Los propios pasos
Daniel Mocher
La Isla de Siltolá (2022)
El aforismo es un género que se va normalizando. Ha sido en la segunda decena del siglo XXI cuando ha resurgido mayormente, comenzó con la publicación de libros que venían de la mano de escritores más veteranos, con más experiencia, pero paulatinamente aparecen autores más jóvenes que se van acercando al gusto por estas frases breves, ligeras, en donde el pensamiento y la literatura, la filosofía y la poesía se unen para pararse en las cosas cotidianas, con las que vivimos y que conllevan dosis de vida latente, con sus verdades incómodas y con la ironía de esta andadura terrenal que con el ingrediente del humor se suaviza.
Es el caso de Daniel Mocher, aforista y poeta valenciano nacido en Hamburgo en 1977 que nos presenta su segundo libro de aforismos. En 2020 publicó Días señalados, y en 2021 participó en El punto sobre la Y, artefacto aforístico a cuatro voces. También colabora en la revista Purgante y sus poemas han aparecido en diversos medios.
Así nos entrega Los propios pasos, volumen que recorre todos los temas con los que nos tropezamos en la vida, con los sentimientos y emociones que sentimos así como reflexiones sobre la escritura y la lectura.
Está estructurado en seis partes con títulos en donde el ser humano y sus características aparecen representados. La primera frase de cada una de las secciones recoge significativamente el título que propone. En la primera parte, Cualidades propias, escribe: "La mayoría de las cualidades propias son prestadas"; "Cada vez es más difícil ver bandadas de hombres volando"; o "Las conversaciones más profundas son las que se tienen en silencio". Con estos aforismos dan comienzo estos pasos cortos y propios que son aforismos cercanos, como si fuera un diario del pensamiento.
En la siguiente, titulada Estar como si nada, dice: "Estar como si nada es la forma más cierta de estar como si todo" o "La muerte nos rejuvenece infinito". Continua con Interés público, en donde "La vida interior es un bien público" y "El miedo no deja pensar con claridad y viceversa".
Ya en la quinta y sexta partes, tituladas Viejos amigos e Ingeniería poética, aparecen frases como "La mejor manera de hacer nuevos amigos es reencontrarse con los viejos amigos", "Ya no presta atención, la alquila", "Porque nos acercan, los puentes son obras de ingeniería poética" o "Ayudar a los demás es el mejor método de autoayuda".
Por eso la vida, la muerte, el amor, la política, el dolor, la vanidad, el miedo, la alegría… hasta la lencería y la posverdad, son el camino y los pasos en los que se para a reflexionar y a dialogar Daniel Mocher con el lector, en donde trata de abarcar las cosas que nos suceden en el día a día. Este es el objetivo de su andadura.
Es interesante como intercala entre sus frases definiciones o alude al aforismo en sí: "Los aforismos bien afilados cortan la respiración", "Hay aforismos de los que solo se puede salir con los pies por delante", "Un aforismo es la superación de un pasmo", "El buen aforismo tiene algo de masaje cerebral y algo de electrochoque", entre otros.
Es un libro medido, meditado desde el título: Los propios pasos, así como la estructura y la disposición de los aforismos, no van unos detrás de otros al azar sino que tienen su guion y su orden. Daniel Mocher con sus aforismos sugiere, por eso concluye, a modo de coda, diciendo: "Aunque nos perdamos, la mejor manera de encontrarnos es seguir los propios pasos".
Ver másHay que ser breve
__________________
* Carmen Canet es crítica literaria y aforista. Su último libro ‘Cipselas’ (Polibea, 2022).