IGUALDAD
La violencia vicaria deja siete menores asesinados en cuatro meses y 167 mujeres con sus hijos en riesgo alto
Este miércoles las radios han abierto su boletín de noticias con una última hora: los Mossos d'Esquadra investigan la muerte violenta de una mujer y sus dos hijos menores, ambos de ocho años. El padre de los niños, sobre el que no consta ninguna denuncia previa, se habría quitado la vida en la estación del municipio, el Prat de Llobregat (Barcelona). Con este nuevo crimen de violencia vicaria, son siete los menores asesinados a manos de sus padres en tan sólo cuatro meses. En todos los casos salvo en uno, los agresores se suicidaron después de cometer el crimen.
"Es necesario reforzar los mecanismos de protección y hacer hincapié en una mayor concienciación ciudadana ante la violencia machista", ha señalado este miércoles la ministra de Igualdad, Ana Redondo. La Generalitat ha condenado los hechos y ha anunciado la constitución de un grupo de expertas sobre violencia vicaria. Con este último crimen, serían cinco los menores asesinados por sus progenitores en suelo catalán desde el inicio del año.
La violencia vicaria es entendida, formal y culturalmente, como una de las muchas formas que adopta la violencia machista. Los hijos de las mujeres víctimas de violencia machista son víctimas directas desde que en el año 2015 se reformara en ese sentido la Ley de Violencia de Género. "En ocasiones, estos y estas menores de edad son utilizados por el maltratador para hacer daño a la madre", enuncia el Ministerio de Igualdad. Una reciente investigación de la Fundación Anar sobre violencia sexual en la infancia, señala precisamente la violencia vicaria como uno de los detonantes de las agresiones sexuales: "Su padre ha encontrado una manera de hacerme daño a través de mi hija", señalaba una de las madres entrevistadas para la confección del estudio.
Siete asesinatos en cuatro meses
Los dos primeros asesinatos por violencia vicaria este año fueron confirmados apenas avanzado el mes de enero. El padre de Xavi y Noa, de diez y siete años, acabó con sus vidas el 9 de enero. El agresor, expareja de la madre de los niños, no había llevado a los menores al colegio y no se los había entregado a la madre, tras pasar unos días juntos con motivo de las vacaciones navideñas. Fueron hallados sin vida en la vivienda del hombre, quien también se suicidó a través de la inhalación de gas. No había denuncias previas.
Elisa y Larisa tenían dos y cuatro años cuando fueron asesinadas a finales de marzo por su padre en Almería. Las envenenó y después se suicidó. El agresor tenía una orden de alejamiento respecto a su expareja, la madre de las niñas. Estaba a punto de sentarse en el banquillo por un delito de malos tratos y otro de amenazas. Para consumar el asesinato, el padre de las menores se sirvió del régimen de visitas que le permitía estar con ellas los fines de semana.
Pocos días después, el pasado 3 de abril, un hombre apuñaló y acabó con la vida de su hijo de cinco años, Ayax. También hirió de gravedad a su mujer, en Girona. Estaban en trámites de separación.
Con los dos pequeños asesinados en el Prat de Llobregat, son siete el total de asesinados en lo que va de año. Unas cifras sin precedentes: es la primera vez desde que existen estadísticas oficiales que se registran tantos asesinatos vicarios en tan poco tiempo. El número de mujeres asesinadas en lo que va de año asciende a nueve.
El 71,9% de los agresores se suicida o lo intenta
Desde el año 2013, son 57 los menores asesinados en un contexto de violencia machista. En el 71,9% de los casos, el maltratador intentó o consiguió quitarse la vida. Una tasa de suicidio muy por encima de la registrada cuando se trata de feminicidios: en el caso de los crímenes mortales contra las mujeres, el porcentaje de los agresores que intentaron o consiguieron quitarse la vida desciende hasta el 34,1%. Los expertos achacan la tentativa de suicidio y el suicidio consumado a una respuesta del agresor ante el más que evidente reproche social que existe especialmente en los casos de violencia contra niños y niñas menores de edad.
En 52 de los 57 asesinatos confirmados por las autoridades, el victimario era padre de la víctima. En cinco de los casos, se trataba de la pareja o expareja de la madre. En 32 de los casos existía convivencia entre los menores y el agresor.
Según la información recabada por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, la tasa de denuncia previa asciende al 28%. Es decir, en dieciséis casos las madres de las víctimas sí habían advertido de la violencia y habían dado la voz de alarma a las instituciones, pero no se desplegaron las medidas necesarias para proteger a los menores.
A nivel territorial, las comunidades con un mayor número de crímenes vicarios son Madrid, Andalucía y Cataluña, con diez.
Los hijos de 167 mujeres conviven con riesgo alto
Los últimos datos actualizados del Ministerio del Interior muestran que a día de hoy existen un total de 167 mujeres en riesgo alto o extremo por violencia de género y con hijos menores a su cargo que también conviven con el peligro de sufrir violencia a manos de un agresor machista. Son datos contenidos en VioGén, el sistema de seguimiento integral de los casos de violencia de género.
Según los parámetros por los que se guía la herramienta, basados en valoraciones policiales protocolizadas, existen cinco niveles de riesgo: no apreciado, bajo, medio, alto y extremo, todos ellos con una serie de medidas asociadas. Además, el sistema contempla también los casos en los que existen menores a cargo, en dos sentidos: por un lado, aquellas situaciones en las que se detecta que los menores pueden encontrarse en situación de especial vulnerabilidad; por otro lado, aquellas en las que la violencia ejercida por el agresor sobre la víctima podría extenderse al menor.
A día de hoy, un total de 159 mujeres se encuentran en riesgo alto y 8 en riesgo extremo con menores a su cargo que, a su vez, tienen el mismo riesgo a sufrir violencia por parte de agresores machistas. En esta misma situación, pero en riesgo medio, se encuentran 1.264 mujeres. En total, son 1.431 las mujeres con hijos que viven con protección policial por el riesgo de que sus maltratadores ejerzan violencia sobre ellas o sobre los menores.
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El teléfono 016 atiende a todas las víctimas de violencias machistas y a su entorno las 24 horas del día en 53 idiomas. La llamada no deja rastro en la factura, pero debe ser borrada de forma manual del registro de llamadas enviadas.
Otras formas de contacto son a través del correo electrónico 016-online@iguadad.gob.es, por whatsapp en el número 600000016 y con el chat online desde la página web de la Delegación del Gobierno contra la Violencia Machista.
Si una mujer se encuentra en una situación de emergencia también puede llamar al: 112 Emergencias, 091 Policía Nacional y 062 Guardia Civil. Si no puede llamar, puede recurrir a la aplicación Alertcops, que envía una alerta con su ubicación a la Policía.