Sobornos. De cómo Churchill y March compraron a los generales de Franco
Ángel ViñasCríticaBarcelona 2016
La propaganda franquista lanzó a los cuatro vientos; por tierra, mar y aire el mensaje de que la “hábil prudencia” del dictador había logrado mantener la neutralidad de España durante la Segunda Guerra Mundial. Tan potente fue la campaña de mentiras e intoxicaciones que incluso gentes que habían defendido al bando republicano aceptaron que el general Franco había evitado una catástrofe todavía mayor para el país. Sin embargo, como solía ocurrir en el franquismo, la propaganda respondía a rotundas falsedades, a burdos engaños. Básicamente el autoproclamado Caudillo no entró en la guerra, al lado de las potencias del Eje, porque una España depauperada y un Ejército exhausto y diezmado no podían afrontar un nuevo conflicto bélico, recién terminada la Guerra Civil. No obstante, como es bien sabido la dictadura española envió una División Azul, junto a los nazis, al frente ruso; al tiempo que facilitó apoyo logístico en puertos y aeropuertos a Alemania e Italia.
El libro que ahora publica el profesor Ángel Viñas, uno de los grandes especialistas en la dimensión internacional de la Guerra Civil y del franquismo, desvela una nueva e importante faceta en esa neutralidad española. A partir de papeles y archivos desclasificados recientemente, el historiador demuestra la notable implicación de los gobiernos británicos para evitar que España se alineara abiertamente junto a la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini. ¿Cómo? Pues muy sencillo: a través de sobornos económicos, de chantajes políticos y de una red de espionaje. Estos documentos, procedentes sobre todo de fuentes británicas, prueban que tanto Franco como su propio hermano Nicolás y algunos de sus generales recibieron cuantiosas sumas económicas (millones de pesetas de la época) y prebendas de todo tipo para observar esa neutralidad. Entre los generales que fueron comprados por los británicos se encontraban destacados militares monárquico-franquistas como Luis Orgaz, Antonio Aranda y Alfredo Kindelán.
Ahora bien, la política del premier conservador Winston Churchill se vio reforzada por la inestimable colaboración del banquero Juan March, un respaldo sustancial para Franco en la sublevación de 1936, de cara a que el Ejército español no entrara en el conflicto mundial. Así pues, March jugó el papel de puente entre los británicos y los franquistas. Esta operación británica se mantuvo principalmente entre los años 1940 y 1943, ya que a partir de esa última fecha y del declive de las ofensivas de los ejércitos alemanes en los distintos frentes, los gobiernos de Franco comenzaron a virar y a buscar complicidades con los aliados. Por ello, en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, la dictadura española comprendió que debía desnazificar el régimen si quería sobrevivir en la Guerra Fría y en el nuevo orden mundial.
Catedrático emérito de la Universidad Complutense, técnico comercial del Estado y con una amplia trayectoria académica y diplomática, Ángel Viñas figura a sus 75 años como uno de los mayores expertos en todas las implicaciones internacionales en las que se vio envuelta España en el periodo entre 1931 y 1945 con obras ya de referencia como El escudo de la República (2007), La República en guerra (2012) o La otra cara del Caudillo (2015). Sus libros son fruto de intensas investigaciones y están basados en fuentes de primera mano y, por ello, Viñas ha logrado un indiscutible prestigio en las materias de las que se ha ocupado. Por otra parte, Viñas ha procurado atraer a un lector especializado y también a un público más generalista. En Sobornos (que lleva como revelador subtítulo De cómo Churchill y March compraron a los generales de Franco) persevera en ese intento con un libro extenso, pero escrito en un tono ameno y con afán divulgativo. Para ello el historiador se sirve de unas muy útiles referencias a la panorámica de fondo para identificar siempre el contexto histórico o para aclarar el papel de personajes fundamentales pero poco conocidos, como Samuel Hoare, embajador británico en la España franquista de los años cuarenta.
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De cualquier manera, todas las revelaciones de Sobornos apuntan también a explicar las claves de la posterior supervivencia política del franquismo, una circunstancia que rompió los pronósticos de los que auguraban una corta vida a un régimen fascista, una vez derrotados los nazis. Así las cosas, la transformación de la dictadura, tras la Segunda Guerra Mundial, en un reducto en el sur de Europa contra la extensión del comunismo tuvo su prólogo en aquel alineamiento con los británicos. Unos británicos, sobre todo del Partido Conservador, que siempre recelaron de la España republicana y que se contaron entre los principales responsables de la derrota de la democracia en España. Resulta evidente que estos episodios son muy desconocidos para el gran público y de ahí el gran mérito del último libro de Ángel Viñas. De este modo, Sobornos representa una contribución más de este historiador al estudio de las implicaciones en el tablero europeo de la Guerra Civil, primero; y de la Segunda Guerra Mundial, más tarde. De hecho, las aportaciones de Viñas son decisivas para comprender las claves tanto del conflicto español como de la supervivencia del franquismo durante cuatro interminables décadas.
*Miguel Ángel Villena es periodista de Miguel Ángel VillenainfoLibre y editor de tintaLibre.
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