'Ciudad de Dios', cuando la realidad supera la ficción

1

Francisco Chacón

La obra maestra del cineasta brasileño Fernando Meirelles, Ciudad de Dios, se ha revelado como un retrato descarnado del calvario sufrido por su protagonistas en la vida real. Aquello de “la realidad supera la ficción” cobra veracidad absoluta si tenemos en cuenta lo que les ha sucedido en estos 13 años transcurridos desde su estreno y éxito internacional.

Una colonia de extranjeros se empeña en considerar las favelas como un entorno chic, pero no dejan de ser territorio comancheterritorio comanche, como demuestra el penúltimo episodio ligado a la mítica película.

Rubens Sabino Silva

, Neguinho, era uno de aquellos actores que llegaron a cambiar el poblado de chabolas de Ciudad de Dios, en Río de Janeiro, por las alfombras rojas de los festivales de cine europeos y norteamericanos. Encarnaba a un jovencísimo traficante de sustancias estupefacientes.

Hoy tiene 30 años, malvive sin hogar y acaba de ser encontrado en una cuneta de Sao Paulo drogado junto a cientos de compinches. Tirado en la acera. Sin ningún horizonte. Privado de recursos. En brazos de la desesperación.

Neguinho se vio inmerso en una operación policial a gran escala, con los consumidores de crack atrincherados en una montaña de basura en llamas. Las fuerzas especiales lograron controlar la situación, y Rubens fue descubierto por un exsenador presa del desconcierto.

El chico ha confesado que lleva 10 años viviendo en la calle y que ya fue encarcelado por robo sólo un año después de estrenarse Ciudad de Dios. Quiso rehabilitarse, pero cayó en la trampa de drogarse para escapar de la cruda realidad que le ha rodeado siempre.

“Esto es un infierno”, declaró al periódico local Correio do Estado antes de proseguir: “Quiero salir de aquí, marcharme a Portugal para intentar llevar una vida normal. Espero llegar a Lisboa el 11 de junio y ponerme a buscar trabajo”, señala.

En su opinión, la plaga del crack entre las clases más desfavorecidas de América Latina sólo puede terminar si se legaliza el consumo de drogas leves: “Es una cuestión de salud pública, de educación y de madurez de la sociedad”.

Precisamente, el rastro de los protagonistas de la película inunda Ciudad de Dios 2, un documental presentado hace dos años acerca del tormento que persigue a aquellos chavales.

Uno de ellos es Leandro Firmino, excamello en la favela Ciudad de Dios, donde fue encontrado por el director del largometraje, que se hizo acreedor a cuatro candidaturas en los Oscar.

Tampoco podemos olvidar a Seu Jorge, uno de los cantantes más auténticos de Brasil y surgido de las mismas calles, como se reflejaba en la gran pantalla.

La obra maestra del cineasta brasileño Fernando Meirelles, Ciudad de Dios, se ha revelado como un retrato descarnado del calvario sufrido por su protagonistas en la vida real. Aquello de “la realidad supera la ficción” cobra veracidad absoluta si tenemos en cuenta lo que les ha sucedido en estos 13 años transcurridos desde su estreno y éxito internacional.

Más sobre este tema
>