La periodista Pilar Velasco dirige el medio de información parlamentaria Demócrata. Es autora de dos libros, Jóvenes, aunque sobradamente preparados y No nos representan, además de colaboradora en diversos medios de comunicación. Velasco recuerda al Partido Popular que, ante los mensajes de la extrema derecha, como la negativa de Vox a firmar el Pacto contra la Violencia de Género “no se puede poner de perfil”. Conmina a los populares a “no llegar a acuerdos ni de gobierno ni de presupuesto” y a “deslegitimar por todas las vías estos mensajes”.
“Hay cosas buenas que celebrar en este 8 de marzo, aunque no por causas positivas. Por ejemplo, la sentencia contra Rubiales creo que se quedó muy corta. Aun así es una sentencia condenatoria y eso hace años no habría sucedido. O la instrucción del caso Errejón y la denunciante Elisa Mouliaá en la que el juez prácticamente le hizo llorar durante el interrogatorio mientras le daba las respuestas hechas a él. Ahí reaccionamos como sociedad. Incluso en cómo Podemos anunció que ha apartado a Monedero. Aunque no conocemos todavía el fondo de esas denuncias, hay una reacción de consenso. Si usted tiene comportamientos vejatorios contra las mujeres, tiene que ser apartado de todas sus responsabilidades. Aun así, queda muchísimo por hacer sobre los techos de cristal, políticas de igualdad y de conciliación. Y sobre los disensos, creo que la discusión en el feminismo también es válida, sana y nos fortalece a las feministas. Es positiva”.
“Es uno de los temas más preocupantes socialmente. Los jóvenes están apoyando opciones de extrema derecha. Está pasando en España, en Estados Unidos y cada vez que hay unas elecciones en Europa. Aquí las encuestas dicen que uno de cada cuatro jóvenes votarían a Vox o a Alvise. Hay un porcentaje también altísimo de jóvenes y menores que niegan la violencia de género y que no son capaces de reconocer las actitudes machistas y las agresiones contra la mujer. Es más, las promueven, algunos con millones de visitas y son aceptados socialmente por el resto de jóvenes. Tenemos que mirar las causas”.
“En el Congreso ha habido tiempos mejores, de más entendimiento y cordialidad entre los grupos parlamentarios. El diálogo entre los dos grandes partidos está dinamitado, roto, las ruedas de prensa son durísimas. Hay que escuchar a Miguel Tellado como portavoz o a la propia Esther Muñoz, cómo elevan el tono con desinformación, porque hacen casus belli de absolutamente todo. La ofensiva política contra Pedro Sánchez es muy fuerte y tiene consecuencias en la convivencia. Hay leyes en las que están de acuerdo y que no salen por puro tacticismo político. Una de las últimas es la ley del suelo. La propuesta del Partido Popular es muy parecida. Favorecería la construcción de vivienda más rápida en municipios y comunidades autónomas. El PP la tumba por tacticismo político, aunque el elemento más distorsionador es Vox”.
“Lo que ha ocurrido esta semana es un ejemplo de cómo está el Congreso. Ha habido un acto de los periodistas condenando el señalamiento de compañeros que hacen su trabajo en el Congreso, que son acosados y extorsionados por otros periodistas y no periodistas. No se les puede llamar periodistas porque incluso están vinculados a partidos políticos y se dedican a hacer otro trabajo distinto al que hacemos nosotros, algo que complica mucho el trabajo. Los periodistas pedimos a la Mesa del Congreso que llegue a un acuerdo para buscar salidas, como expulsar a una persona que está complicando el trabajo del resto. En ninguna institución pueden saltarse las reglas de convivencia o de trabajo. Esto no es censura. En el Congreso siempre se ha trabajado bien. Nunca ha habido ningún problema porque somos sobre todo periodistas que cumplimos unas reglas deontológicas y profesionales. Estos agitadores vinculados a la extrema derecha complican mucho el ejercicio de la profesión en el Congreso y eso altera todo lo demás. Pasa una semana sí y otra también”.
“Creo que hemos arrancado este año con la sensación de que la legislatura puede durar mucho. Recordemos a Elías Bendodo, al que se le escapó un “estos van a sacar presupuestos”. Es muy difícil hacer predicciones con una política tan rápida y cambiante, pero, aunque ahora mismo el Gobierno sufre mucho, saca los paquetes legislativos adelante. Los partidos nacionalistas tendrán la sensación de que si la legislatura dura van a aprovecharla para defender su agenda. Y no hay una mayoría alternativa de ninguna manera. Ahora al PP le complica mucho defender una mayoría con Vox, porque la extrema derecha ha tenido el camino inverso al que se suele decir. En lugar de ir colocándose dentro del sistema, se ha ido saliendo todavía mucho más. El Gobierno tiene que conseguir unos presupuestos generales, si no es este trimestre, el siguiente. Ese es su gran reto”.
