'No estás sola', el documental de Netflix que nunca verá La Manada (aunque debería)

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"El día 6 de julio llegamos a Pamplona un amigo mío y yo. Subimos al casco viejo. Mi amigo decidió irse al coche porque estaba muy cansado. Me senté en un banco y estaba ahí sentado un chico que me dijo: 'Jo, menuda fiesta hay aquí montada en Sanfermines, eh'. Entonces me dijo, '¿qué, has venido tú sola?'". Así empieza la declaración judicial de la víctima de La Manada en las fiestas de San Fermín de 2016, a la que ahora por vez primera podemos escuchar en la voz de la actriz Natalia de Molina. Así empieza, a su vez, No estás sola: la lucha contra La Manada, la nueva película documental que puede verse en Netflix desde este 1 de marzo y que aporta una nueva visión a un caso que supuso un punto de cambio y no retorno en la lucha contra la violencia de género en nuestro país, con resonancias que se expandieron a nivel global en manifestaciones por todo el mundo.

"Las víctimas supervivientes y las personas que las apoyaron y acompañaron en aquel momento no habían tenido nunca un espacio para hablar. Nadie había escuchado su experiencia ni cómo vivieron todo lo que pasó. Esta película documental les da voz por primera vez y visibiliza esa otra parte de la historia que quedó eclipsada en aquel momento", explican a infoLibre los directores, Almudena Carracedo y Robert Bahar, quienes defienden con una única voz conjunta este trabajo en el que han estado enfrascados más de tres años bajo un secretismo absoluto para "proteger a las víctimas de cualquier especulación" y avanzar a su propio ritmo ajenos a la atención mediática: "Nuestra prioridad era mantenernos enfocados desde la perspectiva de las víctimas supervivientes. El éxito de mantener en secreto el rodaje y la producción se debe indudablemente al compromiso excepcional con la historia y con las víctimas por parte de todos los participantes y el equipo involucrado".

El largometraje va entretejiendo tres hechos: el caso de Pamplona, la agresión sucedida en Pozoblanco -cometida por cuatro de los mismos acusados- y el asesinato de Nagore Laffage en 2008, hasta llegar al primer #MeToo español, cuando en 2018 un millón de mujeres y jóvenes apelan al poder de la sororidad, toman las calles al grito de "Yo sí te creo" y extienden el hashtag #Cuéntalo en redes sociales. A través de esta historia, No estás sola: la lucha contra La Manada expone, gradualmente, las costuras del machismo en la justicia, los medios y la sociedad, arrojando luz sobre la violencia sexual que viven a diario muchas mujeres y la responsabilidad individual y colectiva hacia este problema universal.

El proyecto cuenta con el beneplácito de la familia de la víctima de Pamplona, con la que han estado en "contacto constante". Eso sí, la joven no ha querido participar directamente, y su identidad se protege en la cinta bajo el nombre ficticio de Lucía, quien nos va contando lo sucedido a través de sus declaraciones judiciales y dos cartas enviadas a la prensa. Por su parte, la víctima de Pozoblanco –renombrada como Paloma– sí compartió su perspectiva a través de una entrevista de audio, aunque fue posteriormente doblaba por la actriz Carolina Yuste para, igualmente, mantener su anonimato. En la película también se honra la memoria de una tercera víctima, Nagore Laffage, cuya madre, Asun Casasola, participó y apoyó el proyecto desde el primer minuto. 

Así se va desarrollando un relato en el que también participan de manera inédita ofreciendo sus testimonios en primera persona policías, abogados, fiscales y trabajadores sociales implicados en el caso de San Fermín, así como periodistas que estuvieron cubriendo la ocurrido. "Esto y el transcurso del tiempo nos ha brindado la oportunidad de contar esta historia de manera más completa y rigurosa desde otra perspectiva: la de las víctimas sobrevivientes", remarcan los directores, recordando a su vez que ha pasado ya todo un lustro desde que el Tribunal Supremo emitió su sentencia definitiva: "A pesar de que el veredicto es claro, muchas personas recuerdan una versión distorsionada de lo ocurrido, una versión con 'dudas'. Esto puede atribuirse, en parte, a la información difundida en televisión, redes sociales y tertulias, a menudo proveniente de los abogados defensores de los condenados, especulaciones o filtraciones con motivaciones poco claras".

