1.200 euros por dirigir el tráfico aéreo: estos son los motivos de una huelga que afectará a 350.000 pasajeros

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Otra vez. Quienes han optado por volar estos días pueden verse salpicados por los efectos de un conflicto laboral en un periodo vacacional, esta vez en Semana Santa. Los encargados de guiar a los aviones en tierra han sido convocados por UGT a dos días de huelga, este miércoles 27 y el viernes 29, desde las 6 de la mañana a las 12 de la noche, en el aeropuerto de Barajas de Madrid, lo que podría afectar a unos 1.000 vuelos –hay 2.000 programados para esas dos jornadas– y a hasta 350.000 pasajeros. Ello tras encallar el proceso negociador que han intentado mantener con la empresa Serveo-Skyway, antigua Ferrovial Servicios.

Son cálculos sindicales, llevados a cabo a partir de los servicios mínimos fijados por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible: “Un 80%, en las operaciones con las islas, un 60% en aquellos destinos que tengan transporte alternativo de más de cinco horas y el 30% en los de menos de cinco”.  

En esta ocasión protagonizan las protestas los trabajadores que prestan el servicio de Dirección de Plataforma, que se creó en 2011. Sin ellos, como sucede con otros colectivos del sector, no despegan ni aterrizan aviones. Se les puede considerar “los homólogos a un controlador aéreo de tierra”, explica Jorge Martín, delegado de personal por UGT de ese servicio en Serveo-Skyway. “Trabajamos en la torre de control, hablando con los aviones de forma directa y les instruimos desde el estacionamiento hasta la pista prácticamente, durante todo el rodaje. Les damos instrucciones de retroceso, gestionamos conflictos, posibles cruces… En resumen, dirigimos a los aviones por las rodaduras, por las 'calles' del aeropuerto”, detalla.

Defiende que “es un trabajo complejo, con mucha responsabilidad y muy especializado”. “Es cierto que son velocidades bajas las de los aviones en tierra, pero cualquier roce, cruce o accidente son millones de euros, retrasos de vuelos y pueden tener afecciones a la seguridad de la gente. Por eso es tan flagrante la situación a la que nos enfrentamos”, se queja. ¿A qué se refiere?

Fuentes sindicales aportan contexto: el mencionado servicio sólo se presta de forma liberalizada en las torres del aeropuerto de Madrid Barajas y engloba a 40 trabajadores. Para optar a los puestos, los aspirantes tienen que pasar un proceso de selección previo “muy exigente”, que incluye “un curso obligatorio de entre 13.000 y 20.000 euros", que, además, "no les asegura el empleo”. Al igual que los controladores aéreos han de “mantener un certificado médico aeronáutico activo que puede ser revocado por causas que en cualquier otro trabajador no tendrían mayor repercusión”. A esto conectan que han de demostrar “una capacitación de inglés periódica, recibir cursos de formación todos los años y aumentar la especialización” para que el servicio sea “lo más eficiente y seguro posible”.

Sitúan el germen del conflicto en un punto: “Las licitaciones de AENA con subastas a la baja, más el caso particular de que no tenemos convenio colectivo, no contamos con una norma que fije unos sueldos y unas condiciones laborales”, expone Martín. “A las licitaciones se presentan las empresas que lo consideran y, al no haber ninguna norma laboral, bajan los salarios hasta donde quieren y, en general, la situación es muy precaria”, lamenta.

Por ello reclaman “seguridad laboral” y no tener que enfrentarse “cada cuatro años, con cada nueva licitación, a un proceso de selección”. Dicho de otro modo: "No tener que depender de la buena voluntad de una empresa para contratar a personal especializado que lleva años trabajando”. Piden que se establezca “la subrogación” y salarios que “no sean de supervivencia y que permitan vivir en Madrid”. “La gente que entra nueva está cobrando alrededor de 1.200 euros y no puede ni pagar alquiler ni nada, es insostenible”, denuncia Martín. “Yo llevo ocho años en la empresa, he pasado por dos licitaciones y gano 1.600 euros”, ejemplifica consigo mismo. En materia salarial, por tanto, no pueden compararse con los controladores aéreos, que ingresan entre 2.893 y 6.931euros brutos al mes, dependiendo de elementos como la antigüedad, los pluses..., de acuerdo a lo recogido en el segundo convenio colectivo de la entidad pública Enaire, aunque en el sector privado las cuantías pueden ser distintas.

Reivindican poder contar con “una norma laboral que no deje libertad a las empresas para tirar los salarios, los precios y las condiciones”, la subrogación obligatoria, que les paguen las bajas laborales para que no tengan que decidir entre “ir a trabajar con fiebre o perder 300 euros en el sueldo”, o no perder más días de vacaciones, porque ya “van por diez”. “Exigimos la firma de un convenio sectorial propio que nos coloque en un lugar dentro del mercado laboral que sea acorde a nuestra responsabilidad, especialización y exigencias del puesto de trabajo tanto económicamente como en cuanto a la recuperación de derechos perdidos tras todos estos años”, resumen las fuentes consultadas.

"Se han retirado de la mesa negociadora"

Desde UGT afirman sentir la “afección a los pasajeros” que su acción de protesta pueda provocar, pero encadenan que la empresa “se ha retirado de la mesa negociadora”, por lo que les “han obligado a presionar con la huelga” ante “el abuso y la indefensión” en unos puestos de trabajo que estiman “críticos para el aeropuerto”. Con anterioridad ya habían recurrido a la vía judicial para pelear por sus derechos laborales. Es más, el próximo mes de mayo, aseveran, “empezarán los primeros juicios contra Serveo”.

En la jornada inicial de huelga, se han dejado sentir los efectos de la ausencia de estos controladores en tierra con retrasos generalizados de vuelos de un 86%. Y desde UGT avanzan que armarán otra denuncia, dado que "la empresa ha vulnerado" su derecho a huelga "con un 95% de servicios mínimos" y "el aeropuerto ni siquiera" les "provee de la lista de vuelos protegidos", esto es, los que no pueden ser cancelados. Este periódico ha intentado recabar la versión de Serveo sin recibir respuesta.

A la luz de los datos que maneja AENA, en los aeropuertos de su red, que tiene en Barajas su nudo central, operarán 28.555 vuelos entre el Jueves Santo, 28 de marzo, y el Lunes de Pascua, 1 de abril, lo que supone un descenso del 1,27% en relación a los mismos días de esta semana festiva del año pasado.

Otra vez. Quienes han optado por volar estos días pueden verse salpicados por los efectos de un conflicto laboral en un periodo vacacional, esta vez en Semana Santa. Los encargados de guiar a los aviones en tierra han sido convocados por UGT a dos días de huelga, este miércoles 27 y el viernes 29, desde las 6 de la mañana a las 12 de la noche, en el aeropuerto de Barajas de Madrid, lo que podría afectar a unos 1.000 vuelos –hay 2.000 programados para esas dos jornadas– y a hasta 350.000 pasajeros. Ello tras encallar el proceso negociador que han intentado mantener con la empresa Serveo-Skyway, antigua Ferrovial Servicios.

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