca no peligra. Por ahora solo se han activado medidas a gran escala en Cataluña, donde 224 municipios, donde se prohíbe el riego en espacios verdes, aunque el mayor recorte lo sufre el campo, que tiene un 40% menos de acceso al agua en gran parte de Barcelona y Girona. 

Rosa Pruna, presidenta de la patronal agraria Asaja en Barcelona, explica que la sequía de las últimas tres semanas ha desbordado al campo y que incluso el cultivo de secano está perdido. "Mira que era muy fácil salvar el trigo y la cebada, nos habría bastado con una pequeña lluvia a principios de abril, pero ya damos por perdido el 70% de la cosecha. La paja es de un palmo –cuando suele llegar por la rodilla– y está vacía de grano", relata. 

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La portavoz de los agricultores confirma que en esa zona hace estos días temperaturas de primeros de junio y que las consecuencias del cambio climático en el campo las van a sufrir en los próximos meses los consumidores, cuando vayan a hacer la compra, ya que no solo se encarecen los cereales, también la paja que alimenta a los animales, y, por tanto, la carne y la leche. "Nunca antes habíamos recogido el cereal vacío de grano; habrá que importarlo", apunta. 

Otro meteorólogo de AEMET, José Ángel Núñez, explica que el episodio de altísimas temperaturas de estos días "es muy anómalo", con niveles que se asemejan a los de finales de junio, con temperaturas entre 5 y 10 grados superiores a la media de abril. En el conjunto de España, según la previsión del organismo, la temperatura media de esta semana será de 19 grados –sumando día y noche–, frente a los 13,1 grados de media registrados entre 1991 y 2020. 

"Nunca se habían dado temperaturas medias tan altas. Cada vez vemos que estos episodios son más frecuentes y tempranos. De hecho, en el siglo XX la probabilidad de vivir lo que tenemos esta semana sería muy cercana a cero", confiesa Núñez.

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