Desde el pasado día 14 de marzo, la mayor parte de las personas que viven en el Estado español lo hacen recluidas en sus domicilios al haberse dictado el Real Decreto 463/2020 que regulaba el estado de alarma.
No todas las personas viven este encierro impuesto por el Gobierno en las mismas condiciones.
En especial, las familias numerosas que viven en pisos de pequeñas dimensiones y con poca ventilación, lo sufren peor que las que viven en fincas, chalés o similares.
El caso empeora cuando se vive con hijos/as menores de 12 años, que se ven forzados a un confinamiento que no entienden, sin poder ver a sus compañeros de colegio ni poder jugar en la vía pública.
Es más, ese confinamiento es nocivo por su larga duración en estos niños/as, ya que les priva del ejercicio físico y exposición a la luz solar, tan necesarios en esas edades.
Ignoro quiénes han sido los técnicos asesores del Gobierno de España a la hora de redactar los detalles del estado de Alarma, pero con el articulado vigente, han ignorado a esa parte de la población infantil que lleva ya un mes sin salir a la calle o ver a otros niños/as.
Lo más indignante es que esos mismos artículos permiten la salida al exterior de una mascota. Es decir, que se da por seguro que el pelaje o patas de un perro no pueden transmitir el virus hacia la vivienda, pero sí lo puede hacer un menor aunque vaya dotado de mascarilla y guantes y limpie su calzado al entrar en la casa.
Este despropósito de articulado está causando un grave daño psicológico en nuestra población infantil que solo se podrá analizar cuando se haya levantado el toque de queda y se observen las consecuencias, como cambios en el carácter, o adquisición de hábitos no saludables.
Desde las distintas Administraciones se debería exigir a la Presidencia del Gobierno que cambie lo más rápidamente posible esta restricción, a fin de garantizar la salud física y mental de nuestros/as hijos/as.
Rafael González Martín es socio de infoLibre
Desde el pasado día 14 de marzo, la mayor parte de las personas que viven en el Estado español lo hacen recluidas en sus domicilios al haberse dictado el Real Decreto 463/2020 que regulaba el estado de alarma.