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Teatro

La vida en tiempos de muerte

58.985. Solo un número. 58.986. Otro más. 58.987, 58.988, 58.989... Lo que se presenta como meras cifras, adquiere en México una dimensión aterradora. La suma, el goteo constante de uno y otro y otro más corresponde en los últimos años en aquel país a la trágica estadística de los muertos por la guerra contra el narcotráfico. Una cruzada entre Estado y bandas y cárteles de la droga que ha dejado –según estadísticas oficiales de entre 2006 y 2012- más de seis decenas de miles de cadáveres en las cunetas.

No solo allí: hombres colgando boca abajo y desnudos en los puentes, cuerpos con la cabeza separada del tronco recuperados en medio del campo, personas desaparecidas en el miasma del ácido y tantas y tantas otras aberraciones. Música de balas, una función del multipremiado dramaturgo mexicano Hugo Salcedo, que se representa hasta el 13 de octubre en la sala madrileña El Sol de York, recuerda la historia de algunos de esos muertos y desaparecidos, en ocasiones totalmente ajenos a la lucha.

Estrenada en 2011 en el país norteamericano, la obra llega a España de la mano de los actores Christel Klitbo, Carlos Segura y Quetzalli Cortés, a quienes dirige Raúl Rodríguez. "En México el montaje era muy diferente", explica Klitbo. "Allí era casi una comedia, porque si no la gente no lo puede digerir. La gente no quiere ver esto, porque es un tema difícil". Concebida como una pieza de teatro-documento, con los actores sin caracterizar, una voz en off que aporta datos y estadísticas reales y sin apenas decorados más allá de una pantalla en la que se pasan imágenes reales de crímenes, la versión en Madrid, más allá de algún ramalazo de humor irónico, deja poco espacio a la risa. "Es el mismo texto, pero es otra obra", reconoce la actriz.

Iniciada por el presidente Felipe Calderón, la guerra contra el narcotráfico sigue presente a día de hoy en las vidas de los mexicanos. “La situación es culpa de todos los presidentes desde mucho antes”, dice Klitbo. “Antes que él, el PRI permitió que el narcotráfico llegara hasta este punto. Luego la guerra se perdió, y a él le tocó esa parte, pero en este tema es México el que ha perdido siempre”. A día de hoy, con Enrique Peña Nieto a la cabeza del gobierno, el crimen organizado continúa campando a sus anchas. “Mientras que la estrategia del gobierno sea la lucha y no la educación ni la igualdad, seguirá siendo lo mismo”.

Tan lejos de su país, los intérpretes de Música de balas -todos, excepto Klitbo, con billete de vuelta- quieren, simplemente, que en España “la gente se entere de lo que ocurre, porque se oyen cosas, pero no hay un nivel de conocimiento real”. La función, que se preestrenó como lectura dramatizada en la Resad (la Real Escuela Superior de Arte Dramático), asegura la intérprete, ya ha sido acogida con una “muy buena reacción”. “España es un país que no es totalmente ajeno a nosotros: tenemos el mismo idioma, hay una conexión, porque todo el mundo conoce México de alguna manera, lo que hace que la gente tenga empatía”. Si ellos ya han hecho su parte para difundir una circunstancia, ahora solo queda el último y más importante paso: “No solo se trata de presentar, también hay que involucrarse”.

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