Núria Espert: "Cuanto más te enteras de las noticias más teatro del malo te parece estar viendo"

Núria Espert (Hospitalet de Llobregat, 1935) recibirá formalmente el próximo 8 de octubre el Premio a Toda una vida profesional de la Fundación MAPFRE de manos de la reina Sofía en el Casino de Madrid. Un nuevo reconocimiento que sumar a su interminable lista, que incluye el Premio Princesa de Asturias de las Artes, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o este mismo año el Premio Max de Honor. Una vida dedicada íntegramente a la interpretación y la dirección en teatro, cine y ópera, que no solo no se detiene, sino que tiene continuidad en diciembre en los Teatros del Canal de Madrid con Todos los pájaros, de Wajdi Mouawad, una historia de amor con tintes de tragedia clásica protagonizada por parejas de jóvenes chicas y chicos israelíes y palestinos.

"Estamos muy ilusionados con la obra, que nos gusta mucho y es muy difícil porque los textos son largos y profundos", anticipa a infoLibre la actriz, quien habla de Mouawad como "el mejor autor de los nuevos tiempos". "El tema es como para echarse a temblar, con judíos y palestinos, pero los conflictos son humanos y transcurren al mismo tiempo que el mundo está explotando. Es muy hermoso y muy divertido, aunque parezca extraño. ¿Cómo puede ser? Wajdi consigue arrancar unas sonrisas que ayudan muchísimo a la comprensión, porque en este texto se busca y se encuentra lo mejor que hay en el interior de las gentes", destaca.

Hay que tratar de reencontrar ese buen teatro que nos gusta tanto y que hacen los buenos actores, el que llena la vida y hace que la gente salga con el alma más abierta

Y es que, para la artista catalana el teatro siempre intenta hallar lo mejor del ser humano, aunque otra cosa es que pueda conseguirlo. "Ojalá. Queremos y creemos eso, absolutamente", afirma, lamentando, eso sí, que "cuanto más te enteras de las noticias y las cosas en las televisiones, los periódicos o las radios, y más aprendes a saber quien es quien, más teatro del malo te parece estar viendo". "Porque hay gente tratando de hacer teatro, pero no le sale. Teatro del malo, que lo hay", denuncia, para acto seguido reivindicar: "Por eso, hay que tratar de reencontrar ese buen teatro que nos gusta tanto y que hacen los buenos actores, el que llena la vida y hace que la gente salga con el alma más abierta".

Reconoce Espert que eso de que la vida es puro teatro es una expresión "muy manida" pero, al mismo tiempo, "totalmente cierta". Pero le da ella su propia visión en esta época gobernada por las pantallas al considerar que "cuanto más avance la tecnología, que seguirá avanzando porque ha cogido una velocidad extraordinaria, y cuanto más se aleje del corazón y de la vida de las personas, más será el teatro la herramienta que usará la gente para no caer del todo en la ciencia ficción, que cada día que pasa parece más exacta".

Se convierte así el teatro, que para la actriz es, en su caso de verdad, su vida entera, en una vía de escape del mundo virtual y en un instrumento que a día de hoy todavía es capaz de "establecer la unión entre el actor y el que mira y escucha". "Todo eso que no se puede tocar, esa cosa que se crea y que por supuesto estaba cuando yo empezaba, son lazos para contrarrestar un poco esto de la tecnología que llega pisando fuerte con pasos tan enormes y que no podemos evitar, porque ya nos hemos viciado a tope", defiende.

Por su sabiduría, su trayectoria y su total dedicación a su gran pasión concede a Núria Espert la Fundación MAPFRE este Premio a toda una vida profesional José Manuel Martínez Martínez. Una distinción dotada con 40.000 euros, que la institución concede anualmente a personas que dedican su vida a mejorar la de los demás y para reconocer y agradecer ese carácter de generosidad y entrega.

