Los Diablos Azules

"Rescatamos tesoros y los mantenemos en circulación", la vigencia del libro antiguo entre pantallas

Un lector buscando entre varios viejos libros

Las obras completas de Federico García Lorca de la Editorial Aguilar, Los episodios nacionales, El Quijote, Cien años de soledad, la Enciclopedia Álvarez, los libros de Elena Fortún, los más que centenarios cuentos de la editorial Calleja, las biblias... "Dentro de la librería anticuaria también tenemos nuestros bestsellers, ciertos títulos que sabemos que van a durar muy poco", destaca a infoLibre después de enumerar estos clásicos la presidenta de la Asociación de Libreros de Lance de Madrid, María José Blas Ruiz, para quien esto demuestra empíricamente algo que parece claro, pero igual hay que repetir más en este mundo que se mueve empeñado en la novedad constante en los escaparates: "Los libros antiguos siguen estando vivos".

Precisamente los libreros de lance –también llamados 'de viejo' o 'usado'–, organizan desde 1977 la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Madrid, que regresa en su edición 46 al céntrico Paseo de Recoletos desde este jueves día 2 y hasta el 19 de mayo con miles de ejemplares a disposición de coleccionistas, curiosos y, por qué no, despistados. "Nuestro público es totalmente diferente al de la Feria del Libro del Retiro, no tenemos nada que ver", asegura Blas, quien añade que este es un mundillo que "cada vez engancha más" a los que se deciden a entrar. "Y tenemos también un tipo de público que acude a la feria a dejarse atrapar por los libros, sin una idea concreta", apostilla.

Serán en total 37 librerías especializadas (23 son de Madrid, cinco de Barcelona, una de Sevilla, una de Pamplona, una de Granada, una de Salamanca, dos de Segovia, una de Zaragoza, una de Huesca y una de Valencia) las que pondrán a la venta incontables y variopintos volúmenes, cuyos precios oscilan desde 1 euro, de las ediciones más económicas, hasta los miles de euros de auténticas joyas bibliográficas. 

Además de volúmenes de segunda mano y descatalogados, el público que visite la feria también tendrá la oportunidad de adquirir una importante selección de volúmenes antiguos, primeras ediciones firmadas, incunables, manuscritos originales, grabados, mapas, ediciones raras, periódicos y revistas, cómics, coleccionismo de papel, libros de ocasión o todo tipo de ejemplares poco comunes. También hay cabida para los restos de edición, conocidos popularmente como libros de saldo.

Libros que se mantienen vivos, decíamos, gracias a la labor entregada de unos libreros que hacen un trabajo de búsqueda y recuperación para poner a disposición de los lectores esos volúmenes que de otra manera se perderían para siempre. "Nosotros no tenemos proveedores o distribuidores a los que hacer pedidos, sino que vamos con nuestra labor detectivesca buscando bibliotecas o coleccionistas que se desprenden de sus libros", explica la librera.

Hay personas que fallecen y los familiares ponen a la venta sus libros, de manera que nosotros los adquirimos para darles una segunda o tercera vida, porque hay muchos de ellos que han pasado por varios propietarios

María José Blas Ruiz — Presidenta de la Asociación de Libreros de Lance de Madrid

Y todavía prosigue detallando: "Muchas veces hay personas que fallecen y los familiares ponen a la venta sus libros, de manera que nosotros los adquirimos para darles una segunda o tercera vida, porque hay muchos de ellos que han pasado por varios propietarios. Lo cierto es que se vende mucho libro antiguo y de segunda mano, pero tenemos que enseñar a coleccionar, porque en muchas ocasiones cuando uno quiere empezar en este vicio está un poco perdido y no sabe cuales son las ediciones más valiosas y buscadas. Por eso, nuestra feria también es un punto de encuentro del coleccionista con el librero, con una cercanía que no da internet".

De esta manera, rastreando títulos y apostando por la cercanía con el lector, es como consiguen sostenerse las librerías de lance en un mundo de oferta tan excesiva como el editorial. "Nos seguimos manteniendo, pero luego ya depende del enfoque que cada librería tenga y la inversión que cada uno haga en su negocio", señala Blas, gran conocedora de un sector que, según sus palabras, "va por modas". Así, por ejemplo, puede suceder que hagan una serie de televisión de alguna obra clásica y "a todo el mundo le dé por comprar ese título en edición antigua o de segunda mano".

"Incluso hay coleccionistas que se hacen todo tipo de ediciones. Ahora están preparando una serie de Cien años de soledad y, dentro de que es una de las obras más leídas de la literatura, eso va a provocar un boom y que haya más demanda de ese libro. A partir de ahí, hay quien se engancha a hacer una colección de ese título porque, además, resulta que Cien años de soledad es de los libros que más se colecciona por los diseños de las cubiertas, las ilustraciones, las adaptaciones... hay muchos libros que siguen teniendo demanda y hay mucha literatura clásica inmortal, como El Quijote, que es otro de los libros que se vende muchísimo", explica.

Hay ciertas ediciones antiguas, libros en los que puedes tocar la piel y sentirlos, que son auténticas obras de arte y es un placer tenerlos entre las manos. Y nos sirven para desconectar de las pantallas

María José Blas Ruiz — Presidenta de la Asociación de Libreros de Lance de Madrid

Esta pasión por el libro antiguo convive "perfectamente" con la inevitable deriva digital de un mundo atrapado en pantallas de todos los tamaños. Tanto es así que Blas no ha notado una "competencia especial" con el libro electrónico: "Estos libros los puedes coger, oler, tocar, pasar las páginas, sentir... muchas veces los libros, más allá de lo que cuentan, te pasan energía y te transmiten cosas. Hay ciertas ediciones antiguas, libros en los que puedes tocar la piel y sentirlos, que son auténticas obras de arte y es un placer tenerlos entre las manos. Y nos sirven para desconectar de las pantallas hoy que nos pasamos todo el día con ordenadores y teléfonos. Es una manera de evadirte de una sociedad tan digitalizada".

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Ejercen los libreros de lance, en definitiva, una tarea de rescate puntual y de salvamento a largo plazo del libro como objeto sagrado ajeno al paso del tiempo en un mundo en el que lo viejo es constantemente denostado. "A veces nos encontramos con ejemplares bastante antiguos que han ido pasando de generación en generación", apunta la librera, quien apuesta por dar esa segunda o tercera vida a los volúmenes, pues "libro que se acaba tirando a un contenedor es libro que ya no vuelve". "Ahora se imprime distinto, por lo que nosotros rescatamos tesoros y los mantenemos en circulación. Además, hay libros antiguos impecables que parece que los acaban de hacer y hay libros nuevos que están viejos", remata.

La 46 Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Madrid estará abierta a todos los ciudadanos de manera gratuita del 2 al 19 de mayo en horario de 11:00 a 21:00 horas, con una oferta de más de medio millón de títulos. La inauguración oficial se celebrará este viernes día 3 a las 13:00 horas con la lectura del pregón, que correrá a cargo de Pedro Álvarez de Miranda, Catedrático de Lengua Española de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de número de la Real Academia Española.

Por su parte, el dibujante de historieta, ilustrador y caricaturista madrileño, Raúl Fernández Calleja, conocido como Raúl, ha vuelto a diseñar el cartel conmemorativo para esta edición que hace un guiño a la figura de Valle-Inclán. De hecho, como también viene siendo habitual, la Asociación de Libreros de Lance edita un libro en edición facsímil y relacionado con Madrid, que estará disponible en la caseta de información: el título elegido este año es Luces de bohemia en una edición facsímil de 1924, del que se han imprimido un total de 700 ejemplares numerados.

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