Han pasado 17 años desde que Gomaespuma desapareciera de la radio y dejara de hacernos más llevaderos los amaneceres a través de las ondas. Un tiempo aquel, no tan lejano aunque hoy ya algo distante, antes de que las redes sociales aparecieran para enredar nuestras vidas, en el que no era extraño (era habitual, de hecho) ver a gente con auriculares en el transporte público riéndose a la vez sin conocerse y sin darse cuenta entre ellos. Vivíamos así conectados a través del humor por obra y gracia de Guillermo Fesser y Juan Luis Cano, que llegaron a, lo nunca visto, llenar pabellones con miles de personas al amanecer cuando hacían el programa con público.
Ahora ha llegado "el momento esperado por sus fans y temido por el resto de la humanidad", tal y como aseguran con su humor a borbotones. Se refieren a 'Gomaespuma, el reencuentro', un programa especial y único, a beneficio de la Fundación Gomaespuma, que se grabó hace unos días en el Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío de Madrid y que se estrenará el 26 de diciembre en Movistar Plus+.
'Gomaespuma, el reencuentro' recorre la historia del dúo, cuenta con la presencia de invitados estelares y de sus colaboradores más emblemáticos, actuaciones musicales o la vuelta de algunas de las secciones más icónicas de su programa de radio. No falta un repaso, con su particular estilo, a las noticias más importantes de los últimos tres lustros (y que no han contado antes porque, como cuentan ellos mismos, se estaban "dando la vida padre"), un toque de nostalgia, las míticas sintonías del programa y muchas sorpresas. Un tributo, en definitiva, a ese programa que revolucionó el humor y la manera de hacer radio en las mañanas creando una escuela muy seguida desde entonces hasta hoy.
En un encuentro con los medios para hablar de este reencuentro, tanto Guillermo como Juan Luis han confesado los nervios que sintieron al volver a sentarse juntos delante de los micrófonos, si bien el segundo ha asegurado que, "para sorpresa común, una vez que estábamos ahí parecía que no había pasado el tiempo". "Se apagó la luz y se fueron las arrugas", ha apostillado Fesser, echando la vista atrás para recordar que cuando Gomaespuma empezó a tener más y más oyentes sí que sentían la "gran responsabilidad" de poder "influir" en el estado de ánimo de tanta gente. "Este programa es un tributo al programa de radio, del que también forman parte los oyentes, porque nos comunicábamos, nos escuchábamos y nos reíamos, algo tan necesario actualmente", ha destacado.
De la misma opinión es Cano, quien ha lamentado que ahora vivamos con un ambiente de "crispación provocada quizás desde la política" que, a su juicio, en muchos casos no "va pareja a la convivencia real". "Yo no veo en la calle, de verdad, la crispación que veo en los políticos", ha señalado, para acto seguido apostillar que "los medios de comunicación contribuyen a que esa tensión social y política se esté expandiendo de una manera un tanto irreal". "Estaría muy bien que los medios de comunicación utilizaran más espacios para la distensión que para la crispación, y no lo hacen. En mi humilde pero acertadísima opinión", ha afirmado, inevitablemente con humor.
Para Fesser, por su parte, "en la vida hay dos cosas muy importantes: hablar y escuchar". Una vez dicho esto, ha recordado cómo hace años teníamos tiempo para escuchar un disco de música entero incluso cambiándolo de cara, mientras que ahora esa "capacidad de escucha ha disminuido mucho". Tanto, en su opinión, que afecta a ese lugar común donde "podemos tener diálogo, disfrutar, hacernos bromas y entender que somos humanos y queremos lo mismo, que es llegar a casa tranquilos y charlar con tu familia". "Como el tiempo de atención es tan pequeño, se llega a la polarización porque simplemente estás hablando tú con tus grupos de gente siempre de lo mismo. Tenemos menos tiempo para escuchar y dedicar a la gente, y el humor puede hacer que nos escuchemos más, porque al final así la vida es más entretenida para todos", ha reflexionado.
