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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

La presencia o el paso atrás de Irene Montero condiciona el cierre del acuerdo entre Sumar y Podemos

Ione Belarra, Yolanda Díaz e Irene Montero, en una imagen de archivo.

¿Dónde aporta más Irene Montero, dentro o fuera del Congreso? Esa es la pregunta clave que lanzan desde Sumar —y sus aliados— a escasas horas de que acabe el plazo para registrar coaliciones ante la Junta Electoral Central. Mientras que en Podemos defienden que su número dos es un activo electoral, otros sectores de la izquierda lo cuestionan. El paso de Montero por el Ministerio de Igualdad deja avances significativos, como la ley trans o la reforma de la ley del aborto, pero también un reguero de polémicas, azuzadas principalmente por la derecha que la han convertido en uno de sus objetivos políticos durante esta legislatura. La principal: la ley del solo sí es sí y el goteo de rebajas de condenas a agresores sexuales.

La norma ha sido uno de los grandes quebraderos de cabeza del Gobierno en la recta final de la legislatura. Y también ahora, tras la sentencia del Tribunal Supremo que ha avalado las rebajas de condenas dictadas por las audiencias provinciales y ha cerrado la puerta a que pueda usarse una disposición de 1995 para evitar las revisiones de penas, como aseguraba Igualdad. Esto, unido a los reproches de la relatora de la ONU, deja a Montero en una situación debilitada de cara a la negociación con Díaz. En Sumar temen que la ley del sí es sí monopolice la campaña electoral y las propuestas de la vicepresidenta segunda no tengan tanto protagonismo.

Al margen de esta cuestión, los estilos —políticos y comunicativos— de Díaz y Montero son antagónicos y su relación personal también es compleja. Desde Sumar afirman con rotundidad que la titular de Igualdad no puede jugar un papel decisivo en campaña y, llegado el caso, deberá estar en un segundo plano porque su forma de hacer política difiere por completo de la de Díaz.

La ministra de Igualdad se erige, así, como el último escollo de cara a elaboración de las listas y el reparto de los puestos de salida. A día de hoy Podemos mantiene la apuesta por la presencia de su figura más emblemática, pero Díaz y el resto de sus aliados reclaman un paso atrás para facilitar un acuerdo de unidad que todavía no ha llegado. Los morados consideran que si Montero renuncia por el veto de otras fuerzas de izquierdas, eso lanzaría el mensaje de que las presiones de Partido Popular y Vox dan resultado.

Nada se sabe de los siguientes pasos de Montero y hay quien apunta a que podría "sacrificarse", aunque las voces consultadas aseguran que la líder de Podemos, Ione Belarra, no se lo va a pedir y que la decisión le competerá solo a ella. Una renuncia que acarrearía un coste evidente para todo el partido y constaría el rol secundario que van a tener dentro de Sumar. Por lo pronto, los morados han lanzado una consulta exprés a sus bases para que se pronuncien sobre la forma en la que concurrirán en las elecciones. Si gana el 'sí', la dirección del partido tendrá carta blanca para tomar una decisión, sea la que sea.

La presión de los territorios para lograr la unidad

Si Podemos decide ir por separado corre el riesgo de que sus cuadros a nivel local apuesten por Sumar. En los últimos días las direcciones territoriales han empujado a Belarra al pacto y han reclamado "ceder" y actuar "con generosidad y humildad" para llegar a un pacto con Díaz o asumir que toca "dar un paso al lado". Así lo ha defendido la líder de Podemos en Extremadura, Irene de Miguel. "Aquellos que no crean en la unidad tienen que dar un paso a un lado, dejar a los que creemos que la unidad sí es el camino y que además hay que hacerlo con el motivo de ilusionar a la gente", aseguró recientemente.

Un mensaje similar al que traslada también la líder de Podemos en NavarraBegoña Alfaro, que ha advertido de la "irresponsabilidad impresionante" que supondría no alcanzar un acuerdo con Sumar: "Si no se da acuerdo, valoraremos qué hacer; sería una irresponsabilidad porque podría alfombra roja a la derecha", defendía. En GaliciaBorja San Ramón, también demandaba "generosidad" y señalaba que "acordar no es resignarse".

El líder de Madrid, Jesús Santos, también reclamó la adhesión a Sumar la pasada semana. Una idea reforzada por la candidata de Podemos en la región, Alejandra Jacinto, que pertenece a la ejecutiva de Podemos. En una carta publicada en su blog ha reclamado la "unidad de las fuerzas progresistas a la izquierda del PSOE".

También se han producido movimientos en Aragón. La coordinadora de Podemos, Maru Díaz, ha anunciado su dimisión tras los malos resultados del 28-M. En un comunicado emitido este jueves ha anunciado que no recogerá su acta de diputada en las Cortes y ha pedido "altura de miras, generosidad y humildad" para "proteger" los avances logrados en el gobierno de coalición y evitar que PP y Vox se hagan con la victoria en las generales.

Además, en la Comunitat Valenciana, militantes y cargos de Podem, han lanzado un manifiesto en el que exigen “integrarse en una confluencia amplia estructurada desde Sumar, a través de primarias de ámbito provincial que garanticen que la decisión final recaiga en las bases de Podem” tras el mal resultado obtenido el pasado 28M.

Podemos y Sumar acuerdan que las listas estén cerradas este viernes

Fuentes al máximo nivel de Podemos y de Sumar aseguran a infoLibre que las listas deben estarán cerradas, como tarde, este viernes —aunque el plazo finaliza el próximo 19 de junio— para evitar otra semana agónica de negociaciones. La lista por Madrid, que previsiblemente encabezará Díaz, se perfila como una de las más complicadas. La vicepresidenta segunda reserva el número dos por Madrid —un puesto cargado de significado político— a una persona independiente como el revulsivo para transmitir la imagen de que Sumar es un partido que bebe de la sociedad civil.

Además, Díaz también deberá hacer hueco a los candidatos de Más Madrid —previsiblemente, uno de ellos será Íñigo Errejón—, Izquierda Unida — con el líder del PCE, Enrique Santiago, como previsible candidato— y Podemos —si no es Montero, desde Sumar no ven con malos ojos que ese puesto lo ocupe Belarra—. El reparto de posiciones también es relevante para garantizarse un escaño. En el año 2019 la coalición Unidas Podemos logró cinco diputados en esa circunscripción y Sumar espera sacar, como mínimo, ese resultado.

En la Comunitat Valenciana Podemos ha planteado este jueves a Sumar confluir en solitario, tal y como ha avanzado eldiario.es y confirmado infoLibre. De esta manera, según los morados, se salvarían "vetos en las listas” por la intención de Compromís de copar los puestos de salida en las tres capitales de provincia: Castelló, València y Alicante. "Compromís ha vetado nuestra presencia y hemos planteado esta solución para intentar desbloquear la situación", señalan. Sumar ha indicado que no contempla esta opción, según han indicado fuentes de la formación.

En la elaboración de estas listas también subyacen las tensiones del pasado. Más Madrid es una escisión del propio Podemos creada por uno de sus fundadores, Íñigo Errejón, mientras que Compromís se alineó con los morados en 2016 y la experiencia acabó con la salida del grupo parlamentario de los cuatro diputados de la coalición valencianista. Tensiones que se han mantenido —más o menos — en calma durante la legislatura pero que a la hora de configurar una nueva alianza añade más complejidad al funcionamiento de ese grupo parlamentario.

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