De esta forma, el jurado reconoce su excepcional trayectoria profesional, su dedicación al arte y su compromiso y solidaridad con las variadas causas humanitarias que ha apoyado durante su carrera de casi ocho décadas, en la que ha participado en más de ochenta montajes teatrales, una decena de largometrajes y nueve óperas.

Mi padre casi analfabeto, mi madre completamente, pero yo amo muchísimo a Federico García Lorca porque ambos eran aficionados al teatro y me enseñaban poesías

"Cuando me contrataron para el Teatro Romea de Barcelona para hacer un gatito en un cuento infantil y no les gusté nada, me puse a llorar para que no me echaran", recuerda Espert retrocediendo hasta mitad del siglo pasado y sus primeros escarceos teatrales. "No me echaron, y la ambición fue siempre tener 10 pesetas más en el sueldo. Esa era la ambición loca y desesperada que se vive en tantas casas", rememora, acordándose de sus padres "obreros y analfabetos". "Mi padre casi analfabeto, mi madre completamente, pero yo amo muchísimo a Federico García Lorca porque ambos eran aficionados al teatro y me enseñaban poesías", evoca.

La artista inició su carrera teatral en 1950 con La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca, y con Medea de Eurípides, cuatro años más tarde, se consolidó en la escena española, participando posteriormente en montajes como El caballero de Olmedo de Lope de Vega, Las brujas de Salem de Arthur Miller y Don Juan Tenorio de José Zorrilla. Con 24 años creó su propia compañía y forjó una sólida reputación con obras como Anna Christie de Eugene O’Neill, Las criadas de Jean Genet y Yerma de Lorca. Además de su trabajo como actriz, Espert ha sido directora escénica, consiguiendo éxitos con obras como La casa de Bernarda Alba de Lorca, Madama Butterfly de Puccini, La Traviata de Verdi y Carmen de Bizet, colaborando con destacados directores musicales como Zubin Mehta. Fue también directora del Centro Dramático Nacional.

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"Cómo hubiera podido yo desear nada parecido, si salgo de la nada", destaca la actriz, para quien el éxito es "un pastel buenísimo que dura poco, hay que cuidarlo, meterlo en la nevera, tratar de que no se ensucie de ninguna de las maneras". "La fama de los jugadores de fútbol es diferente, pero la fama de la cultura es un tesoro que dura poquísimo, no tapa ningún agujero, no sirve para apoyarte en ella, al contrario, hay que poner armaduras".

Y todavía continúa para terminar, reflexionado desde su vasta experiencia vital: y profesional: "La fama no es buena compañera. La necesitas y la degustas cuando te llega, pero sabes que en el próximo espectáculo puedes comportarte como una actriz primeriza, aburrida, que se crea no se sabe qué... la fama es una compañera de viaje nada agradable. ¿Qué te da la fama? Nada. Bueno, te da trabajo, que es mucho, pero nada más, porque es trabajo para hoy y hambre para mañana".

En los Premios Sociales de la Fundación MAPFRE también han sido galardonados este año Special Olympics (Mejor Entidad por su Trayectoria Social), Moda re- (Mejor Proyecto por su Impacto Social) y Joselito (Premio a la Mejor Iniciativa en el Sector Agropecuario.

Núria Espert (Hospitalet de Llobregat, 1935) recibirá formalmente el próximo 8 de octubre el Premio a Toda una vida profesional de la Fundación MAPFRE de manos de la reina Sofía en el Casino de Madrid. Un nuevo reconocimiento que sumar a su interminable lista, que incluye el Premio Princesa de Asturias de las Artes, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o este mismo año el Premio Max de Honor. Una vida dedicada íntegramente a la interpretación y la dirección en teatro, cine y ópera, que no solo no se detiene, sino que tiene continuidad en diciembre en los Teatros del Canal de Madrid con Todos los pájaros, de Wajdi Mouawad, una historia de amor con tintes de tragedia clásica protagonizada por parejas de jóvenes chicas y chicos israelíes y palestinos.

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