Cultura

Pilar Jurado, presidenta de la SGAE: "Las cosas están cambiando en esta casa"

La soprano Pilar Jurado, presidenta de la SGAE.

La soprano Pilar Jurado, presidenta de la Sociedad General de Autores y Editores desde el pasado 27 de febrero, ha querido subrayar su primera comparecencia ante los medios de comunicación su distancia con respecto a la gestión de José Ángel Hevia, su predecesor. "Las cosas están cambiando en esta casa", insistía en una rueda de prensa celebrada el viernes por la mañana en la sede de la entidad. Jurado asegura que las exigencias que el Ministerio de Cultura detalló en su apercibimiento del pasado septiembre están "cumplidas o en proceso de cumplimiento". La soprano se muestra "optimista" con respecto a la posibilidad de detener la intervención del Gobierno, cuyo proceso se inició el 18 de febrero con la solicitud a la Audiencia Nacional, que aún no ha sido resuelta. Sin embargo, la presidenta se enfrenta ya a dos polémicas: la destitución del secretario general y el director general, y los costes en dietas de las varias reuniones celebradas en las últimas semanas. 

Las exigencias del Ministerio eran tres: la adaptación de los Estatutos a la normativa europea, la modificación del sistema de reparto y la implantación del voto electrónico en las elecciones a la Junta Directiva. Este último se aprobó la pasada semana y estará vigente en las próximas elecciones, según la entidad. Con respecto a los otros dos aspectos, las posibles modificaciones están todavía en marcha: la nueva presidencia ha convocado un grupo de trabajo para modificar los Estatutos —que no lograron ser aprobados en Asamblea el pasado diciembre— y otro para resolver el reparto de diciembre de 2018. Esta distribución de los ingresos por derechos de autor está en disputa: aunque el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual obliga a limitar al 20% el total de lo ingresado por la música emitida en televisión de madrugada, algunos sectores de la entidad —los más beneficiados por este negocio, como las televisiones y parte de los autores— se oponen a que esta normativa se aplique a ese reparto, que fue rechazado por la Asamblea después de haberse efectuado. Jurado ha asegurado en la rueda de prensa que estos pasos evidencian una "actitud colaboradora" para "corregir los errores" y "disipar las dudas" sobre la entidad. 

Otra cosa es que el Ministerio de Cultura lo entienda así. José Guirao, el todavía titular de la cartera, se mostró muy duro con la anterior presidencia de la entidad durante todo el proceso previo a la solicitud de intervención. Pilar Jurado asegura que se reunió con representantes del Ministerio unos días después de llegar al cargo: "Me dijeron que serían muy felices de que cambiaran las cosas y que una intervención para el Ministerio sería un fracaso". Sin embargo, en esa reunión a la que asistió el jefe de Gabinete del ministro y el subdirector general de Propiedad Intelectual, Carlos Guervós, no estaba presente el propio Guirao. Según ha contado la presidenta de la SGAE, sí se comunicaron por teléfono esa misma tarde: "La conversación fue en la misma línea". Si la Audiencia Nacional da permiso al Gobierno —este o el que nazca de las elecciones del 28A— para intervenir, el Ministerio suprimiría los órganos de gobierno de la entidad, esto es, la Junta Directiva y la presidencia, y establecería temporalmente en su lugar una comisión. Cultura podría también, sin embargo, retirar la solicitud de intervención o no ponerla en práctica.  

A preguntas de la prensa, Jurado ha abordado la destitución de Carlos López, antiguo secretario general de la entidad. El pasado viernes, con 30 votos a favor y 5 en contra, la Junta Directiva acordó lo que no había acordado con José Ángel Hevia, que había propuesto anteriormente este mismo despido, sin éxito. La propia Jurado se opuso entonces a la destitución que ahora ha promovido. "Para mí ha sido muy triste a nivel personal", aseguraba, "porque eran personas en las que yo confiaba, consideraba que eran íntegras y que habían hecho su trabajo, y precisamente por eso le apoyé de una forma muy explícita en la anterior moción de confianza". Jurado dice ahora ser consciente de la "falta de colaboración y de los problemas que eso generaba, y de la falta de transparencia en determinadas acciones". Ha llegado a aludir a la existencia de "informes" que dan la razón a esa desconfianza, pero no ha aclarado a qué textos se refiere o sobre qué asuntos versan. Fuentes favorables al ex secretario general aseguran que se le destituye por ser defensor de la comisión deontológica que debe evaluar a 14 miembros de la Junta Directiva. La presidenta de la SGAE lo niega: "He sido yo misma quien la ha impulsado". 

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Precisamente el nombramiento del nuevo director general, Miguel Ángel Recio, ha suscitado críticas dentro de la entidad. El periódico El Independiente publica este viernes que la entidad blindará durante cuatro años al nuevo directivo, nombrado por unanimidad también el pasado viernes, de forma que si le despide durante los dos primeros años se le tendrá que compensar con 360.000 euros. La presidenta asegura que el contrato está todavía en proceso de negociación, que se realiza entre Recursos Humanos y el interesado, que sus detalles aún no están claros y que se discutirá en un Consejo de Dirección el próximo día 28. Recio es amigo personal de la soprano, y fue primero director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música y luego director General de Bellas Artes, ambos cargos durante el Gobierno del PP, con José María Lassalle como secretario de Estado. 

Otra de las críticas a su gestión es la celebración de numerosas juntas directivas y reuniones, que habrían costado en dietas, alojamiento y manutención más de 200.000 euros, de nuevo según El Independiente. La presidenta de la SGAE ha defendido que estos encuentros eran necesarios para asegurar "la legalidad" de las decisiones adoptadas y para cumplir con "la celeridad" exigida desde el Ministerio de Cultura. "No es una época normal, es una época de urgencia", ha argumentado, asegurando que tras la resolución de los conflictos más apremiantes se espaciarán las otras juntas "para que se adecúen al presupuesto que tenemos previsto". Jurado ha cerrado su intervención contradiciendo a quienes veían en la intervención el primer paso para la disolución de la SGAE: "No nos hemos muerto. Estamos vivos y estoy convencida de que lo seguiremos estando". 

 

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