Terrorismo de Estado

Victorio Martínez Armero

No tienen nombre las acciones del gobierno de Israel, con las explosiones a distancia de los aparatos tecnológicos contra personas inocentes en el Líbano, orden dada presuntamente por Benjamín Netanyahu, jefe del gobierno de Israel, sin avisar y por la puerta de atrás, matando a seres humanos desamparados e indefensos.

La guerra no es la solución, señor Netanyahu, y nunca lo será y ustedes lo saben. Aunque el gobierno de Israel la necesita para mantenerse en el poder, no para gobernar y seguir amedrentando a las personas indefensas y establecer el régimen del miedo y la guerra, negando la lucha con la palabra y solo con la palabra.  

El gobierno israelí debe dialogar, hablar, y sin armas. Debe aceptar la independencia, la autonomía de los pueblos y respetar las fronteras de Palestina. Salir ya de las tierras ocupados en Gaza por su ejército y las de Cisjordania por colonos ultras ortodoxos con el apoyo de sus militares y su gobierno ultra.  

Benjamín Netanyahu tiene las manos llenas de sangre junto con sus camaradas de fechorías. Este gobierno guerrillero pasará a la historia por lo que son: cobardes y sanguinarios. Por atacar y asesinar a niños, mujeres y hombres indefensos. Es inhumano, salvaje y bárbaro el comportamiento de los atentados contra el pueblo libanés

Ya está bien de matar a inocentes, señor Netanyahu. Detenga la masacre de los pueblos de Palestina y Líbano. Son personas. ¿Qué busca con la siembra de tanto odio e inmenso dolor innecesario? ¿Qué pretende? ¿Quedarse solo en el mundo y ser propietario del universo para imponer violentamente la práctica de su doctrina o su fanatismo irracional que contamina la convivencia entre seres  humanos? ¿No lo está viendo? Que este no es el camino trazado para la paz, la convivencia y el desarrollo social de los pueblos diversos y plurales

Es inhumano, salvaje y bárbaro el comportamiento de los atentados terroristas contra el pueblo libanés

Señor Netanyahu, debe entender que no todas y todos por obligación serán judíos o judías. Este sería un mal camino. Ese camino que está trazando con su fanatismo dictatorial hace daño a las personas, a la humanidad y a la convivencia entre seres humanos. Qué pronto han olvidado que en la “Tierra madre” vivimos millones y millones de ciudadanas y ciudadanos, con diferentes ideas, practicando distintas religiones y creyendo en múltiples dioses. No todas y todos podemos ser judíos por la fuerza de las armas, y menos aún por la sinrazón del miedo que provocan las armas.  

Señor Benjamín Netanyahu, presidente del gobierno de Israel, lo que está haciendo en Palestina es un genocidio y lo que ha iniciado presuntamente en el Líbano son actos de terrorismo. Me recuerda mucho a los asesinatos de personas inocentes por la dictadura fascista de Francisco Franco. Terrorismo.  

Señor Netanyahu, ponga toda su energía y la fuerza de su ejército y las tecnologías en construir la paz, diálogo y humanismo. Todo por la paz.

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Victorio Martínez Armero es socio de infoLibre.

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