Mostra de Venecia
Álvaro Brechner sobre 'La noche de 12 años': "El objetivo de la dictadura era volverlos locos"
El cineasta uruguayo Álvaro Brechner narra en La noche de 12 años la historia real de Pepe Mujica y sus compañeros en los largos años en los que la dictadura uruguaya les sometió a un aislamiento carcelario extremo para doblegar su cordura. La película, presentada esta semana en la sección Orizzonti de la Mostra de Venecia, es una coproducción hispano-uruguaya protagonizada por el español Antonio de la Torre (Mujica), el uruguayo Alfonso Tort y el argentino Ricardo Darín. Noticine.com habló en exclusiva con Brechner sobre su presencia en el Lido.
PREGUNTA. ¿Cómo definiría su película?
RESPUESTA. Básicamente es la historia de un viaje, casi descenso a los infiernos, donde tres personajes son sometidos durante la dictadura uruguaya, del 73 al 85, en un grupo de nueve rehenes de la cárcel Libertad, a calabozos de aislamiento, que duró 12 años. El objetivo era que como no podían matarlos, volverlos locos. La película sigue la lucha de esos tres personajes por sobrevivir a la locura en aislamiento. Es un viaje dentro de ellos mismos para mantenerse como seres humanos.
P. ¿Qué le atrajo de este hecho real?
R. El espíritu, la lucha de seres humanos que son sometidos a las peores circunstancias, el que todo aquello que consideramos dentro de la condición humana nos lo arrebatan. Creo que el espíritu humano nunca debe ser subestimado.
P. ¿Cuáles serían los efectos que desea reciba el espectador al verla?
R. Más que nada, tengo mucho respeto por los espectadores. Soy un cinéfilo y me gusta que el cine hable de diversas formas y cada espectador experimente la película de su lado. Pero creo que esta no es una película de turismo, de ir a ver lo que pasa, es una película de viaje. Nuestro objetivo fue que fuera experiencial, que el espectador profundice en ese viaje interno que se realiza dentro del individuo en circunstancias tan extremas.
P. ¿Qué significa esta selección para la Mostra?
R. En la cinematografía uruguaya todos sabemos que por ser un país con solo tres millones de habitantes salen pequeños hitos, películas que se hacen con gran dificultad, por lo que es un gran orgullo ser invitado a Venecia a presentarla. Es una oportunidad muy importante. Creo que un festival así es un escaparate grande, para vehiculizar una historia de por sí compleja y para mí es un inmenso orgullo.
P. ¿Y recibir un premio resultaría un gran apoyo?
R. El premio es haber hecho esta película... Nada más.
P. Una película tan intensa como La noche de 12 años, con su significación histórica, imagino que requirió un casting fuera de lo común...
R. El trabajo con los actores fue una de las cosas más importantes, el desafío más grande que había, porque eran actores muy particulares, con una fuerza de voluntad tremenda, y tener ese grado de fragilidad, para que pudieran experimentar su mundo interno, qué les pasaba dentro de la cabeza. Tuve la suerte de disponer de actores maravillosos, como Antonio de la Torre, Alfonso Tort, "Chino" Darín... y los tres fueron sometidos a un proceso tremendo, adelgazando casi 15 kilos cada uno, pero también de un proceso psicológico de aislamiento. Tuvimos asesores tanto del terreno de la psicología como de psicomotricidad. Qué implica cuando un individuo está en una celda de 2 metros por metro y medio todo el día durante años. Yo estuve apenas 30 minutos y me pareció espeluznante. Al cabo de un año se pierde la noción de si es de día o de noche, porque los calabozos eran cerrados. Solo se puede intuir si es verano porque te mueres de calor o invierno y te mueres de frío. Cada uno de los actores propusieron cosas distintas y su trabajo, su capacidad de saltar al vacío. Por ejemplo, con Antonio de la Torre, el primer día lo que hicimos fue tirar el guión, y ya veríamos... Queríamos dejar que lo impredecible nos mantuviera en vilo. El único objetivo real era estar presente constantemente.
P. ¿Qué resultó más complicado en la filmación?
La 'Roma' de Cuarón producida por Netflix, primera favorita del festival de Venecia
Ver más
R. Fue un rodaje bastante extremo, porque la película lo requería, y había circunstancias como la temperatura bajo cero. Nosotros íbamos abrigados, pero los actores aparte de estar muy delgados y apenas consumir calorías, estaban helados. Para mí en gran parte del rodaje, la forma de filmar en sí era recrear primero la realidad y luego filmarla, que la cámara fuera un objeto privilegiado al filmar una recreación de la realidad. Muchas veces esa realidad se impuso. El momento más difícil no fue la recreación histórica, sino la escena que más me sorprendió no fue por su dificultad de filmación, y eso que tuvimos tiroteos, escenas de época, situaciones extremas de rodar en calabozos enanos, sino la de la salida de presos en el regreso de la democracia al Uruguay, que fue un día en que yo, después de rodar el día anterior, me fui a cenar y a tratar de descansar y no podía dormir. Eran la una, las dos de la mañana... y me puse a llamar a gente que había estado en aquella liberación. Había muy poca documentación audiovisual y era historia de tu país, era una responsabilidad inmensa. El día del rodaje simplemente abracé a los actores, y estaban los familiares y acabamos todos llorando, con los pelos de punta y la piel de gallina. Hasta me olvidé de decir: "¡Corten!", y la gente empezó a gritar, por sí sola, sin instrucciones: "¡Nunca más!". La gente se emocionó como si fuera un hecho real.
P. ¿Se puede decir que La noche de 12 años es su película más personal?
R. Tendemos a creer que las películas son un resultado de quiénes somos, y muchas veces las propias películas, como son un viaje, acaban afectándonos a nosotros en quiénes somos. Es muy temprano para valorar todo esto.