FESTIVAL DE CINE DE BERLÍN
'50 sombras de Grey' encabeza las decepciones en la recta final
La única película en competencia este jueves por el Oso de Oro berlines, Vergine giurata, opera prima de Laura Bispuri, y coproducida por Italia, Suiza, Alemania, Albania y Kosovo, parte de una tan terrible como peculiar tradición en tierras albanesas, relacionada con la transexualidad, que podría haber sido desarrollada de mejor manera. La corrección algo fría de la cinta local Elder, del autor de grandes producciones de trayectoria internacional Oliver Hirschbiegel, se dejó apagar por los ecos de la única proyección nocturna de 50 sombras de Grey en presencia de sus protagonistas Jamie Dornan y Dakota Johnson, un evento cuidado al milimetro como parte de gran campaña de mercadeo que rodea esta cinta llamada a ser un decepcionante fenómeno pop.
Dicen que mujeres y hombres tenemos una forma diferente de concebir el erotismo, y lo que excita a unos no lo hace tanto a otras, y viceversa. En el caso de 50 sombras de Grey / Fifty Shades of Grey,50 sombras de Grey / Fifty Shades of Grey que se presentó en el Festival de Berlín en una única gala especial, sin repeticiones, casi a la vez que llegaba a los países más adelantados en estrenos semanales, se supone que las responsables del asunto son todas mujeres, al menos las implicadas en el tajo directo, ya que tanto la autora de la sorprendentemente exitosa saga literaria, E. L. James, como la guionista que la adaptó, Kelly Marcel, y la que la realizó, Sam Taylor-Johnson, son mujeres, como la mayor parte de las lectoras. ¿Significa todo esto que la película debe gustarnos a los mujeres? Pues no necesariamente, y eso que intenta mantener cierto nivel de dignidad por encima del escaso de los libros.
Tampoco les gustó a los hombres, dicho sea de paso, porque por encima de todo 50 sombras de Grey, que Universal ha manejado habilmente para convertirla en un morboso fenómeno social, es una cinta aburrida y mojigata, pero que probablemente genere millones en todo el mundo desde este mismo fin de semana. Una amiga, que se ha leído los libros, me aseguró que iría la primera en cuanto la pusieran en su ciudad, y aparte de las preventas espectaculares de entradas, también se han vendido decenas de miles de artículos de merchandising licenciados por los productores y la autora, que van desde los obvios látigos y antifaces a juegos de mesa, juguetes sexuales, corbatas... y un oso de peluche con esposas... tal y como lo leen.
Hacer algo diferente es tentador, dominar o ser dominado puede resultar divertido, o al menos nuevo y diferente, y por ello, como una fantasía al menos tan popular como los tríos (eso sí es bastante masculino), lo que dicen que vende 50 sombras de Grey podría resultar sugerente, si no fuera porque sus múltiples autoras se han conformado con cobrar sin cuestionar, sometiéndose a las estrictas normas de decencia y a un Código Hays que nunca se ha derogado del todo en la gran industria de Hollywood. Por ejemplo, al multimillonario refinado y dominador Christian Grey (Jamie Dornan) ni siquiera se le ve desnudo. De la mojigatería a la pornografía hay casi 50 matices, pero Marcel y Taylor-Johnson, bajo órdenes de Focus Features y Universal se han quedado más cerca del primer término, mucho más.
Mientras, en lo que se refiere a la Sección Oficial en ya su recta final, ha sido duro y extraño ver la esperada cinta que se ha estrenado este jueves la Berlinale fuera de concurso, Elser (En casi todo el mundo titulada 13 minutos), en la tierra donde transcurrieron los hechos. Georg Elser era un hombre libre, que no dependía de nadie y que intentaba ser feliz sin más. Aunque se complica algo la vida cuando comienza una historia de amor con una mujer casada con hijos, del pequeño pueblo donde vive.
Elser realmente pudo ser un héroe, y en realidad lo fue, aunque no pudo conseguir su objetivo por una pequeña diferencia de 13 minutos. Por desgracia sabemos cómo acaba la historia basada en hechos reales, pues George lo que intenta es cargarse a Hitler, y lo hizo mucho antes de que se comenzasen a conocer las atrocidades que cometería, y cuando pasarse al lado de los poderosos era lo cómodo. Elser, hombre diestro, preparó cuidadosamente él solo una bomba que colocó en Munich, en el lugar donde el dictador daba un discurso, pero este discurso duro menos de lo previsible, y la historia de terror siguió su curso. Todos conocemos el final... Se habrían salvado muchísimas vidas si el atentado se hubiera llevado a cabo con éxito.
La cinta, dirigida por Oliver Hirschbiegel, mezcla imágenes del arresto, interrogatorio y torturas a las que someten a Elser, con flash-backs de su vida antes del incidente. Ninguno de los responsables en investigar su caso creía en su testimonio, cuando el reo insistía en recalcar que no había nadie tras él organizando el atentado, que simplemente sin tener ningún tipo de ideología política, su intención era quitar del medio a un hombre peligroso para Alemania y para la humanidad. Ligeramente aplaudida, y en ocasiones muy dura de visualizar esta cinta no es novedosa en su contenido, aunque aquí en Alemania es este un esperado trabajo de Oliver Hirschbiegel (El hundimiento, El experimento , o Invasión).
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Continuando con la temática algo deprimente de la jornada del jueves, la cinta -única en competición-, que es además opera prima de la directora Laura Bispuri, presenta la historia de Hana, con el titulo Vergine giurata. Las nevadas montañas de Albania en un entorno duro y rural, son el escenario donde arranca la vida de esta chica que más tarde se hará llamar Mark, acogiéndose a una costumbre arcaica llamada virginidad jurada en la que podrá tener la libertad del hombre, jurando permanecer casta sexualmente y sin conocer tampoco el amor.
Cuando sus tíos con los que vive en la montaña maldita mueren, ella viaja donde su prima con la que se crió a Italia, donde está vive con su marido y su hija. Y es en ese momento cuando decide cambiar poco a poco de vida y abrirse a la sexualidad y al amor.
Lentísima y predecible cinta, que no se sabe muy bien como ha llegado hasta estar seleccionada para participar en uno de los festivales más internacional y relevante del cine mundial.