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Una periodista gana el premio Nobel de literatura

La periodista y escritora bielorrusa Svetlana Alexievich (Ivano-Frankivsk, Ucrania, 1948), autora de una pentalogía en torno a Chernóbil y la historia ruso-soviética, ha recibido el premio Nobel de literatura. En Voces de Chernóbil (1997), su única obra traducida al español, construyó una cruda crónica sobre los efectos inmediatos del desastre nuclear en la vida de los supervivientes. Es la primera periodista en ser reconocida con el galardón, y la primera escritora de no ficción premiada en medio siglo. La reacción de la premiada al conocer la noticia ha sido un escuesto "¡Fantástico!", según la Academia sueca. 

La Academia ha reconocido a la periodista por su "escritura polifónica del sufrimiento y la valentía en nuestro tiempo". Alexijevich ha dedicado su carrera a la historia de la Rusia soviética, profundizando en los últimos años antes de la disolución de la URSS y sus posteriores consecuencias políticas. Es autora de cinco títulos: La guerra no tiene rostro de mujer (1983, será publicado en noviembre en Debate), Los chicos del latón (1989, 2016 en Debate), Voces de Chernóbil (1997, publicada en España por Siglo XXI en 2006), Últimos testigos (2004, en 2017 en Debate) y Tiempo de segunda mano (2013). "He escrito cinco libros, pero, básicamente, desde hace casi cuarenta años cuento siempre la misma historia. Se trata de la crónica ruso-soviética: revolución, gulag, guerra, Chernóbil... la caída del imperio rojogulag", explicó la escritora en su discurso de aceptación del Premio de la Paz 2013, otorgado por los alemanes en la Feria de Fráncfort. 

El fallo ha sido anunciado a la una de la tarde de este jueves por Sara Danius, secretaria permanente de la Academia sueca, con la tradicional lectura en la institución realizada por primera vez para pronunciar el nombre de Sully Prudhomme en 1901. La escritoraestaba entre los candidatos más nombrados para el galardón de este año (era la primera en las apuestas de la casa Ladbrokes), posición que ocupaba desde hace varios años junto a nombres como el del escritor japonés Haruki Murakami o el autor kikuyu Ngugi Wa Thi. En 2013 y 2014 fue una de las cinco finalistas al premio. Alexievich es la decimocuarta mujer en recibir el Nobel de literatura, junto a escritoras como Alice Munro (2013), Herta Müller (2009), Doris Lessing (2007), Elfriede Jelinek (2004) o Wislawa Szymborska (1996). 

Aunque su trabajo periodístico-literario comienza a principios de los ochenta, en 2006 alcanza popularidad internacional con la edición de Voces de Chernóbil en Estados UnidosVoces de Chernóbil, que le valió el Premio Nacional del Círculo de Críticos. En 2013, Tiempo de segunda mano recibió el Premio Médicis de Ensayo en Francia y el mencionado Premio de la Paz. Alexievich ha denunciado en varias ocasiones el olvido por parte de su propio país. Sin las simpatías del régimen del presidente Alexandr Lukashenko y ninguneada por los nacionalistas por escribir en ruso, y no en bielorruso, su trabajo literario no ha sido fácil. Sigue residiendo en Minsk (según la Academia), aunque ha sido desterrada de los medios locales

'Últimos testigos', de Alexiévich

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Voces de Chernóbil es un claro ejemplo del género que ha cultivado, una escritura a medio camino entre la novela, la entrevista y la crónica que ha bautizado como "novela de voces". En este libro, Alexievich construye una narración en torno a lo sucedido aquel 26 de abril de 1986 en la central Vladímir Ilich Lenin sirviéndose de los testimonios de los protagonistas. "A las diez de la mañana murió el técnico Shishenok. Fue el primero. El primer día. Luego supimos que bajo los escombros se quedó otro, Valera Jodemchuk. No lograron sacarlo. Lo emparedaron con el hormigón. Entonces aún no sabíamos que todos ellos serían los primeros", recuerda uno de sus personajes. En el mundo descrito por los testigos con los que se entrevistó, recoge la autora, "todo parece completamente normal, el mal se esconde bajo una nueva máscara, y uno no es capaz de verlo, oírlo, tocarlo, ni olerlo. Cualquier cosa puede matarte... el agua, la tierra, una manzana, la lluvia. Nuestro diccionario está obsoleto. Todavía no existen palabras, ni sentimientos, para describir esto".

"Es, por supuesto, una escritora extraordinaria. Durante los últimos cuarenta años ha estado cartografiando los individuos soviéticos y postsoviéticos", explicaba Danius en una rueda de prensa tras el fallo. "Pero no es una historia de acontecimientos", matizaba," sino de emociones. Los acontecimientos históricos que ha cubierto desde varios puntos, como la catástrofe de Chernóbil o la guerra en Afganistán, en realidad son una excusa para explorar el individuo soviético. Ha llevado a cabo cientos y cientos de entrevistas con hombres, mujeres y niños, y nos ofrece una historia del ser humano y de su alma". 

Los últimos autores reconocidos con el Nobel de literatura (premiado con 8 millones de coronas suecas, unos 860.000 euros) han sido el francés Patrick Modiano, señalado el pasado año "por el arte de la memoria con el que ha evocado los destinos humanos más difíciles de retratar y desvelado el mundo de la Ocupación"; la canadiense Alice Munro en 2013, "maestra del cuento contemporáneo"; el chino Mo Yan en 2012, "que con un realismo alucinatorio une los cuentos populares, la historia y la contemporaneidad", y el sueco Tomas Tranströmer en 2011 "porque, a través de sus condensadas y translúcidas imágenes, nos da un fresco acceso a la realidad". 

La periodista y escritora bielorrusa Svetlana Alexievich (Ivano-Frankivsk, Ucrania, 1948), autora de una pentalogía en torno a Chernóbil y la historia ruso-soviética, ha recibido el premio Nobel de literatura. En Voces de Chernóbil (1997), su única obra traducida al español, construyó una cruda crónica sobre los efectos inmediatos del desastre nuclear en la vida de los supervivientes. Es la primera periodista en ser reconocida con el galardón, y la primera escritora de no ficción premiada en medio siglo. La reacción de la premiada al conocer la noticia ha sido un escuesto "¡Fantástico!", según la Academia sueca. 

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