De viva voz
Salvación
Salvación
Un volcán en mi cabeza.
Las espinas del Cristo Redentor
y un Vía Crucis de silencio.
Si lo efímero se pareciera al agua
nuestro amor sería el fuego,
lucecita brillante en manos del volcán,
porción de las favelas sobre las playas
de Leblon y Copacabana.
No tocar la fragilidad que hiere
(lo oscuro de tu pelo, el pulso tornasolado de la distancia),
perderse bajo la lava como un buen romano
a punto de ingerir huevos de codornices.
Pero hay que ayunar para sanear la mente,
y en esta vastedad de precipicios
no hay soga suficiente que sostenga
(el carnaval pasó, igual que la alegría,
días de atún y de abstinencia
con poca prevención para el ahogo).
Por eso, mientras ruge el volcán vuelvo a decirte:
si lo efímero se pareciera al agua
tu melena de fuego
tu flequillo de noche
serían suficientes para resucitar, para encontrarnos.
*Carlos J. Aldazábal es poeta. Su último libro, Carlos J. AldazábalCamerata carioca (Valparaíso, 2017).