'TODOS ESTÁN MUERTOS': NOMINADA A MEJOR DIRECCIÓN NOVEL Y MEJOR ACTRIZ

Bea Sanchís: “Tenemos que probar nuevas formas de conectar con el espectador”

Bea Sanchís: “Tenemos que probar nuevas formas de conectar con el espectador”

Todos están muertos: nuestros grandes ídolos del pasado, aquellos seres queridos a los que echamos de menos y que nunca volverán. Y están muertos también los que se quedan aquí, en algún limbo, alejados del mundo, encerrados en su propio universo y en su propia desgracia, durante años y años. Beatriz Sanchís se estrena como directora con esta película, que llega a los cines el 30 de mayo, tras conseguir cuatro premios en el Festival de Málaga. Dos elementos clave acompañan esta peculiar historia que utiliza la muerte para hablar de la vida: amor y música, mucha música. 

El filme cuenta la historia de Lupe (Elena Anaya), su hijo Pancho (Cristian Bernal) y su madre Paquita (Angélica Aragón). Una familia rota desde que, catorce años atrás, el hermano de Lupe (Nahuel Pérez Biscayart) muriera en un accidente de tráfico. Lupe no ha podido superar esta pérdida y lleva todo ese tiempo sin salir de su casa, entre tutoriales de inglés y tartas de manzana para no pensar mucho en sí misma, renunciando a su pasado y a cualquier posibilidad de futuro. La difícil historia de Lupe contrasta con la versión del inocente narrador, su hijo, que no sabe cómo hablar con la “loca” de su madre (en otro tiempo estrella del rock) y que logrará hacerlo gracias a Víctor, su amigo más melómano (Patrick Criado). 

Finalizada después de tres años de trabajo, Sanchís cuenta que decidió hacer un casting por los colegios de Madrid para encontrar “al chico perfecto” que interpretara a Pancho. “Cristian Bernal es un chaval que no ha hecho nunca nada, es su primer contacto con la interpretación y, la verdad, lo cogí porque me enamoré de él cuando le vi: su mirada, su esencia, su alma… vi que era la persona perfecta para encargarle este personaje”.

"Hay que probar cosas nuevas"

La directora se lanzó a dirigir su primera película tras años trabajando en el sector y confiesa que no le faltaron comentarios recordándole el momento tan difícil que vive el cine español, pero ella se mantuvo en sus trece: “Tenemos que ser optimistas y no podemos dejarnos llevar por el momento sino por las ganas de hacer cosas”.

“Hay muchos factores que están haciendo que cada vez se ponga más complicado ir al cine y que cada vez tengamos menos espectadores en las salas”, comenta Sanchís, que sabe que el sector se enfrenta a grandes problemas (la elevada tasa del IVA, la piratería, la crisis que afecta a los bolsillos de productores y espectadores). “Estamos en un momento en el que tenemos que probar y experimentar cosas nuevas y canales de difusión, de distribución, formas de conectar con los espectadores... Hay una cosa que está clara, todo el mundo ve películas y todo el mundo quiere seguir viendo películas, lo que pasa es que tenemos que encauzar la manera de hacerlo para que la industria pueda seguir viva. Si seguimos así la industria morirá”.

Su película es un homenaje a esas tres cuestiones que marcaron su vida: la muerte (un íntimo amigo suyo falleció siendo muy joven, lo que le llevó años superar), la música (se confiesa una auténtica melómana) y el amor. "Son estos tres elementos los que rompen la familia y los que al final acabarán volviéndola a recomponer”.

Todos están muertos se llevó la Biznaga de Plata a la Mejor Banda Sonora Original, creada por Akrobats. De hecho, la canción principal del filme, Corazón Automático, interpretada por Nahuel Pérez y Elena Anaya, tiene videoclip propio y lleva semanas difundiéndose a través de redes sociales.

No es la única sorpresa de la película: todo el elenco ha hecho su aportación musical de una forma o de otra, cantando o, como Patrick Criado, tocando la guitarra. “Muchas veces digo que mi película es como un bombón relleno de licor: ves el chocolate, es bonito; lo chupas y sabe a chocolate, es dulce; pero conforme lo vas chupando hay un momento en el que sale todo el licor que lleva dentro. Tienes un momento de desconcierto, pero esos dos sabores al final conviven”.

Personajes inspirados en la música

Algunos de los protagonistas acudieron el pasado 22 de mayo a la Universidad Complutense de Madrid para presentar la película ante los estudiantes. Allí estuvieron Elena Anaya y Patrick Criado (la ganadora del Goya, Macarena García, otra de las intérpretes, no pudo acudir finalmente), contando sus propias experiencias.

Anaya revela que fue la primera en conocer el proyecto Sanchís, quien le enseñó los primeros bocetos del guión para saber su opinión. “Me gusta muchísimo, es la bomba”, le respondió Anaya. Un año después, cuando ya estaba terminado, Sanchís le dijo que el personaje de Lupe era para ella, que lo había escrito para ella. “Me hizo una ilusión increíble”.

El joven Patrick Criado ya cuenta con un nutrido currículum (Águila Roja, La Gran Familia Española…), y directora y protagonista coinciden en que trabajar con él es muy fácil. Él, por su parte, dio algunos truquitos sobre la preparación de su personaje, reconociendo que se pasó horas y horas viendo documentales sobre Kurt Cobain, tratando de imitar sus maneras, sus miradas e incluso su forma de coger la guitarra. “Bea [Sanchís] me dijo que quería que el personaje fuera un rockero del año 96 y qué mejor que que se pareciera a Kurt Cobain”.

Entrar en la piel de un personaje tan controvertido como el de Lupe fue algo más difícil para Elena Anaya. “Para tratar de entender a Lupe me pasé mucho tiempo en casa sin querer salir viendo qué era eso, a mí me gusta la calle más que nada. Quería saber qué sensación tiene uno cuando se levanta, abre las ventanas, corre un poco por el pasillo y vuelve a cerrar y dices 'eso es todo el aire fresco que vas a tener cada día'”. Aunque fue una casualidad, Anaya buscó referentes en el panorama de la Movida y lo encontró en Ana Curra, conocida teclista de Parálisis Permanente. De ella tomó el peinado y muchos gestos al piano para enterarse tiempo después que la historia que vivió la cantante en la vida real es parecida a la que narra la película. “Fue pura casualidad”.

La actriz confiesa que es muy selectiva con los proyectos que le llegan y que solo acepta los papeles que le parecen verdaderamente interesantes. “No hay tan buenos proyectos. Me gusta mucho mi trabajo y lo hago con mucha dedicación, pero cuando elijo un proyecto lo hago porque me apetece que el público vaya al cine y disfrute de una buena historia. Cuando me llegan historias que no me aportan mucho, prefiero no hacerlas”.

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