Después de más de siete meses de trabajo ya está abierta 29 miradas, una ambiciosa exposición fotográfica virtual con el objetivo último de recordar la opresión que sufren las mujeres en Afganistán y así defender sus derechos.
La exposición tiene cuatro salas. El núcleo central lo integran las 32 imágenes, con sus respectivos pies de foto, basadas en las políticas restrictivas de los talibanes contra la mujer. La combinación imagen/texto ha resultado ser un monumento a la entrega, la solidaridad y el cariño que han demostrado cada una de las personas que ha participado en la muestra.
Asimismo, existen zonas dedicadas a otras aportaciones documentales que ayudan a entender el drama que sufren las mujeres y niñas afganas en su infierno resurgido. Fotos, textos, vídeos, testimonios... la exposición tiene mil detalles, todos ellos importantes, y es el resultado de las más de 70 personas que han querido colaborar de forma altruista con esta idea. "Porque la mujer afgana sufre como pocos colectivos del planeta. No la olvidemos nunca", remarcan desde la organización.
Entre los participantes, nombres como David Trueba, Isabel Coixet, Ana Belén, Fernando Olmeda, Daniel Basteiro, Sandra Sabatés o Paloma del Río. Asimismo, destacan los trabajos del reportero español Antonio Pampliega, o los testimonios de la exvicepresidenta de la Asamblea Nacional de Afganistán, Fawzia Koofi; o las refugiadas Khadija Amin (en España) o Nilofar Ayoubi (en Polonia).También resalta la presencia de Sandra Sánchez, la mejor karateca de la historia, que ha accedido a posar como modelo de una de las imágenes.
El germen de 29 miradas se sitúa en algo tan sencillo como la lectura hace un año de un artículo de prensa de los millones que se publicaron en todo el mundo como consecuencia del regreso de los talibanes al poder en Afganistán. Aquel fue el punto de partida de un movimiento que ha crecido muy por encima de lo esperado, dirigido y coordinado desde F8 Tours / F8 Estudio, que tiene su sede en la localidad navarra de Tudela.
El temor a que se repitieran en el país paso por paso todas las restricciones que los integristas impusieron en su primera etapa (1996-2001) impulsó a la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA) a lanzar una advertencia por las redes sobre la forma de ejercer el poder de los talibanes, de la que toda la prensa internacional se hizo eco. Un conjunto de prohibiciones que humillan a la mujer solo por el hecho de serlo.
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Desde entonces, desgraciadamente la situación de las mujeres y las niñas en Afganistán empeora día a día, siendo excluidas de la vida política, de la educación, de su derecho a trabajar y su libertad. Se les limitan los movimientos y la manera de vestir y son perseguidas y torturadas aquellas que osan alzar la voz contra el régimen fundamentalista.
Por eso, a través de un proyecto con un marcado componente artístico, los organizadores y los participantes quieren "dar visibilidad a la situación de la mujer en Afganistán, como protesta contra la abolición de los derechos más esenciales".
Así, una treintena de profesionales de la fotografía y otra de autores y autoras han compartido el objetivo de hacer ruido a través de la mirada, llamar la atención para que se actúe ante lo que ocurre en un país al borde del colapso económico y sanitario, donde la gente muere de hambre y son capaces de vender a sus hijas por unas monedas.
Después de más de siete meses de trabajo ya está abierta 29 miradas, una ambiciosa exposición fotográfica virtual con el objetivo último de recordar la opresión que sufren las mujeres en Afganistán y así defender sus derechos.