LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
El pacto catalán para la financiación singular reabre el debate sobre la defensa de lo público

¿Otro año sin canción del verano? Sí, y a La Bichota y La Potra no les importa

Karol G, alias 'La Bichota', en el Santiago Bernabéu

No es un género específico, ni siquiera tiene que ajustarse a unos parámetros estilísticos determinados, pero todos sabemos lo que significa eso de la canción del verano. Banda sonora de un período muy concreto, cuando de alguna manera todos bajamos la guardia y nos dejamos embaucar por melodías contagiosas, letras tontorronas y estribillos repetitivos que se terminan cantando y bailando ridículamente en ferias, verbenas y chiringuitos. Ya llegará el otoño y volveremos todos a ser un poquito más culturetas, pero disfrutemos mientras tanto con la simplicidad de las bajas pasiones que se desatan en el estío, convertidas en improbable himno comunal para la posteridad.

Tratada por lo general con condescendencia por musiqueros y melómanos, lo cierto es que la canción del verano ha tenido históricamente un poder indiscutible: se clava a fuego en la memoria colectiva. Es por eso que, queramos o no, recordamos tónadas tan claramente olvidables como Tractor amarillo, de Zapato Veloz; El venao, de Los Cantantes; La bomba, de King África; o Yo quiero bailar, de Sonia y Selena. Cantares despreocupados de calores pasados que suenan a vacaciones, celebraciones y festejos. 

Una tradición en peligro de extinción, eso también. Porque de un tiempo a esta parte, el concepto pierde fuelle. Unos pocos lustros atrás, los canales eran los que eran, poquitos, y la televisión y la radiofórmula determinaba lo que se escuchaba. Ahora han cambiado mucho los hábitos de escucha musical, en las plataformas de streaming hay infinitos artistas a los que escuchar, las redes sociales viralizan canciones variopintas prácticamente cada día y todo pasa de largo en cuestión de minutos sin terminar de arraigar en la cultura popular. Solo en Spotify se suben al día una media de 100.000 temas nuevos. Lo tenemos todo a un click de distancia, lo cual quiere decir, básicamente, que no tenemos nada.

Esta abrumadora oferta, unida a la atomización del consumo musical, pone en duda la existencia misma de la canción del verano en pleno 2024. Persiste, eso sí, cierto empeño en continuar utilizando el término, pero más por la coincidencia con esta época del año del pico de popularidad de la tonadilla de turno que porque sea realmente una canción del verano a la vieja usanza. Es el caso de Potra salvaje, de Isabel Aaiún, que algunos señalan como la canción del verano de este año, pero recordemos algo: vio la luz por primera vez nada menos que en 2021 en forma de balada, y fue en el otoño de 2023 cuando el DJ Fernando Moreno detectó su potencial y decidió mezclarla de nuevo con un estilo hard dance. 

Este verano la Potra salvaje ha sonado mucho, incluso los futbolistas de la selección española la cantaron en la celebración por la victoria en la Eurocopa, pero hay otra que encaja más en el asunto que nos ocupa: Si antes te hubiera conocido, de Karol G, que floreció en las plataformas digitales exactamente el 21 de junio. La elección de esta fecha para su lanzamiento es una declaración de intenciones en sí misma en un verano de descomunal éxito para La Bichota quien, recordemos, dio en julio nada menos que cuatro conciertos consecutivos en el Santiago Bernabéu, a razón de 65.000 asistentes por velada.

Más allá de estas dos coplas, anda por ahí culebreando también El pantalón, de Omar Montes con Lola Índigo y Las Chuches. Luego podemos enumerar nombres que en realidad son los habituales de los ránkings de escuchas de manera perpetua. A saber: David Guetta, Peso Pluma, Anitta, Rauw Alejandro, Bad Gyal, Ozuna, Bad Bunny, Mike Towers o Sabrina Carpenter. Es decir, nada nuevo bajo el sol abrasador: los artistas más comerciales del año siguen siéndolo en verano.

No son, por tanto, profesionales específicos del hit de la canícula como los de antaño. Como Georgie Dann, claro. Se marchó hace casi tres años pero sigue siendo el dios del verano. Qué tontería, lo será siempre. Nadie ha cantado con tanta picardía y el ritmo tan bien cogido al son de las playas y las vigilias estivales en las que no solo todo puede pasar, sino que da igual lo que pase. Es el Cid Campeador y seguirá ganando batallas muchos veranos más al son de El chiringuito, La barbacoa, El africano o El negro no puede. Basta con que alguien le dé al play y la música empiece a sonar. 

'Potra salvaje', el himno feminista y LGTBI que los 'fifes' y los 'señoros' de La Roja no dejan de cantar

'Potra salvaje', el himno feminista y LGTBI que los 'fifes' y los 'señoros' de La Roja no dejan de cantar

Menos prolíficos en éxitos han sido Los del Río, aunque con La Macarena ya les ha valido para el resto de sus vidas. Como a Las Ketchup con Aserejé o incluso The Refrescos, cuyo Aquí no hay playa lleva siendo poco menos que el himno verbenero madrileño desde finales de los ochenta. Y cómo olvidar a la Salomé de Chayanne, Waka Waka de ShakiraBailando de Enrique Iglesias o la tremenda turra a cámara lenta del Despacito de Luis Fonsi con Daddy Yankee. También se ganaron la mención en su momento otros como David Civera (Que la detengan), Raúl (Sueño su boca) o El Koala (Opá, yo viazé un corrá).

Exista o no la canción del verano a estas alturas, el debate al respecto nos acompañará, seguramente, para siempre. Es un término caduco, más aún en estos tiempos fugaces en los que el éxito de una composición parece durar (con suerte) quince días y luego pasamos a la siguiente. ¿Cómo puede así una composición alargar su vigencia durante tres largos meses y apropiarse de este honor en extinción?

Esto nos lleva a retroceder hasta 1999, en Cornellá, para encontrarnos con los hermanos David y José Múñoz, que andan este año celebrando el 25 aniversario de Estopa con macroconciertos multitudinarios y transgeneracionales como los del Estadi Olímpici de Barcelona o el Metropolitano de Madrid. Nada ha unido más a España este verano que sus canciones, abrazadas con fulgor por toda una nueva generación. Son más famosos que nunca y venden más entradas que nunca, todo un hito del dúo en este caluroso estío y que igualmente nos lleva a terminar con otra pregunta de respuesta abierta, aunque inducida: ¿Y si la canción del verano de 2024 es cualquiera de Estopa?

Más sobre este tema
stats