“Me preocupan las medidas que ha tomado y más todavía lo que legitima con su discurso. Cuando en Estados Unidos hay un presidente con una agenda tan radical contra el inmigrante, legitima que en cualquier Estado y cualquier ciudadano trate peor al inmigrante. Está lanzando un mensaje contra la agenda de los derechos civiles. Y me preocupa también, lógicamente, cómo está alterando ese orden liberal mundial. No vimos venir a un Estados Unidos defendiendo el nazismo y a la ultraderecha. Escuchar a Trump decir que la Unión Europea se conformó contra Estados Unidos es oírle alterar la realidad e inventarse la historia. Eso tiene consecuencias más allá de las leyes y órdenes. Me preocupa mucho que en Estados Unidos ahora mismo haya una administración iliberal que apruebe medidas saltándose el Congreso, la tramitación parlamentaria, los tratados mundiales y los acuerdos a los que habíamos llegado entre todos. Es muy preocupante quitar valor a las democracias, los derechos humanos, civiles y el orden establecido”.
“A Europa le va a costar mucho encontrar el equilibrio para no romper la relación con Estados Unidos y a la vez no dejar que se imponga un Donald Trump que se parece mucho a Viktor Orbán. La manera de negociar de Trump es muy disruptiva. De matón de colegio [estas declaraciones están hechas horas antes de la agresiva encerrona de Trump y JD Vance a Zelenski el viernes en la Casa Blanca], imponiendo unas condiciones inasumibles a Ucrania: “No formarás parte de la OTAN, no recibirás ayudas”. Acorrala, amedrenta, intenta paralizar y luego ya negocia porque le favorece esa posición de poder. Me gusta resaltar la parte de fortaleza de Europa. Tiene su debilidad, porque cuesta coordinar a 27 estados con diferentes culturas e intereses. Pero Europa creo que está reaccionando. No tanto a la política de aranceles, que esperó a ver en qué términos se aplicaban, pero sí reaccionó cuando Trump le puso las condiciones de supuesto rendimiento a Ucrania”.
“Elon Musk, me atrevo a decir que igual Jeff Bezos, están defendiendo intereses económicos y les molesta el periodismo tradicional porque les pide cuentas también a ellos. La decisión de Jeff Bezos de publicar únicamente sobre libertades individuales y libre mercado no está en la naturaleza del Washington Post, una empresa centenaria con una tradición periodística de la que hemos bebido toda la profesión. Le va a generar tensión porque un periódico vive de las suscripciones, si te abandonan los lectores porque traicionas tu misión... Son el periódico del Watergate y de Los papeles del Pentágono. En su cabecera dice: “La democracia muere en la oscuridad”. Habrá que ver si aguanta ese titular. Si lo retiran puede ser la muerte del periódico. Veremos cómo acaba. Realmente quieren un mundo sin reglas para favorecer sus propios intereses empresariales. Y van a suponer un reto para la industria periodística convencional y para el trabajo de los profesionales”.
“Los periodistas tenemos que ser conscientes del momento global en el que estamos. Al final, el buen periodismo siempre acaba ganando y no podemos dejar de ser lo que somos. El ecosistema se refuerza protegiendo la profesión. Hay que ponerla en valor, porque hay agitadores que, haciendo algo parecido, están amplificando el ciclo de la desinformación, de la mentira, del discurso del odio. Esto puede tener muchos seguidores en cierto espectro, pero ni mucho menos tiene que ver con el periodismo. Este es molesto con el poder y estos agitadores no son molestos ni con la ultraderecha, ni con Elon Musk, ni con Trump. Coloquémoslos donde están. El reto es hacer lo mismo y hacerlo y hacerlo mejor. No nos queda otra”.
“La negligencia de Carlos Mazón ya desgasta hoy a Feijóo. Tanto es así que empieza a ser la negligencia de Feijóo. En la tragedia más grave, con más muertos, de la Comunidad Valenciana y una de las más graves de nuestra historia reciente, Mazón ha mentido desde el desde el primer día y, lejos de enmendarlo, ha seguido mintiendo. Una mentira encima de otra, mentira encima de otra mentira. Ha intentado acusar al resto de lo que era su negligencia. Esto hace muchísimo daño a las víctimas, a las familias, a los valencianos. Está descontrolado. Humanamente no se puede soportar”.