IGUALDAD
Jenni Hermoso y su sindicato exigen que actos como el de Rubiales "nunca queden impunes y sean sancionados"
"Mi sindicato FUTPRO, en coordinación con mi agencia TMJ se están encargando de defender mis intereses y ser los interlocutores sobre este asunto". Son las primeras palabras de la futbolista Jenni Hermoso después de que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, la agarrase de la cabeza y la besara en los labios a la fuerza con motivo de la victoria de las españolas en el mundial de fútbol femenino.
“FUTPRO rechaza cualquier actitud o conducta que vulnere los derechos de las futbolistas y desde el sindicato estamos trabajando para que actos como los que hemos visto nunca queden impunes, sean sancionados y se adopten las medidas pertinentes que protejan a las futbolistas de acciones que creemos son inaceptables", ha expresado el sindicato a través de un comunicado hecho público este miércoles. La organización pide a la RFEF que “implemente los protocolos necesarios", vele por los derechos de las jugadoras y "adopte medidas ejemplares". Consideran "esencial" que la selección "esté siempre representada por figuras que proyecten valores de igualdad y respeto en todos los ámbitos", abunda el escrito.
La organización sindical, que ha expresado su "firme y rotunda condena ante conductas que atenten contra la dignidad de las mujeres", se reunirá además el próximo lunes con la vicepresidenta segunda en funciones del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
La Liga Femenina pide la inhabilitación de Rubiales
El mismo miércoles, la Liga Profesional de Fútbol Femenino presentó una denuncia ante el presidente del Consejo Superior de Deportes por "los gravísimos hechos y conductas llevadas a cabo por el presidente" Luis Rubiales y solicitó su inhabilitación.
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"Una de las mayores gestas de la historia del deporte español se vio ensuciada por el bochornoso comportamiento del máximo representante del fútbol español que, una vez más, y guiado por su continuo y habitual afán de protagonismo, demostró no estar a la altura del cargo que ostenta", ha cargado la Liga Femenina. "Que un jefe agarre de la cabeza a su trabajadora y la bese en la boca, sencillamente, no puede tolerarse. Tildar públicamente de 'gilipollas, tontos del culo y pringaos' a aquellos que reprochan tales actitudes es inadmisible y repugnante".
La Liga enfatiza en que "no se trata únicamente del beso", sino de "una actitud que se encuentra muy alejada de los valores de nuestra sociedad. Una actitud que ha pasado a la historia del deporte mundial y, lo más grave, que quedará por siempre vinculada a nuestra Selección Femenina". " Se trata de un bochorno internacional sin precedentes para la Marca España, para el deporte español y para el fútbol femenino mundial".
"La gravedad de lo sucedido, el daño causado y el unánime rechazo mundial obligan a tomar decisiones", reflexiona la entidad. "España y el fútbol español no merecen un representante de este nivel, y las instituciones deben acompañar y dar respuesta al sentir de la sociedad". Es, a su juicio, el "momento de dar un paso adelante". Lo contrario, estiman, "sería una humillación para todas las mujeres y la mayor derrota del deporte español y de nuestro país".