Vaya por delante que estoy completamente convencido de que las energías renovables son el futuro, ya que sin ellas este se presenta aciago. Y dentro de estas energías, la energía solar tiene un papel fundamental.
Sin embargo, la proliferación de plantas fotovoltaicas con capacidad de producción inferior a los 50 Kw. que harían necesario un trámite y autorización ministerial, está cambiando por completo la fisonomía de nuestro entorno rural.
Ya no es el ladrillo el que amenaza los campos que rodean nuestros pueblos, sino la construcción de estas Plantas Fotovoltaicas que engullen por los cuatro costados los núcleos urbanos
Bajo la siniestra denominación de "Áreas de Sacrificio" se da rienda suelta a la especulación de empresas, ayuntamientos y, sobre todo, grandes latifundistas, para sustituir áreas de cultivo y pastoreo por estos mares de espejos que crecen sin prácticamente control alguno, pues trocean la producción en varias plantas inferiores a esos 50 Kw. para así poder sortear trámites seguramente más largos y exigentes.
Ya no es el ladrillo el que amenaza los campos que rodean nuestros pueblos, sino la construcción de estas plantas fotovoltaicas que engullen por los cuatro costados los núcleos urbanos.
Quienes vivimos en ellos asistimos atónitos a cómo se arrancan árboles y se eliminan cultivos que son reemplazados por este tipo de instalaciones, allí por donde antes paseábamos, pastaban los rebaños de ovejas o se recolectaba lo que la tierra producía.
Es necesario regular de otro modo esto que ya se está produciendo y que amenaza con acabar siendo otra burbuja que estalle y nuestros campos acaben poblados por esqueletos de metal abandonados e inservibles.
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Luis del Castillo Vergara es socio de infoLibre.
Vaya por delante que estoy completamente convencido de que las energías renovables son el futuro, ya que sin ellas este se presenta aciago. Y dentro de estas energías, la energía solar tiene un papel fundamental.