Es por ello que los realizadores recalcan que "la sociedad continúa enfrentando el desafío de la revictimización y la criminalización de las víctimas", lo cual "nos exige una profunda reflexión como comunidad". "Los medios de comunicación juegan un papel crucial, pues en una era de inmediatez y demanda constante de información detallada, a menudo se enfatiza el 'cómo' de los sucesos en lugar del 'porqué'. Por ello, es esencial que los medios -y todos- nos planteemos si la exposición excesiva de los detalles -incluso aquellos no esenciales para comprender el delito- contribuye a informar sobre el caso o revictimiza a quienes han sufrido estas experiencias. Como sociedad, debemos encontrar un equilibrio entre la necesidad de conocimiento y el respeto a la dignidad y la privacidad de las víctimas. Esperamos que este ejercicio contribuya a generar un diálogo más reflexivo y empático en nuestra sociedad sobre la violencia sexual contra las mujeres, y nos ayude a avanzar hacia una cultura que priorice el apoyo y la justicia para las víctimas", explican.

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No estás sola traslada el rigor de una extensa investigación desde un enfoque artístico y cinematográfico, y es resultado de la revisión de más de mil horas de archivo y rodar más de sesenta horas de entrevistas. El mosaico final que llega ahora a nuestros televisores "ofrece otra manera de mirar, respetuosa con las víctimas a la par que rigurosa", por lo que los directores insisten en su deseo de que el film "contribuya a la manera en que, como sociedad, afrontamos la violencia sexual contra las mujeres". "Creemos que este enfoque nos ha permitido desmontar discursos sesgados, ofreciendo al público una mirada nueva, desde otra distancia", apostillan.

Con la distancia que solo da el paso del tiempo y con el conocimiento al respecto adquirido, sostienen los realizadores que el caso de La Manada "marcó un antes y un después en la conciencia social sobre la violencia sexual en España". De hecho, en su opinión, lo que lo distingue de "tantas otras historias de violencia sexual es la extraordinaria respuesta social que generó". "Fue un momento crucial evidente en las calles y en las redes sociales", afirman, para acto seguido agregar: "Este caso fue la chispa que encendió un movimiento masivo, llevando a miles de mujeres y hombres a salir a las calles en manifestaciones y a participar en las redes sociales con hashtags como #Cuéntalo (el equivalente español del movimiento #MeToo y precursor de #SeAcabó). A través de estas acciones, se visibilizó la magnitud de la violencia sexual y se impulsó una conversación nacional sobre el consentimiento y los derechos de las mujeres. El movimiento social que se generó sigue teniendo eco hoy en día".

"La autocrítica es un ejercicio que debemos llevar a cabo como sociedad", afirman los realizadores, que terminan destacando que esta película documental busca, en primer lugar, "hacer justicia" a la lucha de estas víctimas y a la de "tantas miles y miles de mujeres y de familias en España y en el mundo". Y terminan: "Pero también nos gustaría que sirviera de evidencia para que alcemos la mirada como sociedad y como individuos. Creemos que, entendiendo la historia desde la vivencia de las víctimas podemos entender mejor nuestra responsabilidad como sociedad. Ojalá nos ayude a generar un espíritu crítico por parte de todas y todos que sirva para reducir este tipo de situaciones y para afrontarlas con más sensibilidad y apoyo en el futuro. Además, estamos muy satisfechos porque el Ministerio de Cultura no solo ha calificado la película documental como recomendada para mayores de 12 años, sino que también ha agregado una etiqueta especial que indica 'especialmente recomendada para el fomento de la igualdad de género'”. 

"El día 6 de julio llegamos a Pamplona un amigo mío y yo. Subimos al casco viejo. Mi amigo decidió irse al coche porque estaba muy cansado. Me senté en un banco y estaba ahí sentado un chico que me dijo: 'Jo, menuda fiesta hay aquí montada en Sanfermines, eh'. Entonces me dijo, '¿qué, has venido tú sola?'". Así empieza la declaración judicial de la víctima de La Manada en las fiestas de San Fermín de 2016, a la que ahora por vez primera podemos escuchar en la voz de la actriz Natalia de Molina. Así empieza, a su vez, No estás sola: la lucha contra La Manada, la nueva película documental que puede verse en Netflix desde este 1 de marzo y que aporta una nueva visión a un caso que supuso un punto de cambio y no retorno en la lucha contra la violencia de género en nuestro país, con resonancias que se expandieron a nivel global en manifestaciones por todo el mundo.

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