Muere el director José Luis Cuerda

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El director José Luis Cuerda ha muerto este martes a los 72 años en Madrid, según ha adelantado la revista Fotogramas, y ha confirmado la Academia de Cine. El director ha sido una de las figuras centrales del cine español, y sus películas, notablemente Amanece que no es poco, se han convertido en obras de culto. 

Cuerda (Albacete, 1947- Madrid, 2020) deja piezas centrales del cine humorístico español, como Amanece que no es poco o El bosque animado, El bosque animadopero también obras dramáticas, a menudo sobre el papel de la memoria, como La lengua de las mariposas (basada en un relato de Manuel Rivas y protagonizada por Fernando Fernán Gómez) o Los girasoles ciegos (adaptación también de un cuento de Alberto Méndez). El cineasta había estrenado su última película, Tiempo después, hace dos años. Con ella, cuerda regresaba a la gran pantalla tras seis años de ausencia, y para levantar un guion escrito hacía más de 20 años que había tratado de producir sin éxito durante largo tiempo. El filme, con un elenco formado por algunos de los humoristas más conocidos del país, se transforma en un homenaje al director, a Amanece que no es poco y a la comedia española a la que representa.

Esta última obra, en cuya presentación el cineasta parecía ya sufrir algunos achaques, acabó siendo un canto del fénix. El guion se remontaba a finales de los noventa, después de estrenar Así en el cielo como en la tierra, pero no había conseguido que ningún productor se brindara a llevarla adelante. El texto se convirtió entonces en una novela, del mismo título, editada por Pepitas de Calabaza en 2015, pero entonces apareció Félix Tusell, socio de Estela Films e hijo del Félix Tusell que produjo Amanece que no es poco. "Lo leímos en Estela Films y lo llamé corriendo para decirle que me había encantado y que por supuesto, que íbamos para adelante con ello", contaba entonces Tusell hijo a este periódico. En paralelo, un grupo de humoristas a quienes Cuerda bautizó como la Turba, y entre quienes se encontraban Andreu Buenafuente, Arturo Valls o Edu Galán, que comenzaron a mover sus hilos. Y el proyecto llegó a buen puerto. 

Cuerda se estrenó como realizador en Televisión Española, donde empezó a trabajar a finales de los años sesenta, primero para los servicios informativos y después para los programas de cultura, entre los que se encontró Cultura 2. Una década más tarde, comenzaría a filmar largometrajes de ficción, todavía para televisión: en 1977 se estrena El túnel, adaptación de la novela de Ernesto Sábato con Fernando Hilbeck y Eva León. Pares y nones, su primer filme para la gran pantalla, estrenada en 1982, le valió el Premio Nuevos Realizadores de la Dirección General de Cinematografía. En esta cinta, una comedia de enredos, Cuerda trabaja ya con Antonio Resines, que se convierte en cierta manera en un actor fetiche, y con la productora Estela Films. 

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En El bosque animado, se inicia su colaboración con el guionista Rafael Azcona, a partir de la novela de Wenceslao Fernández Flórez, que tendría su continuación décadas más tarde en La lengua de las mariposas y Los girasoles ciegos. Los habitantes de la fraga de Cecebre ven subrayada, de la mano de Cuerda, su vis cómica, y el filme se convertiría de hecho en el comienzo de la etapa comúnmente calificada como de humor absurdo o subruralista del director manchego. Él mismo se encargaría, en solitario, del guion de su siguiente película, Amanece que no es poco, que retrata las extrañas costumbres de un pueblo de la Sierra de Albacete. El filme, protagonizado de nuevo por Resines, tuvo un paso discreto por la taquilla, pero con el paso de los años fue haciéndose con una nutrida base de seguidores, ensanchada con la llegada de Internet. Los amanecistas saben que en en el pueblo hay "verdadera devoción lo que hay por Faulkner", conocen las elecciones a tonto del pueblo y saben que "todos somos contingentes", pero el alcalde es necesario. Este año hará diez desde que se iniciaron las Quedadas Amanecistas, homenajes de varios días celebrados en los pueblos albaceteños de Aýna, Liétor y Molinicos.

Su segunda gran época llega con La lengua de las mariposas (1999), tras los estrenos de La marrana (1992) y Así en el cielo como en la tierra (1995). Cuerda parte de nuevo de un guion de Rafael Azcona, a partir de un relato de Manuel Rivas perteneciente al volumen ¿Que me queres, amor?, para construir la historia de Moncho, que se incorpora a la escuela Rosalía de Castro, donde enseña el temible maestro Gregorio, interpretado por Fernando Fernán Gómez. La película recaudó cinco veces su presupuesto, recibió 13 nominaciones a los Goya y fue alabada como emocionante relato de recuperación de la memoria republicana, encarnada en un maestro de escuela que enseña a sus alumnos la curiosidad por el mundo, el respeto por todos los seres vivos y el valor del conocimiento y la empatía. En una línea similar andaría Los girasoles ciegos, de nuevo junto a Azcona, protagonizada esta vez por Maribel Verdú y Javier Cámara, una narración del ambiente opresivo de la posguerra. Este filme opta a 15 premios de la Academia. 

La editorial Pepitas de Calabaza, que se hizo ya cargo de la edición del guion de Amanece que no es poco, así como de la novela Tiempo después, ha publicado recientemente Memorias fritas, relato autobiográfico del cineasta con el que se ha despedido, finalmente, de sus devotos seguidores.  

El director José Luis Cuerda ha muerto este martes a los 72 años en Madrid, según ha adelantado la revista Fotogramas, y ha confirmado la Academia de Cine. El director ha sido una de las figuras centrales del cine español, y sus películas, notablemente Amanece que no es poco, se han convertido en obras de culto. 

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