Unos Globos de Oro contra el acoso sexual

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Por una vez, la gran pregunta de los Globos de Oro, los galardones de la prensa extranjera en Hollywood, no es qué película es la gran favorita. La gala que se celebra en la madrugada del domingo al lunes, hora española, estará surcada por el tema de la industria cinematográfica estadounidense: el caso Weinstein y el acoso sexual hacia las mujeres en el audiovisual.  Hace cuatro meses que The New York Times publicó las acusaciones de abusos sexuales contra el poderoso productor de Miramax, retirado tras el escándalo, y que sostienen ya más de 80 mujeres. Desde entonces, las denuncias se han extendido más allá de Los Ángeles y se han extendido a otros territorios como la política, la fotografía, la danza o el periodismo.

Era poco probable que la temporada de premios, que vive este fin de semana su primera gran cita, no fuera también un campo de batalla para el feminismo. Y los Globos de Oro se anuncian como un gran acto de solidaridad. Se espera que las creadoras nominadas utilicen las entrevistas de antes y después de la gala para hacer pública su posición sobre el tema, que los discursos estén preñados de referencias a lo que ya se conoce como efecto Weinstein... y que Tres anuncios en las afueras sea una de las películas favoritas de la noche. No es baladí: el filme de Martin McDonagh no solo esta protagonizado por Frances McDormand en un personaje femenino complejo y fuerte, sino que esta comedia negra narra la lucha por la justicia y la venganza de una madre cuya hija ha sido una víctima mortal de la violencia machista. 

El machismo de la alfombra roja ya había sido criticado en los últimos años con campañas como #AskHerMore, que en 2015 invitaba a los periodistas a que preguntaran a las actrices sobre algo más que su atuendo, o intervenciones como las de Cate Blanchett, que después de que un cámara hiciera un barrido completo de su cuerpo en los SAG de espentáe año, inquirió: "¿Esto se lo haces también a los hombres?". Pero la protesta suena este año con más furia. El movimiento Time's Up, que reúne a más de 300 actrices, agentes, productoras, guionistas y empresarias contra "los abusos sexuales, el acoso y la desigualdad en el trabajo", puede apuntarse el tanto. Y prepara una vistosa acción para las temidas alfombras: que las creadoras (y los creadores) se vistan de negro en señal de repulsa. "En lugar de preguntarnos qué llevamos puesto, nos preguntarán sobre por qué nos vestimos de negro. Usamos esta plataforma y usamos nuestras voces para decir que podemos cambiar esta ideología y romper con el sexismo que enseña a los hombres que las mujeres son peores", ha declarado la actriz Eva Longoria. 

La reivindicación ha llegado a los medios, acusados en otras ediciones de realizar coberturas machistas de las galas, especialmente en lo que se refiere a los atuendos elegidos por las nominadas y asistentes, que se convertían en un tema de conversación —y, en ocasiones, de humillación— en sí mismos. Para este fin de semana, The New York Times ha anunciado un despliegue especial. El fotógrafo Damon Winter, que recibió el Pulitzer por su trabajo durante la campaña de Barack Obama en 2008, será uno de los reporteros que cubran el evento, y los periodistas que investigaron y destaparon los abusos de Weinstein formarán también parte de su equipo. "Ahora que se ha levantado el telón sobre algunos de los sucios puntos ciegos de Hollywood, sentimos que es más importante que nunca dejar de tratar las galas de premios como si fueran cosas tontas para gente tonta", explicaba en un artículo Choire Sicha, responsable de la sección de Estilo del periódico. 

"¿Todavía ningún arresto?"

Tres anuncios en las afueras no podría llegar en mejor momento. El guion de Martin McDonagh, dramaturgo antes que cineasta, sigue a Mildred (McDormand), la madre de una chica violada y asesinada en Ebbing, Missouri. Tras meses de investigación, y furiosa ante lo que ve como una pasmosa inacción policial, decide contratar tres grandes vallas a la salida del pueblo. En una se lee: "Violada mientras moría". En la segunda: "¿Todavía ningún arresto?". Y en la tercera: "¿Cómo puede ser, Jefe Willoughby?". La película refleja tanto el deseo de justicia y venganza de Mildred, cuya ira acaba siendo más que aprobada por el espectador, como la perplejidad de sus conciudadanos ante su denuncia. La trama resuena de manera clara en la actualidad. 

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No es, además, el único filme protagonizado por mujeres. Entre los nominados a mejor drama —que estos galardones separan de la comedia— están también Los archivos del Pentágono, de Steven Spielberg, en la que Meryl Streep interpreta a Katharine Graham, editora de The Washington Post, y La forma del agua, de Guillermo del Toro, una fábula de ciencia ficción sobre el otro protagonizada por Sally Hawkins. En la categoría de comedia no solo está Yo, Tonya, en la que Margot Robbie da vida a la famosa patinadora, sino que Lady Bird, de Greta GerwigLady Bird —la única cineasta representada—, es la gran favorita. Compite con Get Out, un filme de terror sobre la falsamente anunciada sociedad post-racial, igual que Llámame por tu nombre, una historia de amor entre dos hombres, lo hace en la categoría de drama, en lo que parece ser un signo de apertura a la diversidad. 

Las categorías de televisión no se quedan atrás, cuando The handmaid's tale, sobre una distopía machista; Big little lies, sobre la sororidad frente a la violencia, y The marvelous Mrs. Maisel, sobre una ama de casa que quiere ser cómica, están en todas las quinielas. El popular lema de la primera serie, adaptación de la novela de Margaret Atwood, reza en falso latín: "Nolite te bastardes carborundorum". Se traduciría por algo así como: "No dejes que los cabrones te hundan". Podría ser también el lema de la noche. 

 

Por una vez, la gran pregunta de los Globos de Oro, los galardones de la prensa extranjera en Hollywood, no es qué película es la gran favorita. La gala que se celebra en la madrugada del domingo al lunes, hora española, estará surcada por el tema de la industria cinematográfica estadounidense: el caso Weinstein y el acoso sexual hacia las mujeres en el audiovisual.  Hace cuatro meses que The New York Times publicó las acusaciones de abusos sexuales contra el poderoso productor de Miramax, retirado tras el escándalo, y que sostienen ya más de 80 mujeres. Desde entonces, las denuncias se han extendido más allá de Los Ángeles y se han extendido a otros territorios como la política, la fotografía, la danza o el periodismo.

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