En cualquier caso, ambos están de acuerdo en que el sentido del humor ni se está perdiendo ni se va a perder. "Lo que pasa es que todo cambia, y estamos en un momento tenso socialmente, no solo en España", ha argumentado Cano, rematando: "Pero el sentido del humor yo creo que no se pierde. Siempre digo que en España, en España especialmente, el sentido del humor siempre sale al rescate. En los momentos duros el humor siempre sale al rescate... en los momentos duros, duros de verdad, eh. El sentido del humor no lo vamos a perder en absoluto. Y a ver si esto sirve también para que las élites pseudointelectuales se tomen en serio el humor en este país".
Coge el timón de la conversación Fesser en este punto para, a partir de estos planteamientos, explicar que en este programa especial hay "gente de diversos campos y diversa manera de pensar disfrutando, pasándolo bien durante una hora, que eso ya es un recordatorio de que se puede estar con alguien con quien igual no empatizas políticamente, que no te gusta como artista, pero con quien puedes disfrutar". "Si la gente aguanta la hora del programa, ya es más que los dos segundos que aguantamos ahora con el teléfono. Yo creo que una hora de comprobar que se puede hablar con la gente, escuchar a la gente y disfrutar con la gente independientemente de que no piense exactamente igual que tú, es un recordatorio que a mí personalmente me viene muy bien, pero que a los demás también", ha defendido.
Mirando de nuevo por el retrovisor, Cano ha resaltado que el programa radiofónico de Gomaespuma era un magazine informativo con contenido al uso, pero con el ingrediente fundamental del humor. "Siempre hemos usado el humor como un medio para contar lo que contaban los demás, y eso es lo que nos hacía diferentes", ha asegurado, poniendo en valor, asimismo, que como periodistas ellos daban las noticias "con total rigor", pero luego usaban el humor en determinados momentos del programa, lo cual "no significaba que le quitaras verdad o verosimilitud a lo que estabas contando".
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"Es que hasta que llegamos nosotros, en la radio había gente muy seria que daba las noticias, sobre todo señores. La radio era gente seria que decía cosas serias y de vez en cuando venia un humorista", ha rememorado Fesser, para quien "el humor en la radio era ser gracioso, pero tener sentido del humor es una cosa muy distinta". "Unos somos graciosos y otros no, pero sentido del humor lo podemos tener todos porque es una actitud ante la vida, que es recibir las cosas sin darle más importancia de la que tienen", ha defendido, dejando el espacio para que Cano rematara: "Escuchándonos, la gente se enteraba de lo que pasaba y eso era lo importante".
A pesar de la expectación que este reencuentro ya de por sí provoca, ambos han descartado volver con un proyecto más continuado. "A no ser que nos digan que nos dan diez millones de euros por el siguiente programa, pues entonces a lo mejor nos lo pensamos", ha bromeado Cano. "Nos ha costado mucho este especial, lo hemos hecho porque era divertido y por la Fundación Gomaespuma, porque creemos que se puede educar con una sonrisa, que es nuestro lema, y que la educación es lo que puede hacer que la gente se escuche más", ha terminado Fesser.
'Gomaespuma, el reencuentro' es un original Movistar Plus+ que vuelve a reunir a Guillermo Fesser y Juan Luis Cano ante los micrófonos para rememorar las mejores secciones de su antiguo programa de radio. Para ello cuentan con la colaboración de invitados estelares: la mítica y querida colaboradora del programa Cándida Villar (que hace la crítica de As bestas), el gamer y actor Brianeitor, el cocinero José Andrés, la cantante Rozalén, el cantaor José Mercé, el actor Luis Zahera, el exseleccionador de fútbol Vicente del Bosque, la jugadora de fútbol y campeona del mundo Eva Navarro y la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño.
Han pasado 17 años desde que Gomaespuma desapareciera de la radio y dejara de hacernos más llevaderos los amaneceres a través de las ondas. Un tiempo aquel, no tan lejano aunque hoy ya algo distante, antes de que las redes sociales aparecieran para enredar nuestras vidas, en el que no era extraño (era habitual, de hecho) ver a gente con auriculares en el transporte público riéndose a la vez sin conocerse y sin darse cuenta entre ellos. Vivíamos así conectados a través del humor por obra y gracia de Guillermo Fesser y Juan Luis Cano, que llegaron a, lo nunca visto, llenar pabellones con miles de personas al amanecer cuando hacían el programa con público.