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EEUU

Ni Trump ni Harris: el PP no 'vota' en las elecciones de EEUU tras apoyar en el pasado a Obama y Clinton

Blair, Bush y Aznar en la cumbre de las Azores.

Este 5 de noviembre Estados Unidos acudirá a las urnas para decidir quién será la persona que ocupe la Casa Blanca: la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump. Pese a que Harris irrumpió con fuerza en las encuestas tras la sustitución forzosa del actual presidente estadounidense, Joe Biden, por su desastroso debate con Trump, ahora ambos están prácticamente empatados con el republicano a la cabeza en algunos de los llamados swing states, es decir, los Estados que decidirán las elecciones. El resultado puede tener una influencia clave en el rumbo de la política mundial.

En España hay formaciones como el PSOE y Vox que ya han tomado partido en esa contienda, los primeros por Harris y los segundos por Trump, mientras que otras como el Partido Popular evitan posicionarse, manteniendo una equidistancia entre los demócratas y los republicanos. Las fuentes consultadas por infoLibre en el PP explican que, en líneas generales, apuestan por Harris, ya que la consideran una candidata más "fiable" y "más comprometida con Europa" pero consideran que deben "mantener equilibrios" por si Trump gana, como pasó en 2016.

En una reciente entrevista en La Vanguardia, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, evitó deliberadamente posicionarse, si bien dejó entrever que prefería a Harris al referirse a las consecuencias que tendría la victoria del republicano para Europa y España. "Yo votaría a un presidente de mi país que crea en que las democracias, el Estado de Derecho (...) que tenga un tratado de comercio con la UE y que considere a Europa el lugar más parecido de la tierra a Estados Unidos. Y, por tanto, que no pusiera aranceles de forma sistemática a productos europeos", señaló, en referencia a los aranceles que Trump quiere poner a Europa.

Ante esa respuesta, el entrevistador afirmó ante Feijóo que estaba “diciendo que votaría a Harris" aunque no lo verbalizara, a lo que el líder del PP respondía: "Yo le he dicho a quién votaría sin meterme en política interior de Estados Unidos. ¿Sabe por qué? Porque pretendo ser presidente del Gobierno de mi país y antes de nada me debo a los intereses de mi país", zanjó. Fuentes conservadoras reconocen que la victoria de Trump podría perjudicar a España a nivel económico. La número dos del partido, Cuca Gamarra, también ha dejado ver su apoyo por Harris al afirmar que es "una inspiración" y que "ha revolucionado la política".

Otras voces del partido como la de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se muestran más criticas con Harris. "Todo lo que escucho de ella desde comienzos de verano no me ha gustado en absoluto y lo que sí veo es una campaña voraz a su favor. Está en todas partes. La fuerza mediática y el dineral con el que le está aupando, especialmente en internet es tan brutal que me huele a lo de que que no gobierne la derecha. Con la agenda woke están intentando que sí o sí sea la presidenta", aseguró ante los micrófonos de EsRadio el pasado mes de septiembre. La única crítica que hizo sobre Trump es la de los aranceles a productos europeos, si bien confesó haber "perdido la esperanza por los dos candidatos": "Ninguno es lo mejor que podía tener Estados Unidos, un país que admiro tanto".

El PPE dejó de acudir a las convenciones republicanas con la llegada de Trump

Hasta la llegada de Trump, diferentes representantes de la familia del Partido Popular Europeo (PPE) participaban en ambas convenciones, si bien en el PP español han dejado claras sus preferencias cuando han estado al frente de la Moncloa, como el Gobierno de Mariano Rajoy con el demócrata Barack Obama o el de José María Aznar con el republicano George W Bush. Sin embargo, tras la llegada del multimillonario en 2016, los populares europeos decidieron no mandar ningún representante a Cleveland (Ohio), donde se celebró la convención republicana que consagró la candidatura de Trump.

En cambio, sí acudieron a la cita de Filadelfia donde se proclamó a Hillary Clinton. Entre los representantes españoles del PP estaban Esteban González Pons y Antonio López-Istúriz. Visto en retrospectiva, desde las filas conservadoras admiten que fue un "error" apoyar únicamente a Clinton, en continuidad con los lazos que tejió el gobierno de Rajoy con Barack Obama. Es más, el responsable del PP en el exterior, Alfredo Prada, llegó a decir que "Obama votaría al PP".

Aunque en Europa, durante muchas décadas, la derecha apoyaba al candidato republicano y la izquierda al demócrata, la llegada de Trump hizo que casi todos los gobiernos apoyaran al demócrata excepto el húngaro de Viktor Orban. Ocho años después son casi una decena los gobiernos o socios de coalición europeos que preferirían una victoria de Trump.

La posibilidad de que el republicano vuelva a ocupar la Casa Blanca está cada vez más encima de la mesa. En el PP señalan que tender puentes con el equipo del presidente electo de EE UU es una de las tareas que tendrán por delante si Feijóo llega a Moncloa por la proyección que le generaría a nivel internacional y quieren evitar que el próximo presidente de EEUU castigue a España, como hizo el expresidente George W. Bush con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por la retirada de las tropas de Irak.

La alianza entre Bush y Aznar que llevó a España a la guerra de Irak

La predilección del PP por los dirigentes demócratas encontró su excepción durante el mandato de José María Aznar. En junio de 2001, la primera parada en Europa del líder norteamericano fue para visitar a su amigo Mister Ansar y ambos pasearon por la finca toledana de Quintos de Mora. El expresidente español fue a su vez recibido hasta cuatro veces en la Casa Blanca. El expresidente español llegó a a presumir de que hablaba con el presidente estadounidense con tanta frecuencia que colocó un teléfono en la Moncloa con línea directa a la Casa Blanca.

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Una amistad que sentó las bases de lo que pasó en marzo del 2003 tras la cumbre de las islas Azores. Con el ex primer ministro portugués José Manuel Durão Barroso como anfitrión, Tony Blair, George W. Bush y José María Aznar propiciaron lo que se convertiría en el acontecimiento clave para la articulación de la invasión de Irak. La alegría de Aznar porque Bush lo tuviera como amigo fue clave durante su legislatura al frente del Gobierno español, además de uno de los detonantes que llevarían a su posterior debacle tras la masiva reacción social en su contra.

Cuatro años después de anunciar rotundamente que en Irak existían armas de destrucción masiva, Aznar compareció en 2007 ante los medios para, por primera vez, retractarse sobre esta cuestión. En Irak no había armas de destrucción masiva, eso lo sabe todo el mundo y yo también lo sé, ahora", decía. "Cuando yo no lo sabía, nadie lo sabía", apuntaba el expresidente, señalando que su postura por entonces se basó en una creencia sostenida por "todo el mundo".

En el segundo tomo de sus memorias, publicadas en 2013, –José María Aznar, el compromiso del poder– Aznar aseguraba que "casi nadie" dudaba de que Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva y afirma que el verdadero motivo de la discrepancia en Europa eran las pretensiones de Francia y Alemania de "romper amarras con EEUU".

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